La Nochebuena es distinta en cada hogar dominicano
Mientras en muchos hogares pobres aún no saben lo que van a cenar hoy, en otros preparan un imponente banquete con el que han de impresionar la vista y el paladar de los miembros de la familia y de sus invitados.
Casandra Toribio sólo tiene 17 años y es madre de dos niños. Ayer no tenía los recursos para garantizar que tendría una cena de Nochebuena, tampoco para comprar regalos a sus hijos.
La joven mujer lleva una vida llena de limitaciones, lo que se evidencia en el pequeño espacio en el que habita junto a su familia, una vivienda construida en madera y zinc, ubicada en el empobrecido barrio de Rafey.
Toribio sobrevivió a los embates de la tormenta Olga, y aunque se ha recuperado de la sensación de angustia que dejó a su paso, no ha podido hacer lo mismo con la miseria que la agobia, y que comparte con la mayoría de residentes de ese empobrecido sector, donde casi al mediodía un gran número de hombres juegan dominó, como resultado de la falta de empleo.
Su corta edad está marcada por la carencia, aún así cree que los años pasados fueron mejores, pues a esta fecha tenía seguro lo que habría de comer.
“No te puedo decir que vamos a cenar, pues yo no tengo ni un centavo. La cena dependerá de lo que pueda traer mi marido a la casa”, se lamenta Toribio.
Su experiencia se repite en la casa de Martín Contreras, del barrio Santa Lucía. También en la de Berta Rodríguez, de La Piña de Cienfuegos, y cientos de hogares de las diferentes barriadas de Santiago.
A diferencia de ellos, los esposos Alba Rosa Cruz de Santana y José Arturo Santana, residentes en el sector El Despertar, ya planificaron lo que harán esta noche. Regularmente pasan la Nochebuena en su hogar, pero este año han aceptado la invitación de unos familiares que viven fuera de la ciudad.
La familia Santana Cruz entiende que la época es propicia para reunirse con los familiares, pero no sin antes ir a la iglesia.
Aunque no están inmersos en la preparación de la cena, ya que van en calidad de invitados, auguran que será una noche clásica, donde no faltará el cerdo asado, las ensaladas, los pasteles en hoja, así como los vinos y otras bebidas. “Considero que las familias dominicanas deben estar unidas en esta fecha”, dice Cruz de Santana.
Mientras, en la residencia de los esposos Miguel Ángel Cortiñas y Conchy Jorge de Cortiñas, en Los Cerros de Gurabo, el panorama es completamente halagüeño.
La familia de clase alta, que da gracias a Dios por los bienes recibidos, cenará en casa del hijo mayor, rompiendo así con la tradición. En esta ocasión decidieron trasladar la tradicional cena para inculcar a sus nietos la importancia de la unidad familiar.
Tienen claro que esta época es para compartir, y por eso, días antes de la Navidad, Conchy visita el hospital Arturo Grullón para llevarles juguetes a los niños enfermos de cáncer.
Incertidumbre por carencia
Mientras muchas familias viven la incertidumbre por no tener recursos para acudir a los supermercados a comprar los alimentos para la cena, o ir a la juguetería a buscar regalos para sus hijos, los sectores de mayores ingresos acuden a los centros comerciales o han importado los comestibles con los que preparán el banquete de Nochebuena.
El movimiento de recursos luego del pago del sueldo 13 ha provocado mayor flujo de personas en las calles, lo que ha obligado a las autoridades policiales, a los organismos de socorro y al cabildo de Santiago a asumir planes para garantizar la fluidez del tráfico, reducir los robos y disminuir los accidentes.
Planes
Casandra Toribio
Residente en Rafey
“Nosotros vivimos en una situación muy precaria y eso no nos permite hacer planes; para mi familia la vida se define cada día. No te puedo decir que vamos a cenar, pues yo no tengo ni un centavo. La cena de Nochebuena dependerá de lo que pueda traer mi marido a la casa. Eso está por verse”.
Alba Rosa Cruz
Residente en el despertar
“La época de Navidad significa tiempo de reunirse con la familia y las amistades. También es época de regocijo para el mundo entero. Considero que todas las familias dominicanas deben estar unidas en esta fecha especial, y las cosas que este año hicimos mal, tratar de enmendarlas el próximo año”.
Conchy Jorge
residente cerros de gurabo
“Esta cena de Nochebuena va a ser en casa de mi hijo Michael, a la que también acudirá la familia de su esposa. Los niños tendrán un lugar especial para que puedan disfrutar de sus regalos de Navidad y podrán compartir junto a sus primitos, unidos, como debe ser, en esta época especial para la familia”.
Casandra Toribio sólo tiene 17 años y es madre de dos niños. Ayer no tenía los recursos para garantizar que tendría una cena de Nochebuena, tampoco para comprar regalos a sus hijos.
La joven mujer lleva una vida llena de limitaciones, lo que se evidencia en el pequeño espacio en el que habita junto a su familia, una vivienda construida en madera y zinc, ubicada en el empobrecido barrio de Rafey.
Toribio sobrevivió a los embates de la tormenta Olga, y aunque se ha recuperado de la sensación de angustia que dejó a su paso, no ha podido hacer lo mismo con la miseria que la agobia, y que comparte con la mayoría de residentes de ese empobrecido sector, donde casi al mediodía un gran número de hombres juegan dominó, como resultado de la falta de empleo.
Su corta edad está marcada por la carencia, aún así cree que los años pasados fueron mejores, pues a esta fecha tenía seguro lo que habría de comer.
“No te puedo decir que vamos a cenar, pues yo no tengo ni un centavo. La cena dependerá de lo que pueda traer mi marido a la casa”, se lamenta Toribio.
Su experiencia se repite en la casa de Martín Contreras, del barrio Santa Lucía. También en la de Berta Rodríguez, de La Piña de Cienfuegos, y cientos de hogares de las diferentes barriadas de Santiago.
A diferencia de ellos, los esposos Alba Rosa Cruz de Santana y José Arturo Santana, residentes en el sector El Despertar, ya planificaron lo que harán esta noche. Regularmente pasan la Nochebuena en su hogar, pero este año han aceptado la invitación de unos familiares que viven fuera de la ciudad.
La familia Santana Cruz entiende que la época es propicia para reunirse con los familiares, pero no sin antes ir a la iglesia.
Aunque no están inmersos en la preparación de la cena, ya que van en calidad de invitados, auguran que será una noche clásica, donde no faltará el cerdo asado, las ensaladas, los pasteles en hoja, así como los vinos y otras bebidas. “Considero que las familias dominicanas deben estar unidas en esta fecha”, dice Cruz de Santana.
Mientras, en la residencia de los esposos Miguel Ángel Cortiñas y Conchy Jorge de Cortiñas, en Los Cerros de Gurabo, el panorama es completamente halagüeño.
La familia de clase alta, que da gracias a Dios por los bienes recibidos, cenará en casa del hijo mayor, rompiendo así con la tradición. En esta ocasión decidieron trasladar la tradicional cena para inculcar a sus nietos la importancia de la unidad familiar.
Tienen claro que esta época es para compartir, y por eso, días antes de la Navidad, Conchy visita el hospital Arturo Grullón para llevarles juguetes a los niños enfermos de cáncer.
Incertidumbre por carencia
Mientras muchas familias viven la incertidumbre por no tener recursos para acudir a los supermercados a comprar los alimentos para la cena, o ir a la juguetería a buscar regalos para sus hijos, los sectores de mayores ingresos acuden a los centros comerciales o han importado los comestibles con los que preparán el banquete de Nochebuena.
El movimiento de recursos luego del pago del sueldo 13 ha provocado mayor flujo de personas en las calles, lo que ha obligado a las autoridades policiales, a los organismos de socorro y al cabildo de Santiago a asumir planes para garantizar la fluidez del tráfico, reducir los robos y disminuir los accidentes.
Planes
Casandra Toribio
Residente en Rafey
“Nosotros vivimos en una situación muy precaria y eso no nos permite hacer planes; para mi familia la vida se define cada día. No te puedo decir que vamos a cenar, pues yo no tengo ni un centavo. La cena de Nochebuena dependerá de lo que pueda traer mi marido a la casa. Eso está por verse”.
Alba Rosa Cruz
Residente en el despertar
“La época de Navidad significa tiempo de reunirse con la familia y las amistades. También es época de regocijo para el mundo entero. Considero que todas las familias dominicanas deben estar unidas en esta fecha especial, y las cosas que este año hicimos mal, tratar de enmendarlas el próximo año”.
Conchy Jorge
residente cerros de gurabo
“Esta cena de Nochebuena va a ser en casa de mi hijo Michael, a la que también acudirá la familia de su esposa. Los niños tendrán un lugar especial para que puedan disfrutar de sus regalos de Navidad y podrán compartir junto a sus primitos, unidos, como debe ser, en esta época especial para la familia”.