Califican de vergonzoso que Barahona, la Capital del Suroeste, no tenga un estadio de jugar pelota

Por: Juan Francisco Matos

BARAHONA. A partir del año 1984, el único estadio de beisbol de esta ciudad, el Nadín J. Hazhoury, comenzó a deteriorarse y ninguna de las autoridades deportivas de los gobiernos de turno se ocuparon de darle mantenimiento, lo que trajo como consecuencia que hoy el mismo se encuentre completamente inservible.


En el estadio se comenzó a jugar pelota en la década de los años 50, en pleno campo abierto, mientras se construían algunas enramadas para que los peloteros y fanáticos se protegieran del candente sol del Suroeste.

A finales de los años 60 se construyó una verja de blocks y se su interior se hicieron otros trabajos, y ya para la década de los 70 es que se hacen las primeras reparaciones a esas pequeñas obras.

Para los V Juegos Nacionales efectuado en 1981, el entonces presidente Don Antonio Guzmán, dispuso, a través de SEDEFIR su total remozamiento con una fachada, gradas techadas, oficinas, baños dogauts y otras facilidades.

Cuatro años más tarde, ya el estadio presentaba claros signos de deterioro y nadie jamás se preocupó de él hasta llegar a tener el aspecto de ruina que hoy presenta, razón por la cual, hoy Barahona no tiene un campo donde practicar beisbol.

El techado, las gradas, los baños, las instalaciones eléctricas, las oficinas y toda su estructura han sido consumidas por el abandono.

Tiene su paredes inservibles, en tanto, que los ladrones cargaron con los lavamanos, inodoros, puertas y las ventanas, desmantelando también ,las instalaciones eléctricas.

Del terreno de juego ni hablar. La grama desapareció hace mucho tiempo y los relieves que presenta impiden a los aficionados al beisbol jugar en ese lugar, el cual ha convertido en un corral de burros y chivos por pequeños criadores.

Debido a que su estructura está completamente inservible, no soporta una reparación, por lo que urge que el gobierno construya una nueva y moderna instalación deportiva.

"Da pena y verguenza que siendo Barahona la capital del Suroeste, no tenga estadio moderno, donde los jóvenes practiquen la importante disciplina del deporte", comentaron los comunitarios Juan Sepúlveda y Arcadio Peña.

El fenecido deportista, Luis Antonio Sánchez, siempre se manifestó publicamente por diferentes medios de comunicación, exigiendo de las autoridades de SEDEFIR de los gobiernos de turno, la construcción de un nuevo estadio, pero nunca se hizo caso a dicha inquietud, que es la misma de todos los nativos en la Perla del Sur.

"El estadio Nadín J. Hazhoury fue abandonado a su suerte y su estructura se deterioró tanto, que hoy no soporta una reparación, por lo que hay que construir una nueva edificación", dijo el deportista Ruffo Sánchez.

Aquí se crearon algunos movimientos encabezados por nativos residentes en Estados Unidos, que hicieron gestiones ante pasados gobiernos, incluyendo el de Hipólito Mejía, para que se levantara una nueva y moderna instalación deportiva, a los cuales tampoco se hizo caso, por lo que esos afanes se desvanecieron como el humo de un cigarrillo.

En tanto, los barahoneros siguen lamentando que pueblos de menor importancia, tengan amplios y modernos estadios de beisbol, y aunque por el momento no se vislumbra la posibilidad de que se le construya uno, abrigan la esperanza de que esto se materialice aunque sea en el "2075".
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