Ataúdes de vuelta a casa al cerrar un cementerio boliviano por temor al virus


COCHABAMBA (BOLIVIA).- Familiares retiran un féretro de un cementerio cerrado, este lunes en Cochabamba (Bolivia). Los familiares de difuntos tuvieron que volver a casa este lunes con el féretro tras esperar en vano durante horas a las puertas del cementerio de la ciudad boliviana de Cochabamba, cerradas por el temor de los empleados del camposanto al contagio por la COVID-19. EFE/Jorge Ábrego

EL NACIONAL

EN COCHABAMBA,  (EFE).- Los familiares de difuntos tuvieron que volver a casa este lunes con el féretro tras esperar en vano durante horas a las puertas del cementerio de la ciudad boliviana de Cochabamba, cerradas por el temor de los empleados del camposanto al contagio por la COVID-19.

«¿Qué vamos a hacer ahora, tenemos que llevar el cadáver a nuestra casa?”, increpó una de las familiares, mientras mostraba los papeles de defunción asegurando que no murió por COVID-19.

La familia esperó varias horas con el ataúd y las flores para su difunta en la puerta del camposanto, mientras quienes se habían acercado para darle el último adiós se despidieron en plena calle y más tarde el féretro fue retirado en un auto funerario.

Los trabajadores del camposanto se declararon en emergencia tras la muerte de uno de sus compañeros que sospechan que fue por COVID-19, por lo que la puertas del Cementerio General de Cochabamba estaban cerradas, aunque las causas de su fallecimiento están en estudio.

“Todos los trabajadores, ya sea de la planta o administrativos, estamos propensos a cualquier contagio, en ese sentido, todo el personal de planta ha hecho el paro solicitando que venga una cuadrilla de médicos para que haga un control minucioso”, expresó a los medios el administrador del camposanto, Benedicto Gonzales.

Además pidieron que todos los trabajadores puedan acceder a las pruebas rápidas de COVID-19 y que se realice un rastrillaje para identificar si hay algún caso positivo entre ellos, explicó Gonzales.

El administrador señaló que ante esta situación se declararon en “estado de emergencia”, pero que luego de acceder a las pruebas y al rastrillaje volverán a sus funciones.

Las cremaciones también se paralizaron en esta jornada por la medida de presión, una labor importante en este contexto de la pandemia, ya que los fallecidos por coronavirus deben ser cremados.

Más tarde se realizó la fumigación del interior del cementerio y los trabajadores señalaron que al finalizar esa actividad retomarían su labor en Cochabamba, que es una de las principales ciudades de Bolivia con algo más de 600.000 habitantes.

Actualmente en Bolivia se registran 1.014 muertes por COVID-19 y 31.524 casos confirmados, según datos oficiales.

EFE
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