Un virus mortal convierte a las abejas infectadas en caballos de Troya para poder propagarse
Abejas
Por: lavanguardia.com
Aunque dentro de una colonia se adoptan rápidamente estrategias de distanciamiento, el virus se propaga desde otras colonias consiguiendo vulnerar las abejas guardianas
El distanciamiento social provocado por la Covid-19 es algo inusual y dificil de llevar para los humanos, pero es algo habitual para las abejas melíferas (Apis mellifera). Para evitar la propagación de un virus los miembros de una colonia adoptan rápidamente estrategias para evitar el contacto con los miembros infectados.
Así lo ha evidenciado un estudio científico que ha observado una colonia infecta con el mortal virus de la parálisis aguda israelí (IAPV). Las abejas evitan tocar y alimentar a sus compañeras enfermas.
Lo que no conseguían responder los científicos era como se podía propagar tanto este virus letal si las colonias eran tan efectivas adoptando medidas de contención. El IAPV es un virus letal que está haciendo estragos en las colonias de abejas de Estados Unidos.
Descubrir su capacidad de propagación
Para tratar de responder este enigma, Adam Dolezal, un fisiólogo de insectos en la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign (UIUC) que estudia el virus IAPV, se asoció con el informático de la UIUC Tim Gernat. Desarrollaron un sistema automatizado para monitorear el comportamiento de las abejas. Monitorearon 900 abejas de tres colonias diferentes y las rastreó con una cámara. También infectaron entre 90 y 150 abejas en cada colonia con IAPV.
Después de cinco días de grabaciones, el equipo descubrió que las abejas sanas evitaban el contacto con las abejas infectadas. La trofalaxia (alimentar a partir de regurgitación a otra abeja de la colonia) se redujo a menos de la mitad. “Pero no fue por falta de intentos: las abejas enfermas se movían alrededor de la colonia más que otras abejas, probablemente buscando a alguien que las alimentara”, dice Dolezal.
Pero, además del distanciamiento las grabaciones permitieron descubrir que el virus parece tener un contraataque alarmante.
En el estudio, publicado en la revista PNAS, relatan que cuando las abejas enfermas intentan ingresar en una colonia diferente a la suya, vulneran mejor la seguridad de las abejas guardias. Eso ha llevado a los científicos a especular que el virus ha desarrollado una forma de propagarse.
Como caballos de Troya
Las abejas melíferas son particularmente vulnerables a las enfermedades infecciosas: viven en condiciones de hacinamiento y se tocan todo el tiempo. Además, sus sistemas inmunes son débiles en comparación con otros insectos. Dependen en cambio de comportamientos higiénicos, como el aseo o la eliminación de larvas enfermas.
Cuando Dolezal y Gernat situaron abejas infectadas con IAPV y las colocaron fuera de otra colonia, los guardias dejaron entrar a aproximadamente el 30% de ellas, en comparación con aproximadamente el 15% de las abejas extranjeras sanas.
Es preocupante descubrir este nivel de movimiento del virus
Adam Dolezal Primer autor del estudio / Universidad de Illinois, Urbana-Champaign (UIUC)
”Es preocupante descubrir este nivel de movimiento del virus “, dice Dolezal.
Los investigadores no están seguros de por qué el virus IAPV puede engañar de esta manera a las abejas guardianas de una colmena, pero puede ser porque altera la abundancia de varios hidrocarburos cuticulares, que diferían entre los grupos enfermos y sanos. Por ejemplo, descubrieron que la infección por IAPV produce unos niveles más bajos de octacosano, lo que se asocia con una mayor aceptación por parte de otras abejas.
Las abejas infectadas también eran más sumisas cuando los guardias las desafiaban y tenían más probabilidades de ofrecerles comida, y esos comportamientos también pueden ayudarlas a propagar la enfermedad.
Si el IAPV ayuda a la propagación de estos otros patógenos, eso podría ser un gran problema para los apicultores que agrupan colonias en un mismo lugar para lograr más productividad. Es muy poco lo que pueden hacer si sospechan una infección de este virus
Adam Dolezal Primer autor del estudio / Universidad de Illinois, Urbana-Champaign (UIUC)
El virus IAPV no es el único problema que pueden traer estas abejas troyanas. Los recién llegados también pueden portar el ácaro Varroa, que ha diezmado las poblaciones de abejas en todo el mundo.
“Si el IAPV ayuda a la propagación de estos otros patógenos, eso podría ser un gran problema para los apicultores que agrupan colonias en un mismo lugar para lograr más productividad. Es muy poco lo que pueden hacer si sospechan una infección de este virus”, asegura Dolezal.