Un --huracán-- de materia oscura se aproxima a la Tierra a gran velocidad
C. O'Hare; NASA / Jon Lomberg
Con este nuevo hallazgo se podría detectar la materia oscura, resolviendo así uno de los mayores desafíos del campo científico. Todo se debe a S1, una corriente que formaría parte de una galaxia enana que fue tragada por la Vía Láctea hace miles de millones de años.
Uno de los mayores misterios del universo está cada vez más cerca de resolverse. O, al menos, eso parece, según el increíble descubrimiento llevado a cabo por Ciran O’Hare de la Universidad de Zaragoza, publicado recientemente en Physical Review D. En efecto, nos referimos a la materia oscura.
El estudio confirma la existencia de un potente "viento" compuesto por materia oscura que se dirige hacia la tierra a una velocidad de 500 km/s. Se cree que esta corriente conocida como S1 son los escombros que quedaron de una galaxia enana que fue tragada por la Vía Láctea hace miles de millones de años. Esta corriente estelar se identificó el año pasado por el satélite Gaia.
El interés de S1 recae en que el recorrido de dicha "materia oscura" cruza el del Sol, pudiendo dejar a su paso una huella detectable en los datos de las búsquedas de materia oscura.
Para realizar la investigación, O’Hare y sus colegas se centraron en uno de los experimentos más recientes, el LZ, ubicado en la Instalación de Investigación Subterránea de Sanford, en Dakota del Sur. De ahí concluyeron que dicha "corriente" podría identificarse por encima del "viento estándar" si constituyese el 10% de la materia oscura "local" y si las partículas tuvieran entre cinco y 25 veces la masa del protón.
A medida que S1 golpeara el Sistema Solar —aseguran los autores— su estructura contrarrotativa aumentaría drásticamente la cantidad de materia oscura procedente del cielo en forma de "viento estándar". Entonces se formaría una estructura alrededor de ese viento que los detectores de materia oscura podrían identificar fácilmente.
Los detectores actuales que buscan partículas masivas de interacción débil son los WIMP (por sus siglas en inglés), los cuales probablemente no vean ningún efecto desde el S1, pero es posible que los futuros WIMP lo hagan. Las posibilidades son más favorables para los axiones, ya que sus partículas extremadamente ligeras podrían convertirse en fotones en presencia de campos magnéticos intensos.
En definitiva, si esto se consiguiese, estaríamos ante uno de los mayores logros de la ciencia moderna.
/Informativos Telecinco/.