La importancia de inculcar valores y equilibrio en los niños

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* tLa importancia de inculcar valores y equilibrio en los niños
Eran dos muñecas, una de Sarah, la otra la habían comprado para una vecinita. Después del largo paseo, la familia fue a un restaurante. La pequeña de tres años necesitaba ir al baño, pero no quiso dejar su nueva adquisición. Salieron del lugar con un solo juguete. La de Sarah se les olvidó.
Aunque todo el trayecto estuvo fascinada con la muñeca que habían comprado para la otra niña, sorprendió a todos cuando dijo: “Esta es la de Lisa y cuando amanezca se la voy a llevar”. Así lo hizo, en un gesto de desprendimiento que humedeció el rostro de su madre.
Inculcar a los hijos el valor de la honestidad, la integridad y el desprendimiento es una tarea esencial en un mundo en el que esas virtudes se desvanecen.
El sociólogo Carlos Hinojo destaca la importancia de que los niños entiendan que la vida no es un campo de batalla, donde el más fuerte gana, como se ha vendido.
“Claro, no significa que van a ceder ante todo y que pondrán los intereses ajenos por encima de los suyos. Debe haber una línea, porque entonces el niño podría incluso incurrir en acciones negativas para complacer a otros”.
La orientadora Luz Cuevas va por esa misma onda y alerta sobre el equilibrio que debe haber a la hora de hacer un bien sin daños a terceros y de negarse a cumplir un deseo que favorezca a unos y afecte a otros.
Recomienda a los padres mostrar las ventajas de ser desprendidos, honestos y firmes en sus decisiones.
Julio José trata de acogerse a esas normas y de ser un padre que transmita a sus hijos el valor de la entrega al prójimo y el respeto por sí mismos y por los otros.
“Con mi hijo sacamos las cosas que ya no usamos y las llevamos a otros que las necesitan. Lo pongo a seleccionar la ropa que ya no le queda bien y los juguetes que no son aptos para su edad. Eso sí, me encargo de hacerle entender que las cosas que se vayan a dar estén en buen estado, sin importar que la persona que las vaya a recibir esté muy necesitada”.
Esa tarea ha hecho que su hijo Pablo constituya un “comité” que se encarga de recolectar cosas que sus amigos ya no usan para entregarlas a otros niños que les sacarán provecho.
Ese tipo de actividades, además de dejar una gran satisfacción en los que las realizan, tienden a aumentar la estima, porque el niño se siente útil, sobre todo, cuando las hace acompañado.
Puede dar paso al activismo social y al nacimiento de liderazgos, lo que hace que los involucrados se conviertan en seres más seguros e independientes e incluso, tengan una coraza más fuerte para rechazar acciones negativas.