Cientos de migrantes cruzan el río que sirve de frontera entre México y Guatemala
LUNES, 20 ENERO, 2020: Cientos de migrantes centroamericanos comenzaron a cruzar este lunes el río Suchiate, frontera natural de México y Guatemala, que en esta temporada del año tiene poco caudal, confirmó a Sputnik el portavoz del Centro de Derechos Humanos «Fray Matías de Córdoba» de Tapachula, Salva Lacruz, quien participa en una misión de observadores en la frontera sur mexicana.
«Cientos de centroamericanos, entre ellos mujeres y niños, comenzaron a cruzar caminando sobre el lecho del río Suchiate, que en esta temporada está casi seco y tiene poco caudal, y medios de comunicación locales reportaron algunos incidentes previos con agentes de la Guardia Nacional», dijo el defensor de derechos de migrantes quien trabaja desde hace seis años en la ciudad fronteriza.
Los observadores constataron en el terreno que «las autoridades migratorias han reforzando la seguridad con agentes de la Guardia Nacional, dotados con armas largas de alto calibre en el puente sobre el río Suchiate y el perímetro de esa frontera natural».
Los incidentes ocurridos son similares a los registrados el fin de semana recién pasado, «cuando las autoridades mexicanas respondieron de manera hostil con gases lacrimógenos», dijo vía telefónica el portavoz del centro humanitario.
Los defensores de derechos de los migrantes «tememos que las personas cruzando por el río pueden ser detenidas después y trasladas a un centro de detención migratoria, es una repuesta inadecuada para una población vulnerable, con necesidades humanitarias que requieren protección internacional como refugiados que huyen de la violencia», que sufren en los países centroamericanos, apuntó Lacruz.
El portavoz del centro administrado por la iglesia católica dijo que, con el rechazo a permitir el paso de la caravana, «México se apega a las políticas que dicta EEUU, lo que provoca una estrategia más organizada de migrantes en caravanas, como última solución a las imposibilidad de tener respuestas más humanitarias», puntualizó el vocero humanitario.
Unas 3.000 personas partieron la semana pasada desde Honduras y desde el fin de semana intentan cruzar en caravana, ante lo cual las autoridades mexicanas han respondido que la migración se permitirá si es realizada en forma «segura, ordenada y regular».
Luego de rechazar el ofrecimiento del Gobierno federal de ingresar a México de manera segura y ordenada, cientos de migrantes centroamericanos cruzaron el Río Suchiate, pero muchos fueron detenidos o contenidos por agentes de la Guardia Nacional.
CRÍTICAS AL RECHAZO DEL GOBIERNO A LA CARAVANA
En el intento de ingreso, los migrantes eludieron los controles en desorden, en terrenos del margen mexicano del río Suchiate, entre gritos y golpes.
La policía utilizó de nuevo gases lacrimógenos para tratar de contenerlos, pero decenas de los indocumentados lograron llegar a Ciudad Hidalgo, cabecera del municipio de Suchiate, a unos 40 kilómetros de Tapachula.
Otro grupo se replegó hacia el puente en el margen guatemalteco de la frontera natural, dijo por su parte a Sputnik la secretaria técnica del Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria GTPM, Melisa Vértiz.
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador «debe hacer un replanteamiento de su política de contención migratoria», dijo la defensora de los derechos de migrantes.
Las acciones de cientos de agentes de Guardia Nacional para que los migrantes ingresen en forma individual «solo resulta en una nueva victimización de cientos de personas que marchan, y sobre todo se violentan principios universales como el derecho al asilo», dijo la activista.
Vertiz recibió reportes de que «están subiendo a personas migrantes a autobuses para llevarlos a la estación migratoria mexicana, en ese momento empieza el procedimiento administrativo migratorio».
Lamentó además que, a pesar de que hay cientos de menores de edad en la caravana, «la Procuraduría de Protección de la Infancia brilla por su ausencia, les quitan sus pertenencias sin un documento para identificar a quién pertenecen, las escenas nos revelan una situación caótica muy triste».
La vocera del grupo, que integran varias redes de organizaciones civiles, comentó que «no han mejorado en Centroamérica las condiciones estructurales que generan el éxodo».
Criticó también a los gobiernos centroamericanos que, a su entender, deberían decir y hacer algo más por su conciudadanos.
Finalmente, Vertiz solicitó «congruencia» al Gobierno mexicano para «aplicar una perspectiva de derechos humanos y no una política confusa y contradictoria».
López Obrador ofrece 4.000 puestos de trabajo en programas sociales, pero a la vez impide el paso hacia la frontera norte con EEUU.
Los observadores humanitarios ignoran cuántas personas lograron cruzar la frontera, de las más de 3.000 que integraban originalmente la caravana.
Ante el despliegue de guardias nacionales mexicanos, «algunas personas comenzaron a regresar por su propio pie (a Guatemala) para evitar el procedimiento administrativo», en centros de detención migratoria, puntualizó la activista.
En una misiva leída ante medios de comunicación, los integrantes de la caravana bautizada «Migrantes de la esperanza, Dios es amor 2020» solicitaron al Gobierno dialogar con sus representantes.
Piden permiso de movilizarse libremente en tierras mexicanas, comprometidos con mantener el orden y la disciplina por los lugares que pasen, pero la negativa gubernamental fue categórica.
Fuente: elcomunista.net
«Cientos de centroamericanos, entre ellos mujeres y niños, comenzaron a cruzar caminando sobre el lecho del río Suchiate, que en esta temporada está casi seco y tiene poco caudal, y medios de comunicación locales reportaron algunos incidentes previos con agentes de la Guardia Nacional», dijo el defensor de derechos de migrantes quien trabaja desde hace seis años en la ciudad fronteriza.
Los observadores constataron en el terreno que «las autoridades migratorias han reforzando la seguridad con agentes de la Guardia Nacional, dotados con armas largas de alto calibre en el puente sobre el río Suchiate y el perímetro de esa frontera natural».
Los incidentes ocurridos son similares a los registrados el fin de semana recién pasado, «cuando las autoridades mexicanas respondieron de manera hostil con gases lacrimógenos», dijo vía telefónica el portavoz del centro humanitario.
Los defensores de derechos de los migrantes «tememos que las personas cruzando por el río pueden ser detenidas después y trasladas a un centro de detención migratoria, es una repuesta inadecuada para una población vulnerable, con necesidades humanitarias que requieren protección internacional como refugiados que huyen de la violencia», que sufren en los países centroamericanos, apuntó Lacruz.
El portavoz del centro administrado por la iglesia católica dijo que, con el rechazo a permitir el paso de la caravana, «México se apega a las políticas que dicta EEUU, lo que provoca una estrategia más organizada de migrantes en caravanas, como última solución a las imposibilidad de tener respuestas más humanitarias», puntualizó el vocero humanitario.
Unas 3.000 personas partieron la semana pasada desde Honduras y desde el fin de semana intentan cruzar en caravana, ante lo cual las autoridades mexicanas han respondido que la migración se permitirá si es realizada en forma «segura, ordenada y regular».
Luego de rechazar el ofrecimiento del Gobierno federal de ingresar a México de manera segura y ordenada, cientos de migrantes centroamericanos cruzaron el Río Suchiate, pero muchos fueron detenidos o contenidos por agentes de la Guardia Nacional.
CRÍTICAS AL RECHAZO DEL GOBIERNO A LA CARAVANA
En el intento de ingreso, los migrantes eludieron los controles en desorden, en terrenos del margen mexicano del río Suchiate, entre gritos y golpes.
La policía utilizó de nuevo gases lacrimógenos para tratar de contenerlos, pero decenas de los indocumentados lograron llegar a Ciudad Hidalgo, cabecera del municipio de Suchiate, a unos 40 kilómetros de Tapachula.
Otro grupo se replegó hacia el puente en el margen guatemalteco de la frontera natural, dijo por su parte a Sputnik la secretaria técnica del Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria GTPM, Melisa Vértiz.
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador «debe hacer un replanteamiento de su política de contención migratoria», dijo la defensora de los derechos de migrantes.
Las acciones de cientos de agentes de Guardia Nacional para que los migrantes ingresen en forma individual «solo resulta en una nueva victimización de cientos de personas que marchan, y sobre todo se violentan principios universales como el derecho al asilo», dijo la activista.
Vertiz recibió reportes de que «están subiendo a personas migrantes a autobuses para llevarlos a la estación migratoria mexicana, en ese momento empieza el procedimiento administrativo migratorio».
Lamentó además que, a pesar de que hay cientos de menores de edad en la caravana, «la Procuraduría de Protección de la Infancia brilla por su ausencia, les quitan sus pertenencias sin un documento para identificar a quién pertenecen, las escenas nos revelan una situación caótica muy triste».
La vocera del grupo, que integran varias redes de organizaciones civiles, comentó que «no han mejorado en Centroamérica las condiciones estructurales que generan el éxodo».
Criticó también a los gobiernos centroamericanos que, a su entender, deberían decir y hacer algo más por su conciudadanos.
Finalmente, Vertiz solicitó «congruencia» al Gobierno mexicano para «aplicar una perspectiva de derechos humanos y no una política confusa y contradictoria».
López Obrador ofrece 4.000 puestos de trabajo en programas sociales, pero a la vez impide el paso hacia la frontera norte con EEUU.
Los observadores humanitarios ignoran cuántas personas lograron cruzar la frontera, de las más de 3.000 que integraban originalmente la caravana.
Ante el despliegue de guardias nacionales mexicanos, «algunas personas comenzaron a regresar por su propio pie (a Guatemala) para evitar el procedimiento administrativo», en centros de detención migratoria, puntualizó la activista.
En una misiva leída ante medios de comunicación, los integrantes de la caravana bautizada «Migrantes de la esperanza, Dios es amor 2020» solicitaron al Gobierno dialogar con sus representantes.
Piden permiso de movilizarse libremente en tierras mexicanas, comprometidos con mantener el orden y la disciplina por los lugares que pasen, pero la negativa gubernamental fue categórica.
Fuente: elcomunista.net