Ni el cólera para las elecciones del domingo en Haití
Puerto Príncipe. (AP).- A cuatro días de las cruciales elecciones presidenciales y legislativas de Haití, la campaña continuaba el miércoles sin contemplar los llamados a aplazamiento por la epidemia de cólera y los problemas de inseguridad que afectan a la nación caribeña.
El miércoles de mañana cincuenta personas protestaban en el centro de Puerto Príncipe contra el presidente René Preval y su delfín Jude Celestin, que se presenta bajo el estandarte de Inité (Unidad), el partido en el poder. En el lugar se incendiaron banderas con los colores del partido gobernante pero la manifestación no degeneró en mayores actos de violencia.
Según las encuestas Celestin es uno de los favoritos para ganar la presidencia junto a Mirlande Manigat, de 70 años, quien fue efímera primera dama de Haití en 1988 durante la presidencia de su marido Leslie Manigat.
Ni los disturbios que rodearon a la campaña, ni la epidemia del cólera que afecta a la población desde mediados de octubre convencieron a las autoridades de aplazar las elecciones del domingo, como lo propusieron cuatro de los 19 candidatos y grupos de defensa de los derechos humanos estadounidenses y haitianos.
El martes por la noche, el embajador estadounidense en Haití, Kenneth Merten, sumó su voz a la de los partidarios de mantener en pie las elecciones, y dijo que apoyaba "los derechos de los haitianos a participar a elecciones libres, justas y transparentes el 28 de noviembre".
El lunes los partidarios de dos candidatos se enfrentaron en el sudoeste del país dejando dos muertos.
El clima de violencia amenaza al buen desarrollo de unas elecciones que son cruciales para la estabilidad de un país devastado por el sismo del 12 de enero, que dejó más de 250.000 muertos y 1,3 millones de personas sin techo.
El miércoles, el Ministerio de Salud no había publicado el nuevo balance de víctimas por la epidemia del cólera. El último balance de la víspera contó 1.415 muertos y más de 25.000 hospitalizaciones por la contagiosa enfermedad.
Según Nigel Fisher, coordinador de la ONU para Haití, la epidemia "se desarrolla cada vez más rápido". Naciones Unidas y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) juzgan que se podría superar el umbral de los 200.000 casos en tres meses.
Jon Andrus, director adjunto de la OPS, piensa incluso que este número podría duplicarse para llegar a 400.000 casos en un año.
En Washington, el Banco Mundial anunció que preparaba una donación de diez millones de dólares a Haití para mejorar los servicios de salud y luchar contra la epidemia.
La suma, que se prevé sea desbloqueada en diciembre se destinará al Ministerio de Salud Pública, a la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento y a organizaciones no gubernamentales, precisó la institución en un comunicado.
El miércoles de mañana cincuenta personas protestaban en el centro de Puerto Príncipe contra el presidente René Preval y su delfín Jude Celestin, que se presenta bajo el estandarte de Inité (Unidad), el partido en el poder. En el lugar se incendiaron banderas con los colores del partido gobernante pero la manifestación no degeneró en mayores actos de violencia.
Según las encuestas Celestin es uno de los favoritos para ganar la presidencia junto a Mirlande Manigat, de 70 años, quien fue efímera primera dama de Haití en 1988 durante la presidencia de su marido Leslie Manigat.
Ni los disturbios que rodearon a la campaña, ni la epidemia del cólera que afecta a la población desde mediados de octubre convencieron a las autoridades de aplazar las elecciones del domingo, como lo propusieron cuatro de los 19 candidatos y grupos de defensa de los derechos humanos estadounidenses y haitianos.
El martes por la noche, el embajador estadounidense en Haití, Kenneth Merten, sumó su voz a la de los partidarios de mantener en pie las elecciones, y dijo que apoyaba "los derechos de los haitianos a participar a elecciones libres, justas y transparentes el 28 de noviembre".
El lunes los partidarios de dos candidatos se enfrentaron en el sudoeste del país dejando dos muertos.
El clima de violencia amenaza al buen desarrollo de unas elecciones que son cruciales para la estabilidad de un país devastado por el sismo del 12 de enero, que dejó más de 250.000 muertos y 1,3 millones de personas sin techo.
El miércoles, el Ministerio de Salud no había publicado el nuevo balance de víctimas por la epidemia del cólera. El último balance de la víspera contó 1.415 muertos y más de 25.000 hospitalizaciones por la contagiosa enfermedad.
Según Nigel Fisher, coordinador de la ONU para Haití, la epidemia "se desarrolla cada vez más rápido". Naciones Unidas y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) juzgan que se podría superar el umbral de los 200.000 casos en tres meses.
Jon Andrus, director adjunto de la OPS, piensa incluso que este número podría duplicarse para llegar a 400.000 casos en un año.
En Washington, el Banco Mundial anunció que preparaba una donación de diez millones de dólares a Haití para mejorar los servicios de salud y luchar contra la epidemia.
La suma, que se prevé sea desbloqueada en diciembre se destinará al Ministerio de Salud Pública, a la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento y a organizaciones no gubernamentales, precisó la institución en un comunicado.