Por deterioro de escuela 800 estudiantes corren el riesgo de quedarse sin docencia
Escuela centenaria en malas condiciones.
EN SANTIAGO, 12 Agosto, 2019: Ante el deterioro de la planta física, unido a la lentitud de los trabajos de reconstrucción de la centenaria escuela Ulises Francisco Espaillat (UFE), el año escolar podría verse afectado para una matrícula de 800 alumnos.
Arístides Peralta, director del centro escolar ubicado en el sector Reparto Oquet, advirtió que las condiciones no son las requeridas, debido a la gran cantidad de escombros y desagües abiertos, y los problemas de terminación de pintura.
“En las actuales condiciones en que está la escuela no son las mejores para iniciar el año escolar y eso afectará a los estudiantes que ya prácticamente terminaron de inscribirse”, dice Peralta al hablar con reportos de elCaribe.
Federico Guzmán, de la unidad de base de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), señala que la planta física y todo en el lugar están en condiciones deplorables.
“Los trabajos no avanzan, la estructura no está en óptimas condiciones, gran parte del mobiliario está deteriorado y totalmente abandonado en los pasillos y patios de la escuela y para cuyos trabajos designaron un presupuesto de 10 millones de pesos y no se ve en que han sido invertidos”, apunta Federico Guzmán.
El dirigente gremial lamenta que la matrícula estudiantil se vea afectada ante los inconvenientes, al advertir que hasta tanto el centro no esté completamente listo, no existen las condiciones dadas para impartir la docencia.
Recientemente, durante el inicio de los trabajos de acondicionamiento de varios centros, Adolfo Cedeño, director general de Mantenimiento de Infraestructura Escolar, prometió que el liceo Ulises Francisco Espaillat estaría listo para iniciar el año escolar.
Cedeño dijo que se le está dando un mantenimiento riguroso e intensivo y que decidieron aumentar la partida de recursos económicos, para que los alumnos reciban docencia. En el caso de la escuela Emilio Prud’Homme cuyos profesores han acudido a vigilias y encendidos de velas
Por: Miguel Ponce