Dirigente del Colegio Médico Dominicano aboga por la construcción de un alberge para enfermos mentales en Barahona.
BARAHONA, (República Dominicana), Jueves, 02 Sept., 202 La propuesta del doctor Wilkin Féliz Pérez, presidente de la interprovincial Barahona-Pedernales del Colegio Médico Dominicano (CMD) a las autoridades del gobierno sobre la construcción o habilitación de "un centro albergue para enfermos mentales en esta ciudad” ha recibido el apoyo de diferentes sectores que hacen vida en esta provincia.
La información dada a conocer por el comunicador, licenciado Mayobanex de Jesús Laurens en su portal Diario Digital Barahona, señala que la propuesta en tal sentido fue hecha por el reconocido galeno tras pedir un turno en el marco de un encuentro que sostuvieron autoridades gubernamentales, municipales, policiales, militares y representantes de la llamada sociedad civil, en el Recinto UASD Barahona.
Señala que se trata una propuesta “humanizante”, rebosante del sentido humanista de un profesional de la medicina, preocupado por la salud mental y la gran cantidad de enfermos mentales que deambulan por las calles de la “Perla del Sur”.
De Jesús Laurens dice que él y su diario digital se adhieren a la propuesta del doctor Féliz Pérez, ya que también observan como a diario circulan por las calles locales, en especial de la zona céntrica esos enajenados mentales, muchas veces casi desnudos, en condiciones infrahumanas, mal olientes, quienes en ocasiones se tornan violentos, agrediendo a las personas y provocando daños a las propiedades públicas y privadas.
"Ojalá y Wilkin insista y persista con su iniciativa, y la exponga en todos los escenarios que le corresponda hablar cómo médico directivo de la institución gremial que representa, hasta que el proyecto se haga realidad, pues es una verdadera necesidad", comenta.
La construcción de un albergue para enfermos mentales es un anhelo de diferentes sectores locales y la comunidad en general, que durante varias décadas solicitaron la obra a las autoridades de los gobiernos de turno, las cuales no movieron un dedo en tal sentido, no comunicaron la inquietud a sus superiores en Santo Domingo, ni mucho menos a los presidentes de la República en ese entonces.
Los enajenados mentales que circulan por las calles y avenidas locales, cuya mayoría es de nacionalidad haitiana, duermen en las aceras bajo balcones de casas familiares y establecimientos comerciales, parques, solares baldíos y edificios en construcción.
Muchos se alimentan de las sobras que encuentran en zafacones y en el viejo mercado municipal, mientras que otros tienen la suerte de que personas de buen corazón, que siempre las hay, les suministran alimentos cocidos.
Algunas de estas personas de buen corazón entre estas, de alta y mediana posición económica, cuando los enajenados mentales por alguna razón no pasan frente a sus viviendas, guardan en sus neveras los alimentos y al día siguiente se los entregan, incluso, en ocasiones les suministran algunas vestimentas que tienen de desuso.