L A P E R S O N A H U M A N A
Por: José Gómez Cerda,
Creando al hombre “varón y mujer”, Dios da la dignidad personal de igual modo al hombre y a la mujer, enriqueciéndolos con los derechos inalienables y con las responsabilidades que son propias de la persona humana.
El tema de la Persona Humana es tratado por JACQUES MARITAIN en varias obras, entre ellas: « PARA UNA FILOSOFIA DE LA PERSONA HUMANA », « PRINCIPIOS DE UNA POLITICA HUMANISTA », « LA PERSONA HUMANA Y EL BIEN COMUN », y en otros libros.
Una obra que profundiza éste tema es: « LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y LA LEY NATURAL », que es ideal para todas aquellas personas que quieran iniciarse en los conocimientos de la Doctrina Social Cristiana.
Es un opúsculo que trata la sociedad de Personas Humanas, las cuatros características de la sociedad de hombres libres, el movimiento de las sociedades en el tiempo, el derecho natural, el derecho de las personas y el derecho positivo.
En lo relativo al derecho de las personas, él distingue la persona humana, la persona cívica y la persona obrera.
Jacques Maritain plantea los Derechos Humanos como fruto propio de una Comunidad de hombres libres, organizada en democracia.
« El hombre es una individualidad que se completa a sí misma en la inteligencia y la voluntad; no sólo existe de una manera física, se sobreexiste espiritualmente en conocimiento y amor, de tal manera, que es, en cierto modo, un universo en sí , un microcosmo, que puede darse entero por amor a los otros seres que son para él lo que él es para ellos, relación cuya equivalencia es imposible encontrar en el mundo físico. »
La Persona Humana busca la comunicación con los demás, en un acto inteligente y en el amor, especialmente por medio del diálogo, en el que cada cuál se exprese por la verdad, donde se da y se recibe.
El contacto personal es necesario y útil, fundamentalmente cuando cada cual promueve al otro, llevándolo a ser una persona creativa.
« La dignidad de la Persona Humana es una expresión que no quiere decir nada si no significa que, por la ley natural, la Persona Humana tiene derechos a ser respetada y es sujeto de derechos, posee derechos.
Hay cosas que son debidas al hombre por la precisa razón de que es hombre. La noción de derecho y la noción de obligación moral con correlativas y ambas se apoyan sobre la libertad propia de los agentes espirituales: sí el hombre está moralmente obligado a las cosas necesarias para la consecución de su destino, es porque tiene el derecho de conseguir su destino, tiene derecho a los medios necesarios para ellos. »
Es el hombre quién exige la vida política, la sociedad, la justicia social y el bien común. Los derechos de la Persona Humana deben servir para el desarrollo integral de cada persona, para que pueda participar en las actividades de la sociedad.
La dignidad de la Persona Humana es inalienable, es el punto de partida de la Doctrina Social Cristiana.
El parámetro de la política cristiana está centralizado en la Persona Humana. Los diversos proyectos sociales y los objetivos de la economía deben basarse en las concepciones del hombre.
En el aspecto social lo más importante es el concepto de la humanización de la vida laboral, comprometido con la moral. En la cuestión humana, el hombre trabajador, adquiere una dimensión, que prácticamente se convierte en el principal actor de la Doctrina Social Cristiana.
El modelo de sociedad que se nos trata de imponer en la actualidad, sea en nombre del neoliberalismo o de « la globalización », son individualistas, donde la dignidad de la Persona Humana, ni el bien común son partes importantes. Ahora lo que se presenta como modelo es la eficacia, el mercado, el capital y los beneficios.
Dice Maritain que tanto el individualismo, como el materialismo y el totalitarismo se apoyan en la negación de la persona, por tanto, en su destino y dignidad.
El hombre es la expresión más fidedigna de Dios en la tierra. Las guerras, las torturas, las violaciones a los derechos humanos y las vejaciones a las personas, son demostraciones de que no se respeta la dignidad de la Persona Humana.
Cuando alguien lucha por defender los derechos y libertades de los más humildes, los marginados, los más pobres, y lo hace para elevar su nivel de persona, entonces su lucha adquiere un valor de dimensiones humanas.
Si tomamos en cuanta cual es el balance del desarrollo humano , basado en los niveles de esperanza de vida, salud, alimentación y nutrición, educación, ingresos, condición de los niños y las mujeres, las diferencias entre las áreas rurales y urbanas, podemos notar que existen países y hasta continentes, donde la situación de la Persona Humana está en crisis. A esto debemos agregar la situación espiritual, parte importante del desarrollo humano.
Creando al hombre “varón y mujer”, Dios da la dignidad personal de igual modo al hombre y a la mujer, enriqueciéndolos con los derechos inalienables y con las responsabilidades que son propias de la persona humana.
El tema de la Persona Humana es tratado por JACQUES MARITAIN en varias obras, entre ellas: « PARA UNA FILOSOFIA DE LA PERSONA HUMANA », « PRINCIPIOS DE UNA POLITICA HUMANISTA », « LA PERSONA HUMANA Y EL BIEN COMUN », y en otros libros.
Una obra que profundiza éste tema es: « LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y LA LEY NATURAL », que es ideal para todas aquellas personas que quieran iniciarse en los conocimientos de la Doctrina Social Cristiana.
Es un opúsculo que trata la sociedad de Personas Humanas, las cuatros características de la sociedad de hombres libres, el movimiento de las sociedades en el tiempo, el derecho natural, el derecho de las personas y el derecho positivo.
En lo relativo al derecho de las personas, él distingue la persona humana, la persona cívica y la persona obrera.
Jacques Maritain plantea los Derechos Humanos como fruto propio de una Comunidad de hombres libres, organizada en democracia.
« El hombre es una individualidad que se completa a sí misma en la inteligencia y la voluntad; no sólo existe de una manera física, se sobreexiste espiritualmente en conocimiento y amor, de tal manera, que es, en cierto modo, un universo en sí , un microcosmo, que puede darse entero por amor a los otros seres que son para él lo que él es para ellos, relación cuya equivalencia es imposible encontrar en el mundo físico. »
La Persona Humana busca la comunicación con los demás, en un acto inteligente y en el amor, especialmente por medio del diálogo, en el que cada cuál se exprese por la verdad, donde se da y se recibe.
El contacto personal es necesario y útil, fundamentalmente cuando cada cual promueve al otro, llevándolo a ser una persona creativa.
« La dignidad de la Persona Humana es una expresión que no quiere decir nada si no significa que, por la ley natural, la Persona Humana tiene derechos a ser respetada y es sujeto de derechos, posee derechos.
Hay cosas que son debidas al hombre por la precisa razón de que es hombre. La noción de derecho y la noción de obligación moral con correlativas y ambas se apoyan sobre la libertad propia de los agentes espirituales: sí el hombre está moralmente obligado a las cosas necesarias para la consecución de su destino, es porque tiene el derecho de conseguir su destino, tiene derecho a los medios necesarios para ellos. »
Es el hombre quién exige la vida política, la sociedad, la justicia social y el bien común. Los derechos de la Persona Humana deben servir para el desarrollo integral de cada persona, para que pueda participar en las actividades de la sociedad.
La dignidad de la Persona Humana es inalienable, es el punto de partida de la Doctrina Social Cristiana.
El parámetro de la política cristiana está centralizado en la Persona Humana. Los diversos proyectos sociales y los objetivos de la economía deben basarse en las concepciones del hombre.
En el aspecto social lo más importante es el concepto de la humanización de la vida laboral, comprometido con la moral. En la cuestión humana, el hombre trabajador, adquiere una dimensión, que prácticamente se convierte en el principal actor de la Doctrina Social Cristiana.
El modelo de sociedad que se nos trata de imponer en la actualidad, sea en nombre del neoliberalismo o de « la globalización », son individualistas, donde la dignidad de la Persona Humana, ni el bien común son partes importantes. Ahora lo que se presenta como modelo es la eficacia, el mercado, el capital y los beneficios.
Dice Maritain que tanto el individualismo, como el materialismo y el totalitarismo se apoyan en la negación de la persona, por tanto, en su destino y dignidad.
El hombre es la expresión más fidedigna de Dios en la tierra. Las guerras, las torturas, las violaciones a los derechos humanos y las vejaciones a las personas, son demostraciones de que no se respeta la dignidad de la Persona Humana.
Cuando alguien lucha por defender los derechos y libertades de los más humildes, los marginados, los más pobres, y lo hace para elevar su nivel de persona, entonces su lucha adquiere un valor de dimensiones humanas.
Si tomamos en cuanta cual es el balance del desarrollo humano , basado en los niveles de esperanza de vida, salud, alimentación y nutrición, educación, ingresos, condición de los niños y las mujeres, las diferencias entre las áreas rurales y urbanas, podemos notar que existen países y hasta continentes, donde la situación de la Persona Humana está en crisis. A esto debemos agregar la situación espiritual, parte importante del desarrollo humano.