Se reúne con su familia 23 años después de ser secuestrada: Fue raptada en Nueva York cuando apenas contaba 19 días de nacida
ELMUNDO.es Madrid
Carline White tenía apenas 19 días cuando su rastro se perdió en una clínica de Nueva York. Fue el 4 de agosto de 1987, cuando la madre de la pequeña acudió a urgencias del Hospital de Harlem. Tras ausentarse un momento, regresó a la sala y se encontró la cuna vacía.
Las pesquisas de la policía para dar con los secuestradores no dieron resultado. Ni un rastro, ni una prueba, ni un sospechoso. Sin embargo, Joy White, la madre de Carline, nunca se dio por vencida. Estaba convencida de que su hija seguía viva.
Según publica 'The Huffington Post', a principios de este año, más de dos décadas después de la desaparición, una joven de Atlanta se puso en contacto con White. Lo hizo enviándole fotos de su infancia, en las que se tornaba idéntica a la niña que aparecía en los carteles de búsqueda de la pequeña Carline.
Esa mujer se llamaba Nejdra Nance y contaba 23 años, los mismos que la pequeña Carline llevaba desaparecida. Nance siempre se había sentido diferente de la gente de su entorno, y creía haber encontrado la respuesta a sus dudas: creía ser hija de White.
Joy White se puso manos a la obra, y contactó con la policía de Nueva York para solicitar que investigaran si la joven era realmente su hija. Los análisis de ADN no dejaban lugar a dudas: Nejdra Nance era Carlina White.
El reencuentro se produjo hace unos días, y contó con la presencia de Samani, la hija de cinco años de Nance, que pudo conocer a su abuela biológica. "Fue maravilloso, no nos sentimos como extrañas", explica Elizabeth White, abuela materna de la desaparecida.
La policía ha retomado las investigaciones, y ha contactado con los detectives —hoy retirados— que llevaron el caso hace años. Sin embargo, será complicado: Carlina era tan pequeña cuando fue secuestrada que es imposible saber si siempre ha vivido con la misma familia.
Carline White tenía apenas 19 días cuando su rastro se perdió en una clínica de Nueva York. Fue el 4 de agosto de 1987, cuando la madre de la pequeña acudió a urgencias del Hospital de Harlem. Tras ausentarse un momento, regresó a la sala y se encontró la cuna vacía.
Las pesquisas de la policía para dar con los secuestradores no dieron resultado. Ni un rastro, ni una prueba, ni un sospechoso. Sin embargo, Joy White, la madre de Carline, nunca se dio por vencida. Estaba convencida de que su hija seguía viva.
Según publica 'The Huffington Post', a principios de este año, más de dos décadas después de la desaparición, una joven de Atlanta se puso en contacto con White. Lo hizo enviándole fotos de su infancia, en las que se tornaba idéntica a la niña que aparecía en los carteles de búsqueda de la pequeña Carline.
Esa mujer se llamaba Nejdra Nance y contaba 23 años, los mismos que la pequeña Carline llevaba desaparecida. Nance siempre se había sentido diferente de la gente de su entorno, y creía haber encontrado la respuesta a sus dudas: creía ser hija de White.
Joy White se puso manos a la obra, y contactó con la policía de Nueva York para solicitar que investigaran si la joven era realmente su hija. Los análisis de ADN no dejaban lugar a dudas: Nejdra Nance era Carlina White.
El reencuentro se produjo hace unos días, y contó con la presencia de Samani, la hija de cinco años de Nance, que pudo conocer a su abuela biológica. "Fue maravilloso, no nos sentimos como extrañas", explica Elizabeth White, abuela materna de la desaparecida.
La policía ha retomado las investigaciones, y ha contactado con los detectives —hoy retirados— que llevaron el caso hace años. Sin embargo, será complicado: Carlina era tan pequeña cuando fue secuestrada que es imposible saber si siempre ha vivido con la misma familia.