Más de 40 muertos en una explosión en la zona de Siria dominada por Ankara


MARTES 28 ABRIL, 2020: La explosión de un camión de combustible en un mercado popular en Afrín, ciudad de la zona norte de Siria que se encuentra bajo control de las tropas turcas, dejó este martes  42 muertos en uno de los incidentes más mortíferos ocurridos en esa región.

Turquía ha acusado a las milicias kurdas de estar detrás del estallido.

La Defensa Civil siria, organización conocida como los “cascos blancos”, afirmó que más de 42 personas han perecido en “una explosión diabólica de un vehículo bomba” en un mercado popular situado en el centro de la ciudad de Afrín, en al provincia siria de Alepo.

En Afrín y en las poblaciones del norte de Siria controladas por Turquía, donde Ankara cuenta con el apoyo de facciones armadas locales, son habituales los atentados, aunque la causa de la explosión de hoy aún se desconoce.

“UN INFIERNO”

Los “cascos blancos”, cuerpo de rescate que opera en zonas que no están controladas por Damasco, indicaron en su cuenta de Twitter que las escenas causadas por la explosión de hoy son “indescriptibles” y las calificó de “infierno”.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG cuya sede se encuentra en Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, un camión de combustible explotó en la céntrica calle Raju, a una decena de metros de la sede de la administración local del cantón kurdo de Afrín.

La explosión provocó una llamarada, según un vídeo publicado por el Observatorio, que causó numerosos daños materiales calcinando todo lo que se encontraba en el perímetro del estallido.

La mayoría de los muertos perecieron por las quemaduras provocadas por el fuego, según la Defensa Civil y el Observatorio.

La segunda ONG señaló que al menos nueve de los fallecidos son milicianos de las facciones sirias proturcas presentes en la zona.

El incidente se produce en el quinto día del mes sagrado de Ramadán, cuando las familias acuden a los mercados para comprar alimentos antes de la ruptura del ayuno diurno al atardecer.

El pasado 31 de octubre, al menos diez personas murieron y otras 30 resultaron heridas, entre ellas varios menores, por la explosión de un coche bomba en un mercado de verduras de Afrín.

TURQUÍA ACUSA A LOS KURDOS

El Ministerio de Defensa turco acusó a las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG) de llevar a cabo esta “masacre” contra los civiles.

Esas milicias son consideradas terroristas por Ankara debido a su vinculación con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía, y las tropas turcas han intervenido repetidamente en Siria contra las YPG.

Además, el Ministerio afirmó en su cuenta de Twitter que del total de fallecidos, 11 son menores, y cifró en 47 los heridos.

La agencia de noticias semipública turca Anadolu informó poco después de la explosión de que “las fuerzas de seguridad en el sur de Turquía capturaron a un terrorista sospechoso y miembro del YPG”, quien supuestamente había entregado el vehículo “cargado con bombas listo para explotar”.

Anadolu citó a las autoridades de la provincia de Hatay, situada en la porosa frontera entre Siria y Turquía.

El noroeste de Siria, desde el río Éufrates hasta el Mediterráneo, está bajo control de las tropas turcas desde que se hicieron con estos territorios en la operación ‘Escudo del Éufrates’ en 2016 y ‘Rama de olivo’ en 2018, cuando conquistaron el enclave kurdo de Afrín.

En 2019 Ankara también lanzó una operación militar en las áreas dominadas por los kurdos al este del Éufrates, pero tuvo que detener su ofensiva por la presión internacional y no pudo consolidar su control de todas las áreas fronterizas con Turquía.



Con tecnología de Blogger.