No busco un empleo... Darìo Nin

 

 No busco un empleo, pero estoy dispuesto a hacer el trabajo

 Por Darìo Nin

Muchos amigos me han llamado para que me presente a participar en los cargos que ha estado ofertando el Estado Dominicano: Desde Juez del Tribunal Constitucional cuando fue la oportunidad, Procurador General de la República, ahora para la Junta Central Electoral o para la Cámara de Cuentas.

Se me ha asegurado que, éste es mi tiempo, ya que garantizan será para personas independientes y honestas y creen mis amigos insistentes que reúno las condiciones exigidas.

A esos queridos amigos que me han llamado apostando a mí, y aún a los que   han ido más lejos al promoverme públicamente, quiero manifestarles mi agradecimiento por las consideraciones que me han dispensado. Gracias hermanos, sólo espero seguir mereciendo su alta estima y consideraciones.

Sin embargo, le diré que no estoy buscando un empleo y gracias a Dios tampoco lo necesito.  No porque tenga mucho, sino porque necesito muy poco para vivir bien. Ya tengo lo indispensable, una familia amorosa, amigos como ustedes de toda la vida, mis profesiones que me permiten el sustento mío y de mi familia, tiempo libre para moverme, independencia de criterio, dones y algunos talentos. En pocas palabras mis hermanos, yo soy un hombre feliz, y realizado con lo mucho que tengo; aunque no tenga grandes acumulaciones materiales.

Los dos últimos empleos que he tenido me he marchado porque otros administran mi tiempo y desgraciadamente no he podido delegar su administración a nadie en la tierra y permanecer conforme.  

Creo que cuando se tiene responsabilidad, el tiempo se auto administra y se dedica a las prioridades, pero por convicción propia no por disposición de otros.

“La libertad es difícil eso dicen los cobardes, amigo no es lo que cuesta, es mucho más lo que vale” frase que me has inspirado desde que era un adolescente.

Me siento (apartando la modestia), con la suficiente madurez y preparación para desempeñar cualquier función y auto administrar mi tiempo.

Si bien es cierto que, puestos como miembro de la Junta Central Electoral, Ministerio Público, miembro de la Cámara de Cuentas, en mayor proporción, te permite administrar tu tiempo,

Debemos saber con los pies puestos en la tierra que han sido puestos amarrados tras bastidores y los dominicanos con derechos y preparación para aspirar a ellos, si no cuentan con el apadrinamiento político sólo “camuflajean” o decoran el proceso, prestándose para completar la apariencia y una persona que se respete, no está pescando empleos y apostando a ver si pego en cualquier plaza que se abra.


He cumplido 35 años del ejercicio de la abogacía, y si he sobrevivido con un ejercicio tímido, hoy menos que nunca, que cuento con otras formaciones y capacidades que me permiten recoger el pan de cada día que Dios dispone para mí y para los míos.

Ahora bien, como dominicano tengo derecho a querer servir a mi país desde una función pública, más, si se cuenta con la preparación y la experiencia y si bien es cierto, que no estoy pescando un empleo, no es menos cierto que me he puesto como meta servir desde una posición del Defensor del Pueblo.

Me he identificado con la figura desde antes de que esta existiera en la República Dominicana. Google no me deja mentir busque y encontrará.

 Me he constituido en defensor del Defensor, más de doscientos artículos publicados en varios medios en un periodo de aproximadamente veinte años, atestiguan a mi favor.

Acciones concretas en defensa de lo que es justo y legal en favor de todos o de colectividades también las encontrará. En fin, si me quieres desmentir puedes hacerlo.

Como lo que quiero es servir en algo que me apasiona (aunque muchos no lo crean, pues la maldad de muchos endurecerá los corazones), me he enfocado todos estos años en esa figura.  

 Desde el Defensor como adjunto, puedo hacer el trabajo, no aspiro a titular, no aspiro a primer adjunto, aspiro a segundo, pues si llevo alguna luz conmigo, esta brillará, aunque se coloque en el más oscuro rincón.

De los puestos de elección o designación representativa, en toda mi vida, sólo a éste he aspirado y lo seguiré haciéndolo mientras me dé cuenta que puedo hacer el trabajo como se debe y haga falta, pues mientras llega esa meta, voy haciendo la labor en el camino. ¡Claro!, siempre confiando en Dios y sus provisiones de salud y vida, así como para el sustento digno.

Aclarado esto, lo pongo en manos de quien puede y examina corazones, consciente de que:El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria. (Prov.21:29-31).    

Hasta la próxima.

Darío Nin      

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