Huracán George, a sus 22 años.
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
EN NEIBA, Bahoruco, (República Dominicana) Mièrcoles 23 Sept., 2020: Un día como hoy, pero del 1998, se materializaron las grandes inundaciones de las aguas y las imprevisiones concernientes al Huracán “George”, las cuales, como causales de destrucciones de vidas y propiedades, su récord, alcanzó su clímax de 10,300 (diez mil trescientos) metros cúbicos cada segundo. Su enormidad se debió, a que el gobierno dominicano, y su incumbente del departamento de meteorología no admitió el impacto del Huracán hasta que sus aguas empezaron a llenar los espacios, y al ordenar el desfogue de las aguas represadas, éstas, se juntaron con las escorrentías precipitadas, con estos resultados; desde el barrio
“Quijada Quieta”, de San Juan de la Maguana, hasta el fondo del lago Enriquillo, ó la Hoya del lago Enriquillo, después de a su paso, acabar con todo; cadáveres Humanos y animales, alambradas, viviendas y más, desfilaba todo ese trayecto, como el Sol.
EL Huracán “GEORGE”, quién fuera la séptima Tormenta de la temporada de Huracanes del atlántico del 1998, fue el tercer Huracán, el primero de categoría 3 de esa misma temporada, arrasó con todo a su paso, para construir un saldo de más de 604 muertos y un monto económico que se estimó, en unos 5, 900 millones de dólares (poquito me los encuentro), habidas cuentas de que el “Comité de defensa del Lago Enriquillo”, integrado por nosotros, David Vólquez, Julio Fernández, Plutarco Rocha, entre otros, Rudesindo Ramírez, capitaneados por el eminente ciudadano del sur y el país, doctor Dagoberto Rodríguez Adame, evaluó en aquella ocasión, mediante un desayuno del Listín Diario, los daños de nuestra región, en más de 1,900 millones de pesos (siempre entendimos que nos quedamos cortos).
Quien suscribe, aportó como bajas de fenómeno, de 120 cabezas de ganados, más otros importantes medios de producción agrícolas, siguiendo, como secuela de causa-efecto la eliminación de un hato lechero de cerca de 194 reces. Esto, como para muestra de las pérdidas que se pueden sumar, cuando hacemos mirada retrospectiva, en lontananza.
resiliencia, no tocó a una gran mayoría de los afectados y los gobiernos, los del Peledé, nos pisotearon y burlaron, arrebatando, entre otras desconsideraciones,
propiedades como las nuestras, de las que se apoderó el Bagrícola, de cerca de 1500 tareas de terreno, abusiva, ilegal, y por tanto injustamente. No mencionamos entre estos gobiernos, ni al de Hipólito Mejía, quien dispuso, en su postrimería, unos cinco mil millones de pesos como cartera de préstamos, y el actual gobierno de Abinader, que anunció la inyección similar, pero con la atenuante tasa cero.
Los recuerdos de aquellas inundaciones nos obligan a pensar que la presa de MONTEGRANDE es una solución, y la derivación de aguas por Canoa, una condición, sine qua non.