El sueldo número 13 no es navideño si no se recibe el sueldo 14
Ya se ha dicho en otras ocasiones, nada es más rico en términos de la verdad que la realidad, y esa situación se vive generalizada con el sueldo que se le decía regalía pascual o navideña, hoy basta con decirle el pago número trece, el cual por demás, posee las características de comprometerlo desde los inicios de cada año, popularmente comentan, «lo ahorcan».
Así como se oye, por los embates discretos pero reales y constantes a que están sometidos en sentido general los estáticos salarios de los empleados públicos y privados de nuestro país, hace que los mismos se comporten regresivamente frente a la dinámica de los precios en los productos y servicios que se utilizan obligatoriamente para poder sobrevivir o para diversión.
Lo de regresivo en los salarios en sus diferentes modalidades y condiciones de pago es, que independientemente a como usted se le pague o cobre por trabajar, es decir; por hora, diario, semanal, quincenal o mensual, los mismos tienden a afectar más a los que menos ganan, a los que menos les pagan, y por lo tanto, se convierten en ser discriminatorios frente al alto costo de la canasta familiar esos sueldos deprimidos, que por cierto, son los más democráticos entre nosotros por ser los más comunes.
Por eso mismo es que el sueldo número 13, que es la antesala a un posible sueldo 14, no es en ningún modo regalía navideña si el servidor público o el empleado privado no tiene la dicha o coincidencia de trabajar en una institución del Estado o con unos jefes privados que se dignen en dar el apetecido y muy bien recibido sueldo catorce.
El sueldo número 14, que ese si es verdad que se convierte en una regalía pascual a quienes se los han ganado durante unos largos 12 meses o por el tiempo que les corresponda de una duodécima (1/12) parte de lo devengado, por su justeza y por alegrar al junto de la familia las navidades de los favorecidos empleados que les llega, se ha convertido en excluyente, toda vez que quienes lo reciben, son los menos, literalmente, las excepciones.
Incluso en el Estado, que dice la ley de leyes, nuestra Constitución, que todos los empleados públicos son iguales y con los mismos derechos, esas son letras muertas, aquí se aplica a la perfección el refranero popular que reza así; «Del dicho al hecho hay mucho trecho».
Y entre las instituciones públicas, también en las privadas, con sus empleados es muy cierto, que dependiendo donde usted labore, y no nos referimos por los niveles de formación del personal, los trechos de los beneficios laborales son abismales, inclusive, con las mismas profesiones y competencias, haciendo las mismas y hasta más funciones, se dan esas desigualdades en los salarios.
Muy pocas instituciones dan buenos beneficios labores al final del año a su personal, y esas que los dan; correctísimo, excelente, pero las mayorías no dan casi nada en el mismo lapso de tiempo; eso es deprimente y discriminatorio, especialmente en el erario y en las empresas privadas con elevados beneficios netos a final de cada año o de su período fiscal.
Aunque no todas las instituciones públicas o privadas están en capacidad de competir dando buenos beneficios labores y un sueldo 14 al final de cada año a todo el personal, pero muchas pudiendo hacerlo, los funcionarios principales y dueños de estas empresas, se hacen de la vista gorda, y eso es patético, realmente lamentable por su falta de sensibilidad humana con las personas número uno de las empresas, su activo más valioso; los empleados.
Por eso es que se descifra, se delata sola o se basta también, tal cual se evacua una sentencia bien justificada como dicen los abogados en los tribunales, si un empleado ya sea del sector público o privado no recibe de un sueldo número catorce (14) en adelante, no ha sido favorecido con ninguna regalía pascual o navideña.
¡¡¡Eso es así señores empleadores de los sectores público y privado!!!
Autor: José Núñez.,
06 Dic,. 2019.-