¿Cómo se congela una persona?

El lago Michigan congelado en la ribera de Chicago. (Imagen Creative Commons vista en Wikipedia).


03 FEBRERO, 2019: Ayer, mientras iba de camino a la oficina disfrutando de una temperatura de 15 grados Celsius (algo inusual para esta época del año en la costa norte española), las imágenes del vórtice polar en Chicago que acababa de ver en los noticieros se me venían a la mente y me llenaban de asombro. ¿Cómo es posible que se alcanzaran los 40 grados bajo cero en el norte de los Estados Unidos? ¿Cómo resistirían esos hombres a un frío más propio del polo norte sin sucumbir presas de la congelación?

La respuesta era clara. Vestirse adecuadamente y evitar en la medida de lo posible estar en el exterior. A pesar de la preparación, de la experiencia en combatir duros inviernos, ha sido inevitable perder algunas vidas. ¿Pero cómo se congela una persona?

Podría parecer sencillo, pero nuestro cuerpo guarda un par de trucos para evitar perecer por congelación. La temperatura central de nuestro cuerpo es de 37 grados Celsius, y aunque como digo, morir por congelación exige unas condiciones muy duras, es relativamente sencillo sufrir una hipotermia, para lo cual bastan temperaturas entre los 10 grados Celsius y uno bajo cero (especialmente si hay agua de por medio).

¿La razón? El cuerpo pierde calor 25 veces más rápido en el agua que en el aire, razón por la que las abuelas nos advierten enseguida para que nos cambiemos de ropa cuando llegamos empapados a casa.

Para que haya muertes por congelación, como las que hemos visto en el área de Chicago, es necesario que las temperaturas estén bien por debajo de cero. A menos 34 grados Celsius, cualquier persona saludable que no esté vestida apropiadamente podría experimentar hipotermia en apenas 10 minutos. Entre menos 40 y menos 45 grados, la hipotermia puede aparecer en tan solo 5 o 7 minutos.

Cuando la temperatura corporal cae en picado, nuestro organismo pone en marcha una estrategia protectora de los órganos vitales (incluido el corazón y el cerebro) desviando el flujo sanguíneo periférico hacia el interior. Esa es la razón de que lo primero que sentimos sea un hormigueo en los dedos o en los pies, zonas en las que el flujo de sangre comienza a escasear.

La razón para esta protección es sencilla. Si el corazón falla el flujo sanguíneo a órganos vitales como el hígado o los riñones se ve afectado y el organismo entra en un estado de shock. Los más jóvenes y los más ancianos son quienes mayor riesgo de hipotermia sufren, ya que por lo general sus músculos cardíacos son más débiles que los de un adulto. ¿Qué se experimenta cuando uno sufre hipotermia?

Cataratas del Niágara congeladas. (Imagen creative commons vista en Pixabay).

Volvamos a los famosos 37 grados de temperatura corporal. Simplemente con una reducción de tres grados, es decir a 33 grados centígrados, uno puede experimentar amnesia. Si sigue descendiendo y nuestro cuerpo alcanza los 28 grados Celsius, se puede perder la conciencia. Por debajo de los 21 grados se entra en hipotermia profunda y se puede fallecer.

Por lo que he podido leer, el récord de temperatura corporal más baja alcanzada por un ser humano, que luego viviera para contarlo es de 13,7 grados C. Tal hazaña se la debemos a Anna Bagenholm, una mujer sueca que en 1999 se quedó atrapada 80 minutos en agua helada, respirando en una balsa de aire oculta bajo una capa de hielo, y que logró sobrevivir pese a sufrir un paro cardiorespiratorio. De no haber sido por la asistencia médica de más de 100 doctores y enfermeras, que trabajaron a turnos de nueve horas para salvarle la vida, Anna no habría abierto los ojos, felizmente, 10 días después de su fatídico accidente de esquí.

Eso demuestra bien a las claras lo duro que es el cuerpo humano, que logra proteger los órganos vitales mediante dos estrategias, la antes mencionada vasoconstricción, mediante la cual trata de aislarse mediante el movimiento de sangre hacia el interior, y su segundo truco: el temblor, que produce calor y ayuda a que la temperatura corporal se eleve.

Aun así, cuando la temperatura exterior cae de forma notable la congelación hace de las suyas. ¿Cuánto tardas en congelarte entonces? Todo dependerá de la condiciones, por ejemplo si hay una temperatura de menos 18 grados centígrados, pero además hay un viento gélido que hace que la sensación térmica sea de menos 28ºC, una persona podría congelarse en media hora. Pero si uno se encuentra en el exterior a menos 26º C con una sensación térmica de menos 48ºC, la congelación aparecerá en solo 5 minutos.

¿Qué hacer para evitarlo? Además de intentar no salir a la intemperie, lo suyo es vestirse de forma apropiada estableciendo tres barreras textiles de protección. Primero una capa de ropa absorbente capaz de secar el sudor de la piel (recordad que cuando el cuerpo se moja la pérdida de calor se dispara). Sobre esa capa, añadir una capa de ropa aislante y finalmente una tercera capa que proteja contra las condiciones del exterior y que minimice en la medida de lo posible los efectos del viento y otros elementos.

Somos una especie súmamente adaptable. Con el equipo adecuado, los humanos podemos pasearnos por los polos o subir al Everest. No obstante no juegues a hacerte el héroe. Si vives en chicago y puedes permitirte pagar la calefacción, espera en casa cómodamente a que amaine el temporal. Muy pronto verás aumentos de hasta 30 grados de temperatura y el temible vórtice polar será solo historia.

 Miguel Artime,Yahoo Noticias
Me enteré leyendo LiveScience
Con tecnología de Blogger.