Jack el Destripador: el asesino "perfecto" de Whitechapel
Jack el destripador asoló la ciudad de Londres en 1888.
El "modus operandi" del asesino era cortar la garganta de su víctima de lado a lado, abrir su cavidad abdominal y en la mayoría de los casos extirpar órganos: vísceras, riñón, útero, intestinos y hasta el corazón en algunas ocasiones. Jamás lo encontraron.
Por Gabriel Arias
DOMINGO, 14 FEBRERO, 2021: La historia criminalística tiene nombres que erizan la piel de solo escucharlos, por su métodos para asesinar, las víctimas y las circunstancias en que se dieron, y entre las penumbras aparece alguien que es considerado tal vez como el "asesino serial" de la historia, por su difusión de sus crímenes y sobre todo porque nunca se pudo descubrir su verdadera identidad: se trata de "Jack el destripador".
En plena vigencia de la Época Victoriana en el Reino Unido (regido por la reina Victoria I desde 1837 a 1901), esta nación se convirtió en la más poderosa de todo el planeta, ya que sus avances culturales, económicos, científicos, culturales e industriales la convirtieron en la "meca" del mundo.
Es por eso, que una fuerte corriente migratoria llegó desde todos los puntos de Europa para lograr una mejora en la calidad de vida, pero esto además de una cierta oportunidad para los extranjeros, también hizo que se lograra un importante sobrepoblación en el país.
A río revuelto, ganancia de pescador
Uno de los puntos donde más inmigrantes desembarcaron fue en el sector de la ciudad de Londres denominado East End, donde la superpoblación derivó en alcoholismo, prostitución, enfermedades y crímenes, lo que la convirtió en una de las zonas menos deseables para vivir (de hecho, la Policía Metropolitana de Londres contabilizó 62 burdeles con 1.200 prostitutas en esa parte de la capital nacional). Y si algo le faltaba para empeorar la situación, se completó con la aparición de un macabro personaje "Jack the Ripper" (Jack el destripador), quien trajo el horror en el barrio londinense de Whitechape
La policía cree que el asesino se vestía con capa y galera negra.
Para aquella época los ataques a las mujeres eran comunes por diversos motivos, aunque no tenían la marca de la crueldad extrema, hasta que la situación recrudeció el 31 de agosto de 1888, cuando la policía encontró a la primera víctima: se trató de Mary Ann Nichols, quien fue hallada en el calle Durward con cortes en la garganta, el abdomen bastante rasgado y varias incisiones en otras partes del cuerpo hechas con el mismo cuchillo.
Ataque cruento
El 8 de setiembre de 1888 el cuerpo de Annie Chapman fue hallado cerca de la entrada del patio interior de una vivienda sobre la calle Hanbury, con dos incisiones en la garganta pero con el vientre apuñalado y su útero extirpado, lo cual causó conmoción para la época la manera de asesinar que tuvo el asesino.
La prensa se hizo eco de los crímenes.
Si bien otras mujeres habían muerto a manos de hombres, este hecho fue considerado más tarde por la policía británica, como el inicio de los asesinatos de "Jack el destripador".
Dos muertes en una noche
El 30 de septiembre aparecieron dos víctimas más: Elizabeth Stride y Catherine Eddowes. En el primer caso el cuerpo fue encontrado en la calle Henriques y presentaba un corte en el lado izquierdo del cuello que destruyó la arteria carótida, y si bien no sufrió la extirpación de ningún órgano, esto se debe a que este asesino habría sido visto por alguien, y tuvo que huir sin "terminar con la tarea". En tanto, el segundo cuerpo (de aquella madrugada de domingo) fue hallado casi una hora más tarde por parte de la policía en Mitre Square, y en este caso, tuvo el sello de Jack, ya que el cadáver tenía la garganta cortada, una incisión profunda en el abdomen y le habían extirpado el riñón izquierdo y el útero.
Las investigaciones policiales se potenciaron porque el desconocido asesino parecía tener un mismo patrón de asesinato: las víctimas habían muerto en horas de la noche (a la hora del cierre de los bares), generalmente durante los fines de semana y al final de cada mes. Además, las fallecidas eran de la misma clases social (casi todas prostitutas) y vivían a pocas cuadras entre sí.
Modus operandi
En cuanto a los crímenes, las occisas morían de la misma forma, ya que el "modus operandi" era cortar su garganta de lado a lado, abrír su cavidad abdominal y en la mayoría de los casos extirpar órganos: vísceras, riñón, útero, intestinos y hasta el corazón en algunas ocasiones.
Otra de las portadas de la época.
Otra punto que pudo confirmar la policía londinense es que no había "heridas de defensa" por parte de las mujeres afectadas, es decir, uñas con sangre o indicios que indican que en pleno ataque hubiera una defensa de la víctima, con lo cual se confirmó que las víctimas estaban con el atacante, tal vez confiadas, en el momento del hecho, y que éste era el momento que aprovechaba el criminal para actuar.
¿Último cuerpo?
Cuando la niebla de las muertes parecía desaparecer, el 9 de noviembre otro cuerpo "habló", en este caso fue el de Mary Jane Kelly, encontrada en la habitación de su casa sobre Miller's Court- También tenía un corte en la garganta pero hasta la espina dorsal y le habían extirpado los órganos abdominales y el corazón.
Este nuevo golpe a la policía los puso en la mira ante la opinión pública y el periodismo de aquel entonces, que comenzó a recibir cartas por parte del supuesto asesino, como la conocida "Querido Jefe" que estaba firmada por Jack el Destripador, momento en nació el apodo que todos conocen en la actualidad. Si bien esta misiva fue enviada al periodismo y la propia policía, nunca pudo confirmarse que se trataba del propio criminal que la había escrito de "puño y letra".
Investigación
Con este nuevo cuerpo, las investigaciones policiales se basaban en que el criminal tenía que ser médico, carnicero o alguien que manipulara bien los elementos de corte, ya que deberían tener conocimiento de anatomía o despiece de los órganos. También se confeccionó un perfil criminal de Jack, en el cual el doctor Thomas Bond lo describió como "alguien físicamente fuerte y de gran frialdad y audacia. Puede ser un hombre tranquilo, de apariencia inofensiva, mediana edad y vestido de forma cuidadosa y respetable, además conoce muy bien la zona de Whitechapel y sus pequeñas calles", aunque todas estas suposiciones quedaron en la nada, ya que nunca se pudo identificar al criminal.
Para ese momento, y con la presión mediática de por medio, la policía londinense llegó a entrevistar a 2 mil personas, de los cuales, 300 fueron investigadas y 80 detenidas, pero a pesar de estos esfuerzos, el famoso asesino no puede ser encarcelado.
Sospechosos
Entre los principales sospechosos que la policía "tenía en la mira" había seis que fueron sigilosamente investigados como el Duque de Clarence (familiar de la reina Victoria I), Walter Sickert (pintor alemán), Francis Craig (periodista británico), Montague John Druitt (docente británico), Aaron Kosminski (barbero polaco) y Carl Feigenbaum (marinero alemán), pero no se les pudo probar nada y fueron eximidos de culpa y cargo.
Estos son algunos de los sospechosos de los crímenes.
Preocupados por el fallido intento policial por encontrar al criminal, un grupo de vecinos de la zona comenzó a patrullar las calles por las noches con el apodo de "Comitè de Vigilancia de Whitechapel" para dar con sospechosos de las muertes (incluso contrataron detectives privados), pero tampoco tuvieron suerte.
Sin el "sello" de Jack
A finales de ese año, otra mujer fue asesinada en esa zona londinense, aunque en esta ocasión el óbito se debió a un estrangulamiento, es decir, ajeno a la práctica que ejercía Jack el destripador, con lo cual este crimen se descartó del historial de este asesino, que tras aquel asesinato de Kelly en noviembre de 1888, no volvió a "dejar su sello" mortal y su figura desapareció para siempre con la bruma cotidiana de Londres.
Fragmento de la película "The Lodger" (1944).
Algunos creen que se suicidó porque la policía estaba cerca de identificarlo, otros dicen que escapó del país y unos pocos sostienen que ha sido alguien "poderoso" que decidió frenar su "sed de sangre" contra las mujeres.
Libros y películas
Su personaje ha sido muy atractivo para escritores y guionista del cine mundial, ya que se han escrito y realizado películas sobre este asesino serial como "The Curse Upon Mite Square" de John Francis Brewer (1888), "The Lodger: A story of The London fog" (película de Alfred Hitchcock en 1927), "Yours truly, Jack the Ripper" (publicada por Robert Bloch en 1943), "Jack the Ripper: The Final solution" (Sthephen Knight de 1976), "I, Ripper" (novela de Stehphen Hunter de 2015), entre otras.
Uno de los tantos libros basados en el accionar del asesino.
Finalmente, en la década de 1970 apareció la terminología "Ripperología" por parte del escritor británico Colin Wilson, que hace referencia a los estudios sobre los homicidios de Jack el destripador, y además existen periódicos que difunden los resultados de dichas investigaciones, como "Ripperana", "Ripper notes" y "Ripperologist". /Crónica/.