Soberanía económica: elemento esencial para el desarrollo del país

 

La soberanía nacional solo es posible ejercerla a partir de la soberanía económica. Prerrogativa que asume el Estado cuando tiene el control de los recursos naturales y las finanzas. Solo de esta manera el gobierno estará en libertad de trazar la estrategia en política económica del país.

Sin este recurso de la soberanía económica, el gobierno no tendría la autonomía necesaria en política monetaria para manejar la ley de gastos públicos y la inversión en tono a las necesidades sociales y políticas de desarrollo.

Es una historia ilustrativa de un pueblo ignorante y pobre que no está preparado para el ejercicio soberano de sus atribuciones. Enajenado en política económica, se ha visto constreñido en política fiscal, por ataduras impuestas por compromisos en pago de empréstitos internacionales en los que incurrieron gobernantes en el pasado, lo que ha inducido contracción del Producto Interno Bruto (PBI).

Este comportamiento en República Dominicana, ha obligado a gobernantes a la ejecución de política fiscal contractiva en la cual hay reducción del gasto público y la inversión; pero lo más relevante en este aspecto es el capital de inversión porque cuando mengua este, el Estado se ve compelido en políticas de desarrollo. Que es lo que sucede en los países de economía baja

En efecto, con el paso de los años han conducido a la nación a economía de pobreza con el consecuente escaso desarrollo material que a su vez deriva en pobre desarrollo social y político. Rasgos que estigmatizan el Estado de situación de la República Dominicana desde los años de su fundación en 1844 hasta nuestra época contemporánea.

A este pobre desarrollo material y social hay que agregarle la indisciplina en el manejo de las finanzas. Ambas han sido causas de desestabilización social y política que han caracterizado nuestra vida republicana desde nuestros ancestros.

De hecho, la ocupación norteamericana de 1916 fue el resultado de esta situación, justificada por impago de empréstitos; la sociedad luchó de todas maneras contra la intervención hasta lograr la desocupación del país. Sin embargo, a la salida de las tropas de ocupación en 1924, los Estados Unidos se quedaron con el control de Las Aduanas y continuaron manejando la economía dominicana hasta el día de hoy.

Afortunadamente para el país, el 24 de septiembre de 1940 se   efectúa un hecho de trascendencia para las finanzas dominicanas. Mediante el tratado Trujillo-Hull, firmado entre el Estado dominicano y los Estados Unidos, en el cual el primero solventa la totalidad de la deuda acreditada al segundo. Hecho sin parangón en la historia dominicana que permitió la recuperación de la soberanía económica de la nación.

Y para que ustedes valoren la importancia de la independencia económica. Dos años después del acontecimiento, el quinquenio 1942-1947 se convierte en periodo de esplendor para la República Dominicana.

Porque es  cuando el capitalismo industrial penetra con fuerza, el país experimenta trasformaciones profundas en el orden económico y social. Saldada la Deuda Externa, se recupera la soberanía económica. Por lo tanto, el país está en libertad de establecer su política monetaria. Al efecto, se crea el Banco Central. Antes se habían establecidos el Banco de Reservas y el Banco de Crédito Agrícola e hipotecario.

Como resultado del control de la economía, inician la operación grandes empresas nacionales, son ejemplos, la Fábrica de Sacos y Cordelerías, el Matadero Industrial, La Fábrica de Aceite de Maní y La Cementera. Además, construcciones de viviendas, hospitales y el único aeropuerto internacional del país, entre otras novedades.

Cabe destacar, por su impacto favorable en la economía nacional, la situación creada por la Segunda Guerra Mundial que contribuyó a la bonanza económica de la época por los buenos precios que alcanzaron los productos de exportación en el mercado internacional; pero el factor determinante de ese progreso socioeconómico lo fue la ostentación de la soberanía económica por la República Dominicana.

En esa misma onda, Juan Bosch, intenta, a la luz de una nueva Constitución de reformas políticas y sociales profundas, pagar la Deuda Externa acumulada, lo que le permitiría el uso libérrimo de las finanzas para el desarrollo del país. Sin embargo, ese propósito nacionalista fue abortado con el derrocamiento de su gobierno en 1963.

Los años siguientes a la deposición del presidente Bosch, se caracterizan por intranquilidad social y política. Los empréstitos continuaron al granel con el nuevo ingrediente de la magnificación de la corrupción administrativa.

Preocupado por la situación de la República, Juan Bosch, entra en periodo de estudio y profundas reflexiones sobre el destino del país y, en diciembre de 1973 funda el Partido de la Liberación Dominicana, llamado a completar la obra iniciada por Juan Pablo Duarte: la liberación nacional, por ende, la soberanía económica del Estado.

Tarea pendiente en la agenda política de las fuerzas sociales y política de la República Dominicana.

POR  ISMAEL BATISTA.
Barahona, 28 Abril, 2019.-
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