La población de jabalíes crece y llega a las calles de L'Hospitalet, en España
Tres jabalíes han campado este miércoles a sus anchas por las calles de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) hasta que fueron capturados por agentes rurales, en medio de una gran expectación y en los jardines de la Marquesa. Eran ejemplares adultos y procedían, con casi total seguridad, de Collserola.
Hechos así no tendrían que ser normales, pero últimamente lo sonPara llegar tuvieron que cruzar la Diagonal y la Ronda de Dalt y, posiblemente, pasaron por Esplugues de Llobregat –la localidad alertó, de madrugada, que puercos salvajes rondaban por allí–, según relató a 20 minutos el jefe regional del cuerpo de agentes rurales de Barcelona, Jaume Torralba.
Hechos así no tendrían que ser normales, pero últimamente lo sonPara llegar tuvieron que cruzar la Diagonal y la Ronda de Dalt y, posiblemente, pasaron por Esplugues de Llobregat –la localidad alertó, de madrugada, que puercos salvajes rondaban por allí–, según relató a 20 minutos el jefe regional del cuerpo de agentes rurales de Barcelona, Jaume Torralba.
"Hechos así no tendrían que ser normales, pero últimamente lo son", dijo al respecto Torralba. Y es que desde el año 2001, cuando se avistó el primer jabalí paseando por la trama urbana de Barcelona, "centenares" de ellos han sido apresados por los agentes rurales de la capital catalana.
Cambios de hábitos
Pero no sólo ha crecido el número de jabalíes que habitan en Collserola, cuya densidad de población es cada vez más elevada, sino que estos animales han cambiado ya sus hábitos diarios. Han perdido el miedo a los humanos y también a circular por la ciudad. "Han sufrido un proceso de domesticación", corroboró Torralba.
Han sufrido un proceso de domesticaciónEntre las razones de este cambio está la alimentación. "En la ciudad encuentran comida bastante fácilmente", argumentó el agente rural, ya sea rebuscando entre las basuras o los alimentos que los ciudadanos dejan a las colonias de gatos que hay en varios parques.
Cambios de hábitos
Pero no sólo ha crecido el número de jabalíes que habitan en Collserola, cuya densidad de población es cada vez más elevada, sino que estos animales han cambiado ya sus hábitos diarios. Han perdido el miedo a los humanos y también a circular por la ciudad. "Han sufrido un proceso de domesticación", corroboró Torralba.
Han sufrido un proceso de domesticaciónEntre las razones de este cambio está la alimentación. "En la ciudad encuentran comida bastante fácilmente", argumentó el agente rural, ya sea rebuscando entre las basuras o los alimentos que los ciudadanos dejan a las colonias de gatos que hay en varios parques.
No son peligrosos
De antemano, los jabalíes no son peligrosos. En todo caso, hay que tener cuidado con ellos si se va en coche, porque pueden provocar accidentes de tráfico. "Cruzan las carreteras y pueden ocasionar colisiones con los vehículos", explicó el jefe del cuerpo rural de agentes.
En la ciudad encuentran comida bastante fácilmenteLos aprehendidos este miércoles fueron localizados y narcotizados por los guardas rurales hacia las 9.30 de la mañana, ante la atenta mirada de los vecinos de la zona. Los niños eran, sobre todo, los más asombrados. El primer aviso de que se movían por L’Hospitalet era de las 4.48 horas de la madrugada. A las 8 horas los cercaron.
Después de dormirlos fueron trasladados a un centro en el que, probablemente, y tras ser revisados por un veterinario de la Generalitat, serían sacrificados: "Antes, los liberábamos en otras zonas, pero acababan recorriendo kilómetros y regresando a espacios urbanos en busca de más comida", justificó Torralba.
De antemano, los jabalíes no son peligrosos. En todo caso, hay que tener cuidado con ellos si se va en coche, porque pueden provocar accidentes de tráfico. "Cruzan las carreteras y pueden ocasionar colisiones con los vehículos", explicó el jefe del cuerpo rural de agentes.
En la ciudad encuentran comida bastante fácilmenteLos aprehendidos este miércoles fueron localizados y narcotizados por los guardas rurales hacia las 9.30 de la mañana, ante la atenta mirada de los vecinos de la zona. Los niños eran, sobre todo, los más asombrados. El primer aviso de que se movían por L’Hospitalet era de las 4.48 horas de la madrugada. A las 8 horas los cercaron.
Después de dormirlos fueron trasladados a un centro en el que, probablemente, y tras ser revisados por un veterinario de la Generalitat, serían sacrificados: "Antes, los liberábamos en otras zonas, pero acababan recorriendo kilómetros y regresando a espacios urbanos en busca de más comida", justificó Torralba.