Ejemplos que traspasan los tiempos
Con mucha razón, siempre se ha definido la música como el lenguaje universal de la humanidad y es que si nos detenemos a evaluar lo que significan los sonidos que producen los instrumentos, nos damos cuenta de que los mismos no tienen idiomas y que por tanto, son adaptados a cada lugar y a cada costumbre, traducidos en ritmos a los que se agregan los arreglos y las interpretaciones que se definen como el folklore musical de cada país o pueblo.
Así vemos que cada pueblo, región o país, ha hecho una identificación propia, conforme a los ritmos y al uso de determinados instrumentos que complementan dicha propiedad.
A partir de que la gente se dio cuenta de lo bella que es la música, empezó a implementar las escuelas a través de las cuales se desarrollaron grandes talentos, que además de entretener a la población, alcanzaron grandes méritos alrededor del mundo, aunque otros tantos, por falta de apoyo y de iniciativas, se quedaron con una historia poco difundida.
Nuestro país no ha sido la excepción en el caso, pues hace décadas, en cada pueblo de aquí, existió una Escuela o Academia de música de las cuales salieron muy buenos músicos y artistas muchos de los cuales lograron gran notoriedad mientras que otros solo nos dejaron con la satisfacción de los momentos inolvidables, que a través de su participación nos hicieron vivir.
Hay que decir con nostalgia, que por desinterés de nuestras autoridades estas fueron desapareciendo en desmedro del desarrollo cultural de nuestra gente, al igual que los bellos intercambios musicales que se llevaban a cabo frecuentemente.
Cómo no recordar los Conjuntos musicales o “Combos” que se formaron en esa época, con muchísima calidad al igual que a sus mejores exponentes, por ejemplo: Los hermanos Gautreaux, los Ojitos verde, los Reyes del Sur y una lista interminable de buenos músicos e intérpretes en Barahona.
De igual forma, figuras legendarias de la música como las que vemos en la foto: “Viejo Mon”, el famoso “Tamo aquí”, Alberto Leger, los hermanos Arrín y Abebén y Freddy Leger en Paraíso, para solo mencionar algunos.
Fue una época de oro de la que solo nos quedan los buenos recuerdos, pero que aspiramos a que puedan rescatarse esos valores, para bien de nuestra sociedad que tanto lo necesita.
Por Félix Betances.
Barahona, 09 Abril, 2019.