¿Podrá desarrollarse un turismo maltratado?
Desde hace tiempo se ha venido poniendo en evidencia a través de denuncias casi consecutivas, de una serie de males que afectan el turismo en Barahona y sus áreas más ofertadas como son: playa, El Quemaíto, San Rafael, Los Patos, entre otros lugares.
Las quejas van desde el trato inadecuado a los visitantes el cual en ocasiones ha llegado a definirse como grosero, por parte de los anfitriones o prestadores de servicios, que en muchos casos solo les interesa cobrar las cuotas, que no se sabe quien las establece ni el destino de las mismas, ya que lo hacen sin ninguna forma que permita transparentar lo que reciben. ¿En qué invierten el dinero que cobran?
Por otro lado, el mal o pésimo estado de los espacios donde se reciben a los cientos de visitantes, baños caros e insalubres, parqueos sucios y desorganizados y sin ninguna garantía de seguridad, entorno de las áreas de baño llenas de basuras, música altísima y hasta fumadera de hookahs en forma libérrima, no importando a quien o a quienes afecten; (niños, jóvenes o adultos) pese a estar prohibido por ley.
A esto se agrega la inseguridad de los bañistas los cuales no cuentan con un personal especializado de Socorro y emergencias, en caso de ser necesario debido a lo cual varias personas han fallecido en ocasiones anteriores.
No valió de nada la inversión que hizo el Estado a través del Ministerio de Turismo, lo cual se convirtió en una verdadera vergüenza y que hoy muestra un panorama deprimente. Esto es sin contar el desorden que existe en los precios y costos de los bienes y servicios que allí se ofrecen, donde todavía se maneja el estúpido criterio de expresar la frase: “a precio de turistas”.
Para colmo, los fines de semana, con el alto flujo de visitantes que están recibiendo esos lugares, se torna diabólica la situación, con los tediosos tapones donde hay que durar hasta dos horas para poder moverse, en una vía muy estrecha e insegura, sin señalización y ante la irracionalidad de conductores de vehículos grandes y la ausencia de miembros de alguna autoridad (DIGESET, P.N. u otras), que se dedique a ayudar a por lo menos ordenar el flujo de quienes hacen uso de la vía y que no tienen por qué pagar las indisciplinas de otros irrespetuosos y desconsiderados.
Lo más triste de todo esto es que no vale que se reclame las soluciones a estos males, ya que ninguna autoridad hace caso a los mismos, mientras que sí quieren que todos nos unamos en la promoción y defensa de nuestro turismo y cuando alguien levanta la voz para decir la verdad, entonces hay quienes hasta lo tildan de inconsecuente y enemigo de lo que ellos llaman desarrollo turístico. ¡Qué ironía!.
¿Cuál es la motivación que existe, que pueda mover a los barahoneros a hacerse solidarios con esta causa, si cada día que pasa, los visitantes se llevan la peor impresión de lo que tenemos y que lamentablemente nos está definiendo como lo que somos?
De no tomarse cartas en el asunto de manera seria y responsable, dentro de un tiempo no muy lejano, tendríamos una situación de la que mucho nos lamentaríamos y cuando quizás se nos habría hecho demasiado tarde.
Por Félix Betances,
Barahona, 01 Julio, 2019.
Las quejas van desde el trato inadecuado a los visitantes el cual en ocasiones ha llegado a definirse como grosero, por parte de los anfitriones o prestadores de servicios, que en muchos casos solo les interesa cobrar las cuotas, que no se sabe quien las establece ni el destino de las mismas, ya que lo hacen sin ninguna forma que permita transparentar lo que reciben. ¿En qué invierten el dinero que cobran?
Por otro lado, el mal o pésimo estado de los espacios donde se reciben a los cientos de visitantes, baños caros e insalubres, parqueos sucios y desorganizados y sin ninguna garantía de seguridad, entorno de las áreas de baño llenas de basuras, música altísima y hasta fumadera de hookahs en forma libérrima, no importando a quien o a quienes afecten; (niños, jóvenes o adultos) pese a estar prohibido por ley.
A esto se agrega la inseguridad de los bañistas los cuales no cuentan con un personal especializado de Socorro y emergencias, en caso de ser necesario debido a lo cual varias personas han fallecido en ocasiones anteriores.
No valió de nada la inversión que hizo el Estado a través del Ministerio de Turismo, lo cual se convirtió en una verdadera vergüenza y que hoy muestra un panorama deprimente. Esto es sin contar el desorden que existe en los precios y costos de los bienes y servicios que allí se ofrecen, donde todavía se maneja el estúpido criterio de expresar la frase: “a precio de turistas”.
Para colmo, los fines de semana, con el alto flujo de visitantes que están recibiendo esos lugares, se torna diabólica la situación, con los tediosos tapones donde hay que durar hasta dos horas para poder moverse, en una vía muy estrecha e insegura, sin señalización y ante la irracionalidad de conductores de vehículos grandes y la ausencia de miembros de alguna autoridad (DIGESET, P.N. u otras), que se dedique a ayudar a por lo menos ordenar el flujo de quienes hacen uso de la vía y que no tienen por qué pagar las indisciplinas de otros irrespetuosos y desconsiderados.
Lo más triste de todo esto es que no vale que se reclame las soluciones a estos males, ya que ninguna autoridad hace caso a los mismos, mientras que sí quieren que todos nos unamos en la promoción y defensa de nuestro turismo y cuando alguien levanta la voz para decir la verdad, entonces hay quienes hasta lo tildan de inconsecuente y enemigo de lo que ellos llaman desarrollo turístico. ¡Qué ironía!.
¿Cuál es la motivación que existe, que pueda mover a los barahoneros a hacerse solidarios con esta causa, si cada día que pasa, los visitantes se llevan la peor impresión de lo que tenemos y que lamentablemente nos está definiendo como lo que somos?
De no tomarse cartas en el asunto de manera seria y responsable, dentro de un tiempo no muy lejano, tendríamos una situación de la que mucho nos lamentaríamos y cuando quizás se nos habría hecho demasiado tarde.
Por Félix Betances,
Barahona, 01 Julio, 2019.