El IX congreso, vital para el PLD
Por ISMAEL BATISTA
dribaistaf@hotmail.com
SÁBADO, 14 NOVIEMBRE, 2020: Juan Bosch renunció del Partido Revolucionario Dominicano en diciembre de 1973 porque este había cumplido su cometido histórico y dos días después funda el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que sería un partido nuevo, no solamente en República Dominicana sino también en América.
Así fue que un grupo dirigentes del PRD se unió a Juan Bosch para formar el embrión del partido que tenía una estructura organizativa nueva y diferenciada de los demás partidos del país, comenzando la tarea con los círculos de estudios.
El congreso constitutivo se realiza el 15 de diciembre de 1973, cual se honró con el nombre de Juan Pablo Duarte, porque el objetivo de la fundación de partido era completar la inconclusa obra ideada e iniciada por el padre de la patria.
En adelante todos los esfuerzos y trabajos en el orden político y social de los peledeístas estarán dirigidos a lograr la liberación nacional.
Obviamente, para la coordinación de los trabajos políticos, tácticos y estratégicos y para desarrollar el partido a la altura del proyecto, fueron estructurados los máximos organismos de dirección: Comité Político integrado por 5 miembros y el Comité Central por unos 30. Y así sucesivamente los intermedios y de base.
Después del congreso constitutivo Juan Pablo Duarte, como hemos expresado, el siguiente, que es el primer ordinario, denominado Napier Diaz González, se realiza en1978. En los sucesivos, se efectuarán cada 4 años.
¿Por qué cada 4 años? Por lo que consta en los estatutos. Citamos: “El Congreso Ordinario es el más alto organismo de dirección de Partido y está constituido todas las estructuras orgánicas dirigenciales de la organización”.
Atribuciones del congreso (continúa la cita): Establecer la teoría oficial y fijar los principios básicos en que se sustenta la existencia y la razón de ser del Partido de la Liberación Dominicana.
Aprobar, modificar la Línea Política Estratégica nacional e internacional del Partido de la Liberación Dominicana.
Aprobar o modificar los Estatutos del Partido.
Dar acta de la elección de los Miembros del Comité Central y proclamarlos. –Termina la cita.
Está claro que en las atribuciones del Congreso se fundamenta, en el devenir del tiempo, la vitalidad y el dinamismo de la organización. Para ello, la renovación es sine qua non para adaptar el partido a las nuevas circunstancias en el panorama político nacional e internacional.
Que en el caso de la República Dominicana cada cuatrienio se realizan Elecciones Nacionales que resultan en nuevo gobierno que trae consigo cambios en los aspectos políticos, sociales y económicos en el país. Del mismo modo sucede en el plano internacional.
Por lo tanto, el partido, además de ser objeto de restructuración e innovación a nivel organizativo, se ve en la necesidad de elaborar políticas acordes a las nuevas realidades nacionales e internacionales.
Sucedió así hasta el v congreso en 1994, bautizado con el nombre de Enmanuel Espinal.
En ese mismo orden es bueno destacar, que los primeros congresos ordinarios, fueron esenciales para conformación organizativa y para el desarrollo del partido. Realmente el partido creció y llegó a la adultez por las ideas que surgieron en las confrontaciones y debates de congresos a congreso.
Precisamente, en ese escenario se crearon los métodos de trabajos del PLD. Nueva metodología de práctica política que impactaron la sociedad dominicana y que su aplicación fue fundamental para el partido implementar línea de masas y expandir el partido.
Para entonces, los círculos de estudios eran la unidad estructural básica y la puerta de entrada al PLD; fue realmente a través de ellos que se logró desarrollar y ampliar la estructura orgánica del nuevo partido político.
Ello resultó en los 80s, el PLD había concluido su etapa de construcción y diseño, comenzando a implementar una línea de masas (sancionada en congreso ordinario), con el propósito de vincularse más a la sociedad y apuntalar su crecimiento; manteniendo siempre la mística del peledeismo de crecer en cantidad manteniendo la calidad.
En la cobija de esa premisa, en las elecciones del 1986 el PLD obtiene 387,814 votos, números electorales que le permitieron obtener curules en el senado y cámara de diputados de la república, alcaldes y regidores a nivel nacional.
Con esa proporción de votos y la obtención de cargos electivos a 13 años de su fundación, el Partido de la Liberación Dominicana logra romper el bipartidismo que prevalecía en la sociedad dominicana, y ratifica su condición de fuerza política en ascenso.
Y no solo logra cambiar el panorama electoral dominicano sino también cuatro años después, en 1990 Juan Bosch gana las elecciones presidenciales cuyo ascenso al poder fue frustrado con fraude electoral consumado por Joaquín Balaguer y sectores internacionales.
INVOLUCION Y BUROCRACIA PARTIDARIA.
En las elecciones del 1994 el candidato del PLD manifiesta indicio de deterioro cognitivo, pero ya en 1990, en el congreso Félix Servio Ducoudray y Miguel Soto, se había dado cuenta de que eran capaces peledeistas, y lo dijo poco después en renuncia frustrada por las bases del partido: “en el partido hay una corriente oportunista integrada por senadores, diputados, síndicos y regidores, entre otros, interesada en escalar cargos públicos y obtener dinero”.
El 1 de noviembre de 2001 en Santo Domingo, fallece Juan Bosch. Ese año el Partido de la Liberación Dominicana realizó VI congreso ordinario, se le asigna el nombre del presidente Ad vitan de la organización, en el mismo se concluye apertura y modernización del PLD.
Pero, por los hechos y situaciones ocurrido después del congreso, podemos inferir que este marco el inicio del proceso de involución orgánica y política que hoy día agrieta el PLD.
Es más, todo apunta a confirmar que ese grupo de oportunistas a los que Juan Bosch hizo referencia durante el VI Congreso en 1990, habían diseñado una estrategia política con el deliberado propósito de transformar la organización y orientarla a fines contrapuesto a los de su fundación.
Siguen los acontecimientos después del VI Congreso. El más importante y si se quiere lapidario cuando el presidente del partido, Leonel Fernández, proclama:” veo prudente que en la mente de cada uno de los dirigentes y militantes del PLD quede la idea de que el Partido de la Liberación Dominicana es nada más una maquinaria electoral.
Continúan los hechos demostrando el deterioro del partido morado con la pérdida del carácter cíclico secuencial de los congresos establecidos en los estatutos, a tal modo, que desde el VI congreso profesor Juan Bosch hasta el 2013, el PLD solo realiza 2 congresos ordinarios, VII congreso Rafael Kasse Acta y VIII congreso comandante Norge Botello, los mismos fueron irrelevantes en la dinámica de la organización de izquierda.
El proceso de degradación política es tan evidente que incrementan la membresía del Comité Central con lo cual el máximo organismo de dirección se torna inmanejable y por tanto pierde capacidad deliberativa y decisiva convirtiéndose en un organismo inoperante. De igual modo sucedió en los organismos de dirección media.
Consecuente a ello, El Comité Político asume las funciones plenas de dirección en el Partido de la Liberación Dominicana.
En todo este proceso de involución política se desvanecieron conceptos que fueron soporte en la mística del PLD. y jugaron papel preponderante en la unidad e integridad moral del partido.
Me refiero a la disciplina del militante peledeista, adornada con principios éticos y morales y el acervo patriótico inculcado en la predica, la praxis y las enseñanzas del insigne Juan Bosch, que con paso del tiempo en el derrotero de la organización fueron arrojados al piso.
Y lo más penoso es que toda la consecuencia de los valores perdidos se reflejó en la administración gubernamental del Partido de la Liberación Dominicana.
Todavía más, este acontecer a lo largo de 47 años, frustró el proyecto del Partido de la Liberación Dominicana, también asumido por los restauradores, de completar la inconclusa obra de Juan Pablo Duarte y los trinitarios: la liberación nacional.
Ahora le corresponde al Partido de la Liberación Dominicana, para rescatar valores acogerse, al mandato de los estatutos del partido para realización de IX congreso, adecuándose a los nuevos tiempos.
En defecto, el PLD. y la Fuerza del Pueblo se batirán en carrera para ganar prosélitos y de esa manera el ganador competir en elecciones con el Partido Revolucionario Moderno.
Con ello, se restable el bipartidismo de partidos tradicionales que el PLD logró romper en las elecciones de 1986.
EL AUTOR es cardiólogo. Reside en Barahona.