Se intensifica el caos en El Cairo; la violencia se extiende
EL CAIRO (AP) — Manifestantes y partidarios del régimen protagonizaron el jueves una segunda jornada de pedradas en el centro de El Cairo, mientras la anarquía se adueñaba de la ciudad.
Hubo saqueos e incendios mientras pandillas de matones que apoyan al presidente Hosni Mubarak atacaron a reporteros, extranjeros y activistas, en tanto el ejército arrestó a periodistas extranjeros.
El gobierno hizo correr versiones de que eran extranjeros los que alimentaban los disturbios y apoyaban a las decenas de miles de personas que desde hace 10 exigen la partida inmediata de Mubarak, el líder incuestionado de este país desde hace casi tres décadas.
"Cuando hay manifestaciones de esta magnitud, vienen extranjeros a aprovecharse y les interesa elevar la energía de los manifestantes", dijo el vicepresidente Omar Suleiman en una entrevista por la televisión estatal.
En Washington, el vocero del Departamento de Estado, P.J. Crowley condenó lo que llamó "una campaña concertada para intimidar a los periodistas internacionales en El Cairo".
Turbas de partidarios del gobierno apalearon a los periodistas extranjeros en las calles aledañas a la céntrica Plaza Tahrir, el epicentro de las protestas.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a decenas de reporteros del Washington Post, el New York Times y otros medios. Un periodista griego fue apuñalado en una pierna y un fotógrafo fue golpeado en la cara por atacantes que destruyeron parte de su equipo.
La red de televisión panárabe Al-Arabiya pidió al ejército que defendiera a sus oficinas y periodistas y Al-Yazira anunció ataques a dos de sus periodistas.
La Policía militar allanó las oficinas de un grupo egipcio defensor de los derechos humanos y detuvo a cinco activistas, incluidos uno de Amnistía Internacional y uno de Human Rights Watch, denunciaron estos grupos.
La anarquía, que había cedido desde el fin de semana, volvió a extenderse. Un gran supermercado en el suburbio de Sheikh Zayed estaba en llamas y saqueadores lo estaban despojando. También ardía un edificio junto a un hotel de cinco estrellas con vista al Nilo.
También se registraron incendios en el suburbio de Shubra, al norte del centro, dijeron las fuentes oficiales, que hablaron bajo la condición de anonimato.
El primer ministro pidió disculpas por los ataques de los simpatizantes del régimen a los manifestantes antigubernamentales en el centro de El Cairo, prometiendo iniciar una investigación para determinar quién es el responsable.
Los manifestantes prodemocráticos acusaron al régimen de enviar una fuerza de matones pagados y a policías vestidos de paisano para atacarles con piedras, palos y bombas incendiarias con el objeto de aplastar su movimiento para derrocar al presidente Hosni Mubarak.
El primer ministro Ahmed Shafiq dijo a la televisiónestatal: "Pido disculpas por todo lo que sucedió ayer porque no es lógico ni racional".
Hubo saqueos e incendios mientras pandillas de matones que apoyan al presidente Hosni Mubarak atacaron a reporteros, extranjeros y activistas, en tanto el ejército arrestó a periodistas extranjeros.
El gobierno hizo correr versiones de que eran extranjeros los que alimentaban los disturbios y apoyaban a las decenas de miles de personas que desde hace 10 exigen la partida inmediata de Mubarak, el líder incuestionado de este país desde hace casi tres décadas.
"Cuando hay manifestaciones de esta magnitud, vienen extranjeros a aprovecharse y les interesa elevar la energía de los manifestantes", dijo el vicepresidente Omar Suleiman en una entrevista por la televisión estatal.
En Washington, el vocero del Departamento de Estado, P.J. Crowley condenó lo que llamó "una campaña concertada para intimidar a los periodistas internacionales en El Cairo".
Turbas de partidarios del gobierno apalearon a los periodistas extranjeros en las calles aledañas a la céntrica Plaza Tahrir, el epicentro de las protestas.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a decenas de reporteros del Washington Post, el New York Times y otros medios. Un periodista griego fue apuñalado en una pierna y un fotógrafo fue golpeado en la cara por atacantes que destruyeron parte de su equipo.
La red de televisión panárabe Al-Arabiya pidió al ejército que defendiera a sus oficinas y periodistas y Al-Yazira anunció ataques a dos de sus periodistas.
La Policía militar allanó las oficinas de un grupo egipcio defensor de los derechos humanos y detuvo a cinco activistas, incluidos uno de Amnistía Internacional y uno de Human Rights Watch, denunciaron estos grupos.
La anarquía, que había cedido desde el fin de semana, volvió a extenderse. Un gran supermercado en el suburbio de Sheikh Zayed estaba en llamas y saqueadores lo estaban despojando. También ardía un edificio junto a un hotel de cinco estrellas con vista al Nilo.
También se registraron incendios en el suburbio de Shubra, al norte del centro, dijeron las fuentes oficiales, que hablaron bajo la condición de anonimato.
El primer ministro pidió disculpas por los ataques de los simpatizantes del régimen a los manifestantes antigubernamentales en el centro de El Cairo, prometiendo iniciar una investigación para determinar quién es el responsable.
Los manifestantes prodemocráticos acusaron al régimen de enviar una fuerza de matones pagados y a policías vestidos de paisano para atacarles con piedras, palos y bombas incendiarias con el objeto de aplastar su movimiento para derrocar al presidente Hosni Mubarak.
El primer ministro Ahmed Shafiq dijo a la televisiónestatal: "Pido disculpas por todo lo que sucedió ayer porque no es lógico ni racional".
La disculpa pública de un alto funcionario del gobierno es sumamente inusual. Shafiq calificó el ataque como un "error desfachatado" y prometió investigar "para que todos sepan quién es el responsable".