“Se cayó una torre grande en este país”

Por: Andrea Luna

Santo Domingo. El ambiente acongoja a cualquiera. En las que fueron las oficinas de Freddy Beras Goico, quien falleció la madrugada de este jueves, hoy no hay espacio para la alegría. Rostros llorosos, amigos que llegan a solidarizarse y un silencio que recuerda que en aquel espacio hay una voz que no se volverá a escuchar.

Una brisa fresca cargada de tristeza golpea el rostro de Radhamés García Goico, primo de Freddy, quien sentado encima del escritorio principal de la fundación no pudo contener el llanto.

“Se cayó una torre grande en este país”, expresó, mientras luchaba con las incesantes lágrimas que mojaban su rostro.

Un rostro que no se resigna a dejar de apreciar el humor auténtico, el trato afable y humano y sobre todo el cariño que por tantos años recibió de Don Freddy.

En medio de su mirada perdida no desmayó esfuerzo en recordar las maravillas de su pariente que hoy lo deja, pero según –explica– nunca será parte del olvido.

La secretaria de Freddy, a su lado, visiblemente apenada se limitó a decir, en voz baja pero firme “Nos duele su partida“. Sus ojos, cansados y rojos de llorar detenían su mirada al retrato que reposa en una pared de la fundación.

Mientras susurraban el pesar por su muerte una frase salió a relucir: “No quiero ver cuando lleguen sus restos el sábado”, una afirmación común en aquellos que no se resisten a la partida del comunicador.

En el conversatorio García Goico recordó que la Fundación, la cual él dirige hace unos 12 años a petición de su primo, ha ayudado a miles de personas, lo que califica como una satisfacción que Freddy se llevará a donde hoy se encuentre.
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