La UASD inviste 116 nuevos profesionales en Subcentro de Neiba
EN NEIBA, Bahoruco, (Repùblica Dominicana), 31 Enero, 2019: Por primera vez desde su fundación, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), efectuó este jueves en un subcentro, la investidura de 116 nuevos profesionales que realizaron sus estudios de grado en la UASD-Subcentro Neiba.
La ceremonia, que tuvo lugar en el Polideportivo Rafaelin Hernández, de esta ciudad, fue encabezada por el vicerrector de Investigación y Postgrado, doctor Maurio Canario, quien asistió en representación de la doctora Emma Polanco rectora Magnífica de la UASD.
En esta investidura, donde 17 graduandos obtuvieron altas calificaciones, acompañaron a Canario, el Consejo Universitario, el director del Centro Barahona, Maestro Manuel Antonio De La Cruz, el encargado de la UASD-Subcentro Neiba, Franklin Soriano Castro, entre otras autoridades universitarias.
Al pronunciar el discurso central, el doctor Canario señaló que en la localidad de Neiba, como en todo el territorio nacional, la UASD sigue cumpliendo su misión esencial de formar recursos humanos altamente calificados, dotados de valores y con vocación de servicio.
Destacó el trabajo coordinado del Subcentro de Neiba y el Centro Barahona para lograr formar con esmero a los 116 nuevos profesionales formados en Educación Básica, Ciencias Sociales, Orientación Académica, Educación Inicial y Física, así como en Ingeniería Agronómica y Derecho.
De su lado, Franklin Soriano, encargado de la UASD Subcentro Neiba, en su participación, destacó que en los 480 años de fundación que tiene la UASD nunca se había realizado una graduación en un Subcentro, “eso es de carácter histórico, y va a quedar marcado en cada uno de nosotros”, refirió.
Soriano, luego de reconocer la maestra Alejandrina Luciano de quien dijo dio la vida por la UASD Neiba. Asimismo agradeció a la rectora Emma Polanco por darle la oportunidad de celebrar la graduación en este Subcentro lo cual dijo, favorece los interés económicos, políticos y sociales de esta región.
Por: Ranfi Díaz