La ADP y los Paros de Docencia


La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en el municipio de San Juan de la Maguana viene transitando una ruta escabrosa y sanguinolenta, que lesiona derechos fundamentales. Dicho sindicato, en un frenesí estridente para medir –quizás- cuál es la directiva o el cacique sindical más radical y enojón,  apartándose de las reglas de la prudencia y moderación, en momentos en que entra un nuevo Ministro de Educación, se ha lanzado a una serie de molestosas paralizaciones de docencia,  que dan una patada al derecho constitucional de la educación.  Este lunes, abriendo la semana, por ejemplo, no hubo docencia en San Juan de la Maguana.

La Constitución de República consagra como un derecho fundamental el Derecho a la Educación. 

El artículo 63 de la ley  sustantiva sostiene que “toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, PERMANENTE, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones”.

En el municipio de San Juan de la Maguana ese derecho es intermitentemente negado a los niños y jóvenes escolares, por la tozuda actitud de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) de producir fastidiosos paros de docencia.

Este segundo cuatrimestre acumula record en interrupciones de clases en esta ciudad sureña.  En todo el país se está impartiendo docencia normalmente, menos en San Juan de la Maguana.  Inexplicable y abusivo.

Los maestros locales exigen demandas -la mayoría justas- y que las autoridades no cumplen.  Vaya también una reprimenda pública para las autoridades distritales y regionales del Ministerio de Educación, quienes  se comprometen a satisfacer pliegos reivindicativos y de forma caprichosa no lo hacen.  Pero eso no le da derecho a la directiva y a los caciques de la ADP a utilizar como señuelos a los niños y jóvenes escolares en su guerra necia.  

Me han informado que algunos de los caciques adepeistas de San Juan tienen proyectos políticos de aspirar a posiciones electivas en las elecciones del 2,020 y que su ancla será la ADP y  su lucha en el sindicato magisterial.  ¡Carajo¡

Me duele que la mayoría de los niños y jóvenes que van a la escuela pública, como me  lo aseguró mi amigo el Chef y suplidor Rafael Gómez, solo puedan echar a su estómago la comida del almuerzo escolar y que lleven semanas sin recibir alimento y comer bien al día por los paros de la ADP en San Juan.

Debido a que una parte de los calenturientos directivos de la ADP son “evangélicos” me pidieron que le preguntara: ¿Es cristiano condenar a niños y niñas a pasar hambre?


Por Rubén Moreta 
El autor es periodista.
12 marzo, 2019.
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