Réquiem por Ángelo Valenzuela
Angelo Valenzuela
La muerte es siempre indeseada y malvada. Tiene mala educación, porque sin avisar se presenta a llenarnos de dolor y desconsuelo.
El viernes 4 de enero de 2019 fue un día lúgubre porque nos arrebató a uno de los hombres más lúcidos de la provincia de San Juan: Angelo Valenzuela (pintor, dramaturgo, Director teatral, escritor, profesor, gestor cultural, gerente y funcionario público, gran padre de familia y mejor ciudadano). Su deceso provoco una gran conmoción en la sureña provincia San Juan, donde nació y se desarrolló Valenzuela, y era ampliamente conocido y admirado por su labor intelectual, carisma y liderazgo en el quehacer cultural, al frente de la Dirección Regional del Ministerio de Cultura y del Centro Cultural Monina Campora.
Ángelo Valenzuela fue un consagrado promotor del arte y la cultura sanjuanera, un artista aquilatado, un libre pensador, un formador de pintores y actores teatrales tanto en la Escuela de Bellas Artes de San Juan de la Maguana como en la Escuela de Diseño Altos de Chavón (La Romana), donde ejerció su floreciente magisterio artístico. Estudió en ambos centros de enseñanza, y luego fue asimilado en su claustro profesoral.
En importantes galerías de la república y el exterior exhibió su pintura. Su obra pictórica está atravesada por elementos mágico-religiosos de la cultura e idiosincrasia sanjuaneras: liborismo, bacaces, magia y personajes populares.
Como dramaturgo, sobresalen sus obras – todas galardonadas-: “Un ladrón en mi casa” (1987), “Esther y Efraín” (1992), “La Terrible Enfermedad de Don Moisés” (1999), “La Peste de estos días” (2001), “La Danza en el Crepúsculo” (2006) y “la Visita del Intruso” (2010). Esta última obra le mereció el Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena.
Robespierre dijo una vez que “la muerte es el comienzo de la inmortalidad”. Por su prolífera creación, Ángelo Valenzuela se expande a la perennidad.
¡Descansa en paz gran artista!
Por Rubén Moreta--El autor es periodista.
05 Enero, 2019.