La mano que la URSS echó a China para conseguir su soberanía
(Foto: marineros sovièticos)
JUEVES, 28 MAYO, 2020: Al ceder en 1955 el importante puerto colonial que tenía establecido en el punto estratégico de Port Arthur, la URSS tendió una mano amiga a China en su lucha por obtener la independencia e integridad territorial que esta anhelaba. Esta es la valoración que hace el experto ruso Mijaíl Miagkov en una entrevista 65 años después.
Port Arthur era un lugar de gran significado simbólico y estratégico para la Unión Soviética, quien perdió la ciudad ante Japón en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905 para recuperarla tras la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
El 24 de mayo de 1955 Moscú cedió a Pekín su base militar de Port Arthur y la ciudad pasó a manos chinas con el nombre de Luyshun. Con esto se ponía fin a décadas de conflictos entre rusos, chinos y japoneses por su control, tras una etapa de más de 40 años (hasta 1945) en que la ciudad fue el centro de operaciones de Japón, quien ejerció el control sobre toda la península homónima.
El director científico de la Sociedad Histórica Militar Rusa y profesor del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Mijaíl Miagkov, comenta que con este gesto la URSS demostró que China era un estado realmente independiente.
«Esto ayudó a Pekín a reforzar sus posiciones en política exterior. Y también fue importante para Moscú, quien demostró sus principios anticoloniales. La mayor parte de los historiadores chinos nos considera aún hoy un país que los ayudó a recuperar su integridad territorial y su independencia», afirma Miagkov.
El 22 de agosto de 1945, cuando la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin, la infantería paracaidista soviética rodeó el enclave y tomó prisionera toda una guarnición japonesa. Esta acción de guerra formó parte de la Batalla de Manchuria, en que los japoneses perdieron más de 700.000 hombres ante las fuerzas soviéticas, tal y como recuerda el historiador.
El mismo mes China había cedido a la URSS por 30 años el puerto como base militar en virtud del Tratado de Amistad y Alianza Sino-Soviético, firmado entre las dos potencias el 14 de agosto de 1945.
«Desde 1945 hubo guerras civiles ininterrumpidas en China. El 1 de octubre de 1949 se proclamó la República Popular China en Pekín, pero en algunas regiones la guerra continuó. Solo en los años 50 las fuerzas comunistas comenzaron a controlar la mayor parte del territorio de China», dice el entrevistado.
Y es en ese momento cuando empieza una etapa de relaciones fluidas y más amistosas entre Pekín y Moscú. La URSS ayudó activamente a China y se establecieron relaciones diplomáticas. La Unión Soviética llevó a cabo proyectos de construcción en suelo chino y los estudiantes chinos estudiaban en las universidades soviéticas.
«La transferencia de Port Arthur a China fue un paso natural, una China que había superado una guerra civil, unida y bien fortalecida no necesitaba la presencia de tropas extranjeras en su territorio, aunque fueran amigas», concluye el director de la Sociedad de Historia Militar de Rusia, segùn reseña el diario elcomunista-net.
Así, finalmente, el 12 de octubre de 1954, una vez finalizada la guerra de Corea, se firmó un acuerdo sobre el regreso de Port Arthur a China y la retirada de las tropas soviéticas de allí que se haría efectivo un año más tarde.