Suzanne se entregó a Jesús a los 12 años, porque quiere ser perfecta como El lo es

Por: Juan Francisco Matos

BARAHONA. Hay personas que desde muy jovencitas presentan vocación y voluntad de servir desinteresadamente a los demás, por lo que ingresan a una de las tantas congregaciones cristianas por considerar que desde allí pueden desarrollar su labor deseada, tato a nivel de su país como internacional.

Este es el caso de la norteamericana, Suzanne Morell Berry de de la Iglesia Bautista Arapaho de Garland, TX, Estados Unidos, a la cual ingresó a los doce años de edad y ya tiene 20 ejerciendo su ministerio cristiano, de los cuales seis a dedicado a la República Dominicana, incluyendo esta ciudad de Barahona.

La misión de esta señora es pintar el rostro de personas en una lamina especial, la cual entrega al interesado en el interior de una funda plastica con un escrito que reza: "Porque El ha resucitado", así como un folleto que explica, entre otras cosas: "El Espirítu Santo me convenció de que no hay salvación fuera de la fe en Jesús y sólo Jesus". "Antes de aceptar a Jesús como mi salvador cuando yo tenía doce años, yo traté de ser perfecta como él es perfecto porque mis padres y familias amaban a Jesús".

Esta cristiana mujer que no habla español, por lo que tiene como interprete a una joven identificada como Lupe María Román Carrasco, la cual es nativa de esta ciudad y le falta su pierna derecha que perdió en un accidente, ya ha venido dos veces a Barahona, en cuyas oportunidades a realizado sus actividades de pintar rostros en el Parque Central.

La persona que acepta que la mujer le pinte su rostro, primero tiene que anotar su nombre en una lista muy que está en poder de la joven interprete de la religiosa.

"Mi misión en este mundo es pintar rostros de personas de lo que me siento feliz y contenta, porque con este trabajo, mi Señor se siente complacido", dijo la religiosa, a través de su interprete.

Explicó que uno de los objetivos de su misión, es que la gente comprenda que servir con amor y desinterés a los demás, siempre en el nombre de Jesús, es una de las virtudes más grande que puede tener un ser humano. "Todos los hechos buenos por muy sencillos y humildes que sean, agradan a Dios, por lo que los exhorto a servir al prójimo desde cualquier ángulo del lugar donde se encuentren".

Tanto, los ciudadanos que aceptan se le pinte su rostro, así como aquellos que presencian a Suzanne, quedan sorprendidas por la agilidad y rapidez conque esta ejecuta esa labor.
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