En Barahona se votò masivamente ,en orden y tranquilidad
EN BARAHONA, (Repùblica Dominicana), Lunes 06 Julio, 2020: El robo de una valija conteniendo los materiales de un colegio electoral y el apresamiento de dos personas que supuestamente compraban células en el marco de las elecciones celebradas ayer en este municipio cabecera, Santa Cruz de Barahona, constituyeron casos aislados que en nada empañaron el desarrollo de las votaciones.
El primero de estos casos ocurrió entre las 5:00 y 6:00 de la mañana en la Cañada de Papoy, en esta ciudad, cuando dos desconocidos encapuchados con armas de fuego interceptaron a los señores Luis Antonio Sánchez y Joselyn Ramírez, presidente y secretario, respectivamente, del colegio 070, ubicado en la Escuela Cristo Rey y los despojaron de la valija que contenía los materiales de votación y 27 mil pesos destinados al pago de los demás integrantes del referido colegio.
Rápidamente, la Junta Central Electoral en Santo Domingo envió una nueva valija en un helicóptero de la Fuerza Aérea Dominicana, quedando resuelto el problema.
En el transcurso de las votaciones miembros de la Policía Militar Electoral detuvieron en el parque Luis E. Delmonte de esta ciudad al señor Jacobo Sterling Ramírez y horas después apresaron en el área del centro de votación, ubicado en el sector la Montañita del distrito municipal de Villa Central a Ricardo Pérez Cuevas, presidente del PRM en esa comunidad, a los cuales acusaron de supuestamente estar comprando cédulas. No obstante, las votaciones se desarrollaron sin problemas.
En algunos recintos electorales, como el de la Escuela Cristo Rey, ya a las 5:00 de la tarde no había personas en fila, lo que significa que el proceso se realizó con suma rapidez.
Diferentes sectores felicitaron a los votantes por el alto grado de disciplina, tranquilidad y orden que exhibieron durante todo el curso de las votaciones, contario a procesos similares de años anteriores en los que se registraron graves incidentes en los que murieron algunas personas y otras resultaron heridas de bala.
Por Juan Francisco Matos