No les demos descanso a los atracadores
La tarde del pasado domingo un joven de tez clara y robusta corpulencia, montado en un motor, con la cabeza cubierta con un casco, se paseaba por las zonas residenciales de Paraíso, Serrallés, Piantini.
A simple vista lucía como un ciudadano más en una tarde de domingo.
Pero ese joven andaba tras una potencial presa.
Y la encontró en el parque Bosque de la Vida, de Serrallés. Una joven paseaba a su perrita. El sujeto detiene la moto justo frente a ella y, para justificar su presencia, le pregunta por la ubicación de una academia de baile, para acto seguido decirle imperativamente: -Dame el celular, si no, te pego un tiro.
La chica se turba, demora un poco la entrega del celular. El sujeto se enfurece, y de manera más enérgica levanta la voz y repite la amenaza. Y la joven, confundida, lanza el celular a la acera y asaltante lo recoge y se marcha rápidamente.
Momento después, la joven se dirige a un centro comercial ubicado en Piantini y escucha a una pareja, con dos niños, hablando sobre un atraco que lograron frustrar gracias a que gritaron: “Nos están atracando”.
Todas las características correspondían al sujeto que le robó en el parque. Hasta les formuló la misma pregunta sobre la academia de baile.
Ambos sucesos ocurrieron entre 3:00 y 4:00 de la tarde del pasado domingo.
Muy próximo a esa zona, hay un puesto de control de seguridad. Cuatro agentes vestidos de uniforme camuflaje, “controlando”, nadie sabe qué.
No logro entender la función y efectividad de esos agentes. Resultaría más efectivo si en lugar de colocarse debajo de un árbol, circularan, como lo hacen los atracadores. Si en lugar de estar fijos en un puesto, estuvieran haciendo lo mismo que los atracadores, peinando la ciudad, las zonas residenciales, los parques, las zonas de esparcimiento, ubicando a estos maleantes. Y llevando tranquilidad a la ciudadanía, que mientras tanto se conforma con decir: “Gracias a Dios, solo se llevaron el celular” o “no nos dispararon. Que afortunados fuimos”.
Es decir, gracias por llevarse “solo” el celular. A eso nos han llevado.
Cuando los atracos en el ensanche Naco se convirtieron en el pan nuestro de cada día, recuerdo que se tomaron muy buenas medidas, y los agentes de la Policía se mantuvieron circulando en motores, vigilantes, al acecho de los maleantes, y en los puntos donde se habían repetido atracos colocaron tres agentes durante el día y la noche.
Eso funcionó aproximadamente durante un mes. Ahora, ni por equivocación circulan los agentes policiales.
El tema de la seguridad ciudadana no debe tomarse a la ligera, tampoco puede ser algo circunstancial ni coyuntural. Mucho menos de moda.
A los asaltantes no debemos darles descanso. De día, de noche, en zonas residenciales y no residenciales.
¿Si los atracadores no descansan, por qué lo hacen las autoridades que están supuestas a garantizarnos la seguridad?.
AUTORA:Norys Sánchez.
11 Abril, 2019.-
A simple vista lucía como un ciudadano más en una tarde de domingo.
Pero ese joven andaba tras una potencial presa.
Y la encontró en el parque Bosque de la Vida, de Serrallés. Una joven paseaba a su perrita. El sujeto detiene la moto justo frente a ella y, para justificar su presencia, le pregunta por la ubicación de una academia de baile, para acto seguido decirle imperativamente: -Dame el celular, si no, te pego un tiro.
La chica se turba, demora un poco la entrega del celular. El sujeto se enfurece, y de manera más enérgica levanta la voz y repite la amenaza. Y la joven, confundida, lanza el celular a la acera y asaltante lo recoge y se marcha rápidamente.
Momento después, la joven se dirige a un centro comercial ubicado en Piantini y escucha a una pareja, con dos niños, hablando sobre un atraco que lograron frustrar gracias a que gritaron: “Nos están atracando”.
Todas las características correspondían al sujeto que le robó en el parque. Hasta les formuló la misma pregunta sobre la academia de baile.
Ambos sucesos ocurrieron entre 3:00 y 4:00 de la tarde del pasado domingo.
Muy próximo a esa zona, hay un puesto de control de seguridad. Cuatro agentes vestidos de uniforme camuflaje, “controlando”, nadie sabe qué.
No logro entender la función y efectividad de esos agentes. Resultaría más efectivo si en lugar de colocarse debajo de un árbol, circularan, como lo hacen los atracadores. Si en lugar de estar fijos en un puesto, estuvieran haciendo lo mismo que los atracadores, peinando la ciudad, las zonas residenciales, los parques, las zonas de esparcimiento, ubicando a estos maleantes. Y llevando tranquilidad a la ciudadanía, que mientras tanto se conforma con decir: “Gracias a Dios, solo se llevaron el celular” o “no nos dispararon. Que afortunados fuimos”.
Es decir, gracias por llevarse “solo” el celular. A eso nos han llevado.
Cuando los atracos en el ensanche Naco se convirtieron en el pan nuestro de cada día, recuerdo que se tomaron muy buenas medidas, y los agentes de la Policía se mantuvieron circulando en motores, vigilantes, al acecho de los maleantes, y en los puntos donde se habían repetido atracos colocaron tres agentes durante el día y la noche.
Eso funcionó aproximadamente durante un mes. Ahora, ni por equivocación circulan los agentes policiales.
El tema de la seguridad ciudadana no debe tomarse a la ligera, tampoco puede ser algo circunstancial ni coyuntural. Mucho menos de moda.
A los asaltantes no debemos darles descanso. De día, de noche, en zonas residenciales y no residenciales.
¿Si los atracadores no descansan, por qué lo hacen las autoridades que están supuestas a garantizarnos la seguridad?.
AUTORA:Norys Sánchez.
11 Abril, 2019.-