Cheo Zorrilla espera volver al escenario
Cheo Zorrilla es un hombre silente, de ojos color aqua, de voz pausada y profunda, sacada de las entrañas de una garganta que se manifiesta intacta, sin el daño que causan los años.
Desde el 1991 entró a trabajar en lo que él califica como “asuntos aeroportuarios”, lejos de lo que fue su carrera artística; aunque sigue componiendo, guardando esas “canciones en un baúl a la espera de que venga una voz y las levante”. Lo dice en serio.
Autor de ese clásico inolvidable que le grabara, en el 1976, su hoy amigo entrañable y compadre Danny Rivera, “Apocalipsis”, primera composición que le inmortalizaron en el acetato, Zorrilla es un hombre que entiende la evolución que traen los años y anhela con ganas que una de esas composiciones que guarda celosamente en un baúl, sean rescatada por una agrupación como Aventura, un merenguero como Héctor Acosta o, para variar, un baladista como Luis Miguel. Casi no pide nada.
“Aquí tenemos artistas muy buenos”, reconoce el cantautor en entrevista concedida a El Caribe. “Me gustaría que el grupo Aventura me grabara una composición, de las tantas que tengo escrita; Héctor Acosta, que es de los merengueros que tiene mejor voz o Luis Miguel, uno de mis favoritos”.
Pero mientras espera porque llegue una de esas oportunidades –tiene razones para confiar en que artistas importantes se decidan por grabarle– Cheo invirtió su tiempo libre para enfracarse en la escritura de la que será su primera novela: Relatos de una gloria gris, una obra que pretende publicar con un álbum de diez canciones grabadas por sus amigos.
“Escribí la historia de un compositor que está preso”, dice, y de inmediato aclara que la obra no es autobiográfica. “Es un relato interesantísimo, en el que denuncio los niveles de corrupción y delincuencia que afectan nuestra sociedad”.
La novela podría ver la luz a final de año, gracias al “respaldo de mi gran amigo Danny Rivera, quien ha puesto a disposición su fundación para imprimir este libro”.
Más que como cantante –quien debutó a principios de los 70 en el popular Festival de la Voz que organizaba Amucaba– a Cheo se le conoce como compositor, gracias a canciones inmortalizadas por artistas de renombre como Chucho Avellanet, Sophy, Lalo Rodríguez y David Pavón.
Pero es su amigo Danny Rivera quien más composiciones le ha llevado a la radio, teniendo a “Los hombres también lloran” y “Apocalipsis” como dos de sus temas más conocidos. Con “Sembrador” y “Antes”, Cheo participó en dos ediciones del festival de Amucaba, ganando el quinto lugar en el 1973, según recuerda.
Tiempos difíciles
Cheo Zorrilla pertenece a ese grupo de cantantes solistas que surgieron en la década del 70 y decollaron en los 80. Se dedicó, además de cantar, a componer, “pero la vida artística es muy limitada para nosotros, sobre todo en estos tiempos que es tan costoso grabar y promocionar un tema”.
De todas formas, el cantautor sigue su vida, en una especie de retiro voluntario que no le impide volver al escenario, “si así lo desease alguien que quiera recordar aquellos años dorados”.
Desde el 1991 entró a trabajar en lo que él califica como “asuntos aeroportuarios”, lejos de lo que fue su carrera artística; aunque sigue componiendo, guardando esas “canciones en un baúl a la espera de que venga una voz y las levante”. Lo dice en serio.
Autor de ese clásico inolvidable que le grabara, en el 1976, su hoy amigo entrañable y compadre Danny Rivera, “Apocalipsis”, primera composición que le inmortalizaron en el acetato, Zorrilla es un hombre que entiende la evolución que traen los años y anhela con ganas que una de esas composiciones que guarda celosamente en un baúl, sean rescatada por una agrupación como Aventura, un merenguero como Héctor Acosta o, para variar, un baladista como Luis Miguel. Casi no pide nada.
“Aquí tenemos artistas muy buenos”, reconoce el cantautor en entrevista concedida a El Caribe. “Me gustaría que el grupo Aventura me grabara una composición, de las tantas que tengo escrita; Héctor Acosta, que es de los merengueros que tiene mejor voz o Luis Miguel, uno de mis favoritos”.
Pero mientras espera porque llegue una de esas oportunidades –tiene razones para confiar en que artistas importantes se decidan por grabarle– Cheo invirtió su tiempo libre para enfracarse en la escritura de la que será su primera novela: Relatos de una gloria gris, una obra que pretende publicar con un álbum de diez canciones grabadas por sus amigos.
“Escribí la historia de un compositor que está preso”, dice, y de inmediato aclara que la obra no es autobiográfica. “Es un relato interesantísimo, en el que denuncio los niveles de corrupción y delincuencia que afectan nuestra sociedad”.
La novela podría ver la luz a final de año, gracias al “respaldo de mi gran amigo Danny Rivera, quien ha puesto a disposición su fundación para imprimir este libro”.
Más que como cantante –quien debutó a principios de los 70 en el popular Festival de la Voz que organizaba Amucaba– a Cheo se le conoce como compositor, gracias a canciones inmortalizadas por artistas de renombre como Chucho Avellanet, Sophy, Lalo Rodríguez y David Pavón.
Pero es su amigo Danny Rivera quien más composiciones le ha llevado a la radio, teniendo a “Los hombres también lloran” y “Apocalipsis” como dos de sus temas más conocidos. Con “Sembrador” y “Antes”, Cheo participó en dos ediciones del festival de Amucaba, ganando el quinto lugar en el 1973, según recuerda.
Tiempos difíciles
Cheo Zorrilla pertenece a ese grupo de cantantes solistas que surgieron en la década del 70 y decollaron en los 80. Se dedicó, además de cantar, a componer, “pero la vida artística es muy limitada para nosotros, sobre todo en estos tiempos que es tan costoso grabar y promocionar un tema”.
De todas formas, el cantautor sigue su vida, en una especie de retiro voluntario que no le impide volver al escenario, “si así lo desease alguien que quiera recordar aquellos años dorados”.