Soto contra Museo Era de Trujillo
SOTO-JIMENEZ-M-MNUEVA YORK, EEUU.- El ex militar y político José Miguel Soto Jiménez consideró aquí innecesario instalar el “Museo de la Era de Trujillo”, como propuso un diputado opositor en República Dominicana, por considerar que “lo apropiado sería apoyar el ya creado para recordar el martirio a que fueron sometidas las víctimas de la tiranía”.
“Para evitar que sea borrada la memoria histórica del pueblo dominicano basta con el Museo de la Resistencia. Esa es la iniciativa que todos los dominicanos debemos apoyar, inclusiva colocando los instrumentos dejados por sátrapa en esa instalación”, dijo el presidente del Partido V República.
El historiador fue entrevistado en esta ciudad cuando encabezaba un acto político en el Club Dominicano, ubicado en Corona, Queens, en el que también puso en circulación su libro Marfini, en el que realiza un estudio forense sobre la trama que terminó con la muerte a tiros del dictador Trujillo Molina, en mayo de 1961.
“Es cierto que servir a la memoria histórica, pero hay que evitar todo tipo exaltación a una época que recordarla de esa forma lo que hace es abrir las heridas provocadas por sus protagonistas”, observó el ex militar y escritor. “Basta, insisto, con el Museo a la Resistencia”, agregó Soto Jiménez.
La iniciativa legislativa de abrir un Museo de la Dictadura es del congresista Leyvin Guerrero, representante del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) por San Cristóbal, precisamente la provincia de donde era oriundo el dictador que durante 31 años dirigió con mano de hierro los destinos dominicanos.
“La trujillomanía que parece haberse inculcado en al algunos sectores debe ser analizada y tratada con mucho tacto y cuidado porque de no hacerlo podríamos herir y atropellar nuestra memoria histórica. Hay muchos episodios que están frescos en la mente de los ciudadanos, de modo que debemos actuar con cuidado”, observó.
“Para evitar que sea borrada la memoria histórica del pueblo dominicano basta con el Museo de la Resistencia. Esa es la iniciativa que todos los dominicanos debemos apoyar, inclusiva colocando los instrumentos dejados por sátrapa en esa instalación”, dijo el presidente del Partido V República.
El historiador fue entrevistado en esta ciudad cuando encabezaba un acto político en el Club Dominicano, ubicado en Corona, Queens, en el que también puso en circulación su libro Marfini, en el que realiza un estudio forense sobre la trama que terminó con la muerte a tiros del dictador Trujillo Molina, en mayo de 1961.
“Es cierto que servir a la memoria histórica, pero hay que evitar todo tipo exaltación a una época que recordarla de esa forma lo que hace es abrir las heridas provocadas por sus protagonistas”, observó el ex militar y escritor. “Basta, insisto, con el Museo a la Resistencia”, agregó Soto Jiménez.
La iniciativa legislativa de abrir un Museo de la Dictadura es del congresista Leyvin Guerrero, representante del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) por San Cristóbal, precisamente la provincia de donde era oriundo el dictador que durante 31 años dirigió con mano de hierro los destinos dominicanos.
“La trujillomanía que parece haberse inculcado en al algunos sectores debe ser analizada y tratada con mucho tacto y cuidado porque de no hacerlo podríamos herir y atropellar nuestra memoria histórica. Hay muchos episodios que están frescos en la mente de los ciudadanos, de modo que debemos actuar con cuidado”, observó.