Líder comunitaria colombiana, antes de ser asesinada advirtió que su vida corría peligro
Por: MEDELLÍN |
En una entrevista con el programa 'En Caliente', del canal 'Cosmovisión', también habló de corrupción y sobre la muerte de su hijo.
"Al salir de aquí puedo morir, pero si me matan el mundo entero sabe quienes son, porque yo los conozco", afirmó Córdoba en ese momento.
COLOMBIA.- Ana Fabricia Córdoba, líder de desplazados por el conflicto armado y prima de la ex senadora Piedad Córdoba, fue asesinada el martes en Medellín. Falleció dentro de un bus, luego de que le dispararan.
Por su parte, sus hijos denunciaron que su madre había recibido amenazas de muerte. (Haga clic aquí para más información de esta noticia). Por eso, la hija de Ana Fabricia afirmó que le atribuía ese crimen al Estado.
Vicepresidente admite que asesinato se pudo evitar
El vicepresidente de la República, Angelino Garzón, sorprendió hoy miércoles al admitir que el asesinato de la líder Ana Fabricia Córdoba, quien se destacó por reclamar tierras de campesinos víctimas del paramilitarismo, se pudo haber evitado.
"Me parece que es inaudito que cuando hay una denuncia perentoria tenemos que actuar, no podemos dejar sola a la gente que es amenazada", dijo Garzón.
Además, el Vicepresidente anunció que será necesario revisar todos los procedimientos que tiene el Gobierno para proteger a la gente "porque a veces son demasiados engorrosos, a veces hay demasiadas trabas". (Hijos de la lider asesinada denunciaron amenazas)
De acuerdo con él, desde el 9 de mayo le envió una nota a María Paulina Riveros, directora del programa de Protección del Gobierno Nacional, advirtiéndole de las graves amenazas contra la líder de Medellín.
El Vicepresidente además recordó que esta situación de amenaza también fue denunciada públicamente ante las autoridades de Medellín. "Lo que ha pasado es muy grave porque este es un asesinato que hubiéramos podido evitar", dijo.
Sobre este tema, el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera Salazar, dijo que la líder asesinada no facilitó las condiciones para que se le hiciera un estudio de seguridad.
"Tuvimos dificultades para hacerle su estudio de seguridad; y llamadas reiteradas que se le habían hecho para proveerle su servicio de seguridad, no habían sido respondidas por ella", explicó Rivera.
El Ministro de Defensa hizo un llamado a las personas que reciban amenazas para que no las subestimen.
"Hago un llamado nuevamente a quienes están en situación de riesgo que no subestimen las amenazas ni los riesgos y que confíen en la autoridad, que confíen en la Policía, en la Fuerza Pública y colaboren para hacer estos estudios de seguridad", agregó.
El crimen
Ana Fabricia Córdoba,quien se destacó como dirigente de las víctimas de grupos armados que reclaman reparación, fue asesinada cuando viajaba en un bus urbano.
De acuerdo con versiones recogidas por el personero, Jairo Herrán, el sicario habría abordado el vehículo que cubría la ruta hacia el barrio Santo Domingo (comuna nororiental) en el que se sentó detrás de Córdoba. Mientras el bus realizaba el recorrido, el hombre descargó contra la líder su arma, que al parecer tenía silenciador. (Vea más noticias sobre violencia en Colombia).
"El conductor dijo que sólo se percató cuando estalló la ventana", añadió la personera delegada para Derechos Humanos, Ana Patricia Aristizabal.
Córdoba era reconocida por el papel que jugaba dentro de la comunidad del barrio Santa Cruz (comuna nororiental), donde residía, así como entre organizaciones de desplazados y la Ruta Pacífica de las Mujeres que reivindica los derechos de género.
Recientemente en un certamen público había advertido que estaba siendo amenazada, sin embargo no tenía asignado escolta. "Me van a matar y no han hecho nada", dijo delante de los asistentes.
En el 2001 llegó a Medellín procedente de Urabá, luego de que asesinaran a su esposo en esa región. Además, justo este martes otro hijo suyo cumplía once meses de ser asesinado en el barrio La Honda, de la comuna nororiental de la misma ciudad. Ella culpó a la Policía del crimen.
Córdoba deja a una hija de 28 años con problemas mentales, un hijo de 18, una niña de 13 y un esposo que sufre de enfisema pulmonar.
En una entrevista con el programa 'En Caliente', del canal 'Cosmovisión', también habló de corrupción y sobre la muerte de su hijo.
"Al salir de aquí puedo morir, pero si me matan el mundo entero sabe quienes son, porque yo los conozco", afirmó Córdoba en ese momento.
COLOMBIA.- Ana Fabricia Córdoba, líder de desplazados por el conflicto armado y prima de la ex senadora Piedad Córdoba, fue asesinada el martes en Medellín. Falleció dentro de un bus, luego de que le dispararan.
Por su parte, sus hijos denunciaron que su madre había recibido amenazas de muerte. (Haga clic aquí para más información de esta noticia). Por eso, la hija de Ana Fabricia afirmó que le atribuía ese crimen al Estado.
Vicepresidente admite que asesinato se pudo evitar
El vicepresidente de la República, Angelino Garzón, sorprendió hoy miércoles al admitir que el asesinato de la líder Ana Fabricia Córdoba, quien se destacó por reclamar tierras de campesinos víctimas del paramilitarismo, se pudo haber evitado.
"Me parece que es inaudito que cuando hay una denuncia perentoria tenemos que actuar, no podemos dejar sola a la gente que es amenazada", dijo Garzón.
Además, el Vicepresidente anunció que será necesario revisar todos los procedimientos que tiene el Gobierno para proteger a la gente "porque a veces son demasiados engorrosos, a veces hay demasiadas trabas". (Hijos de la lider asesinada denunciaron amenazas)
De acuerdo con él, desde el 9 de mayo le envió una nota a María Paulina Riveros, directora del programa de Protección del Gobierno Nacional, advirtiéndole de las graves amenazas contra la líder de Medellín.
El Vicepresidente además recordó que esta situación de amenaza también fue denunciada públicamente ante las autoridades de Medellín. "Lo que ha pasado es muy grave porque este es un asesinato que hubiéramos podido evitar", dijo.
Sobre este tema, el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera Salazar, dijo que la líder asesinada no facilitó las condiciones para que se le hiciera un estudio de seguridad.
"Tuvimos dificultades para hacerle su estudio de seguridad; y llamadas reiteradas que se le habían hecho para proveerle su servicio de seguridad, no habían sido respondidas por ella", explicó Rivera.
El Ministro de Defensa hizo un llamado a las personas que reciban amenazas para que no las subestimen.
"Hago un llamado nuevamente a quienes están en situación de riesgo que no subestimen las amenazas ni los riesgos y que confíen en la autoridad, que confíen en la Policía, en la Fuerza Pública y colaboren para hacer estos estudios de seguridad", agregó.
El crimen
Ana Fabricia Córdoba,quien se destacó como dirigente de las víctimas de grupos armados que reclaman reparación, fue asesinada cuando viajaba en un bus urbano.
De acuerdo con versiones recogidas por el personero, Jairo Herrán, el sicario habría abordado el vehículo que cubría la ruta hacia el barrio Santo Domingo (comuna nororiental) en el que se sentó detrás de Córdoba. Mientras el bus realizaba el recorrido, el hombre descargó contra la líder su arma, que al parecer tenía silenciador. (Vea más noticias sobre violencia en Colombia).
"El conductor dijo que sólo se percató cuando estalló la ventana", añadió la personera delegada para Derechos Humanos, Ana Patricia Aristizabal.
Córdoba era reconocida por el papel que jugaba dentro de la comunidad del barrio Santa Cruz (comuna nororiental), donde residía, así como entre organizaciones de desplazados y la Ruta Pacífica de las Mujeres que reivindica los derechos de género.
Recientemente en un certamen público había advertido que estaba siendo amenazada, sin embargo no tenía asignado escolta. "Me van a matar y no han hecho nada", dijo delante de los asistentes.
En el 2001 llegó a Medellín procedente de Urabá, luego de que asesinaran a su esposo en esa región. Además, justo este martes otro hijo suyo cumplía once meses de ser asesinado en el barrio La Honda, de la comuna nororiental de la misma ciudad. Ella culpó a la Policía del crimen.
Córdoba deja a una hija de 28 años con problemas mentales, un hijo de 18, una niña de 13 y un esposo que sufre de enfisema pulmonar.