El Suroeste sigue clamando por presa de Monte Grande
Por: Juan Francisco Matos
La región Suroeste, aprovecha de manera parcial los recursos de aguas conque cuenta, por medio de las presas de Sabana Yegua, Sabaneta y el dique de Villarpando, cosa que según experto, podría ser total si estuviera construida la presa de Monte Grande.
La región Suroeste, aprovecha de manera parcial los recursos de aguas conque cuenta, por medio de las presas de Sabana Yegua, Sabaneta y el dique de Villarpando, cosa que según experto, podría ser total si estuviera construida la presa de Monte Grande.
Esta importante presa, que hasta la fecha no ha sido iniciada, a pesar de que ya hay muchos pasos adelantados en tal sentido, la cual está señalada a ser levantada en el sitio del mimsop nombre de la provincia Baoruco, tendrá una importancia de mucha significación para el Suroeste, zona que no obstante tener recursos naturales suficientes para arrancar hacia su desarrollo total, es una de la más pobres del país.
Debido a la trascendental importancia que representa esa obra para los residentes en el Suroeste, es que los diferentes sectores que hacen vida en la zona, siguen reclamando con insistencia al presidente Leonel Fernández, que tome el asunto en sus manos para que la presa se inicie lo más pronto posible.
Entre los grandes beneficios que la presa de Monte Grande aportará al Suroeste, se encuentran el control de las grandes avenidas del río yaque del Sur, el cual en el año 1998, durante el paso por el país del ciclón Georges, en 1998, prácticamente diezmó los pueblos de Vicente Noble, Tamayo y otras pequeñas localidades, cobrando la vida de varias personas, causó oca daños millonarios a la producción agropecuaria y destruyó decenas de viviendas.
Además, el abastecimiento de agua al Acueducto del Suroeste, , incorporación a la producción de casi 400 mil tareas aptas parta todo tipo de cultivos en el valle de Neiba, producción de muchos kilovatios de energía eléctrica para fortalecer el debilitado sistema energético de la región y la absorción de cientos de manos de obras desocupadas.