ESTO PIENSO, ESTO CREO: Hablan para intimidar y amenazan para silenciar
Por Rafael R. Ramírez Ferreira
rafaelelpiloto1@hotmail.com.-
El Nacional
DOMINGO, 20 SEPT., 2020: Muchas cosas juntas con o sin sentido aparente, nos confunden y causan dudas del porqué se producen determinadas actitudes con temas que ya son recurrentes. Tenemos el caso de la famosa Presa de Pinalito, en Constanza, la cual desde sus inicios dio de qué hablar en medio de una fiesta de asignaciones a la rauda compañía aquella de origen Brasileño, de cuyo nombre no quiero acordarme.
Aún acabada de inaugurar se constituyó en un elefante blanco, se dijo esto y aquello, la vocinglería dijo cosas pero nadie hizo caso y a los dos meses, ya era un charquito de aguas pestilentes de color verde que simplemente se quedó en el olvido
Pues ahora esta obra vuelve a la palestra para tratar de ponerla a funcionar sin que se hayan aclarado las denuncias de bellaquerías que supuestamente se cometieron antes, durante y después de su entrega. Todo se ha olvidado y no sé cómo se justificará este gasto sobre algo que, primero, debería tener algún tipo de garantía y segundo, se debería determinar si hubo o no un derroche de los erarios que pertenecen al pueblo. Muchos dirán, que son blancos y se entienden, pero, en realidad ¿es o debe de ser así? De igual manera, continua mes tras mes el pago de los famosos peajes sombras, sin que los que participaron en el referido contrato hayan sido cuestionados del porqué se firmó algo tan oneroso para el pueblo dominicano, ya que definitivamente, no son ellos los que iban o estén pagando ese desmadre.
Pero de un momento a otro sacan la pluma del cacique y amenazan con la sublevación, no por los Indios precisamente, sino por Mencía, aunque alegan otras causas, -tal y como sucedió en aquellos tiempos- y en su mente, crean situaciones inimaginables sobre la gobernabilidad, ya que según ellos, no somos nada –ya conocemos ese sentimiento- y las lanzan como pantalla para causar temor y salir ilesos de sus supuestas o malas acciones y hasta complots de generales crean, -como ya anteriormente lo hicieron- para acallar el tema que esté sobre el tapete, como un vulgar chantaje político.
Temo y no de miedo, sino refiriéndome a quien le pusieron el mote de La Hormiguita –desconozco la razón- aunque los españoles quizás lo sepan, y se destapa cual si fuese un bateador que le pide al lanzador que le tire una recta llamada “Pruebas”, para ver cuál batea o no y tembló –perdón- temblé cuando lo escuché, porque me parece que no es tan buen bateador para hacerle swing a ese tipo de lanzamiento. Claro, desconozco lo que está pensando el lanzador pero, siendo yo, lo complazco, tanto a él como a los que lo acompañaron en este pedido, ya que de seguro, ninguno soporta la velocidad de ese picheo.
Por cosas como esta es que la vida en su discurrir, nos enseña que una cosa es con guitarra y otra con violín. Después que el aspirante a tirano y su comité hicieron los que les vino en ganas con la institucionalidad de la Nación, hoy se destapan pidiendo consenso para tomar decisiones propias de organismos muy bien definidos.
Parece un acto de magia que, sorpresivamente, descubran de nuevo la palabra “consenso” y claro, solo para intimidar, porque lo que deberían de estar haciendo, es escribir junto al inefable ex canciller, un libro cuyo título seria: Como destruir dos grandes Partidos y convertirlos en feudos personales, hundiendo un País. ¡Sí señor!