Con mucho pesar los dominicanos tenemos que enfrentar una realidad con sabor amargo, que muchos dudaban que llegara y que lastima en lo más profundo a la sociedad en general, pero que también afecta la imagen de nuestro pueblo a nivel internacional.
Se trata pues, del temor en que está viviendo la sociedad dominicana con relación a la inseguridad ciudadana, algo que no solo afecta a los dominicanos, sino también a nuestros visitantes que llegan a nuestro suelo, tanto en calidad de turistas como en calidad de amigos o simples visitantes incluyendo a los propios nativos cuando regresan de visita a su tierra.
Todo parece indicar que los responsables de que las cosas hayan llegado a estos niveles (nuestros gobernantes) tomaran como de un simple relajo la cosa, o que se habrían preparado para lo que ellos sí sabían que venía o que nunca pensaron que alcanzaría tan altos ribetes.
En su toma de posesión en el año 1996, el expresidente Leonel Fernández, prometió luchar contra la delincuencia, como un punto nodal de su gobierno; en cambio, terminó apoyando tantas cosas malas, como pudo.
En el año dos mil, el expresidente Hipólito Mejía en su discurso de toma de posesión, prometió enfrentar la delincuencia con todos los mecanismos a su alcance y lo definió como uno de los grandes enemigos de la paz y la tranquilidad del país.
En el año 2004, Leonel Fernández llegó a decir que en su gobierno jamás perecería la seguridad, a causa de la delincuencia, mientras que el actual Presidente Danilo Medina, también repitió una y otra vez las mismas promesas, sin que ninguno de ellos, hiciese lo que había que hacer para realmente enfrentar la desgracia que hoy nos azota.-
La situación fue tomando cuerpo ya que encontró el espacio vacío, sin reprimendas ni consecuencias y hoy ha llegado al extremo de que se llegue a expresar una especie de campaña de ribetes internacionales, en el sentido de que no se debe visitar a la República Dominicana, debido al alto nivel de inseguridad que en ella se vive.
Es lamentable tener que admitir que son muchos los hechos que sustentan esas denuncias por lo que hasta hay que ser muy cuidadosos, al momento de querer contradecir una realidad que está a la vista de todos.
Podría decirse que ya el daño está hecho y con consecuencias impredecibles ante la magnitud del mismo y solo faltaría hacerse las siguientes preguntas:
¿Qué harán las autoridades ahora, para enfrentar esa dura realidad o se limitarán pura y simplemente a decir que es una campaña internacional de descrédito?.
¿Volverán con el cuento de que lo que se busca es empañar el crecimiento turístico del país y desacreditar la llamada tranquilidad que muchos atribuyen, se vive en la República Dominicana?.
¿Encontrarán el Ministro de Turismo al igual que el Procurador General de la República, quien les crea que este es un país de paz y tranquilidad, donde no hay ningún tipo de problemas?
Hoy el país se encuentra en una gran encrucijada y para salir del atolladero en que se encuentra, hay quienes aplican el refrán popular que reza: “Chupa, masca o traga entero”, mientras la impotencia nos arropa.
Por Félix Betances,
Barahona, 11 Junio, 2019.