Torres Incendio y bomberos



Esa relación me da vueltas y vueltas en la cabeza, torres, fuego y bombero.


La Capital dominicana, el municipio Santo Domingo Este, la Ciudad de Santiago y otras, se han subido al carro de la ciudad vertical.  Desde los años ochenta escuchaba y estaba convencido de eso, de que para esta época el crecimiento de la ciudad se haría verticalmente, no horizontal como se estaba haciendo en ese momento.

Hoy la ciudad crece en los dos sentidos, pero aun en el crecimiento horizontal hace presencia la verticalidad, edificio de cuatro y cinco niveles han desplazado las construcciones de unidades para una familia o de uno o dos niveles,

Dense un paseíto por la autopista de San Isidro y comprenderán mejor lo que digo. Bien…, pero los niveles de verticalidad del crecimiento horizontal, no es muy preocupante para mí.

Lo que, si me preocupa o me inquieta para ser más exacto en el alcance de la expresión, es el crecimiento vertical en el Distrito Nacional.  Grandes torres imponentes diseños.  Son torres en apariencia seguras y fuertes. No me cabe duda de que tienen bases antisísmicas y estructuras anticiclónicas (en lo que cabe).

¿Dónde radica mi inquietud? Es en saber si esas torres de veinte y más pisos tienen facilidades para extinguir un incendio que se inicie por ejemplo en el piso diez, digamos a la mitad del edificio o la torre. Eso me hizo llamar a la estación de bomberos que se ha de imaginar uno, debe ser la más equipada del país, la estación Central del Distrito Nacional.  Allí me atendió un oficial, (aunque requerí al jefe), cuyo rango según él era el de teniente y le expuse mi inquietud. Le requerí que me explicara cuáles previsiones habían tomado ellos (Los bomberos) frente al auge de grandes torres como está aconteciendo en la Capital.

Éste me explicó que el Departamento le exige al Ministerio de Obras Públicas, tener en cuenta que en los planos sometidos se contemple la colocación de mangueras y por supuesto, los extintores. Y eso es todo.

Caray … Eso no me parece suficiente, piensen como ya le dije, en un incendio a media torre que amenace con extenderse para arriba y para abajo, que bloquee las escaleras  ¿ De qué servirán esas mangueras internas, salvo que estén lejos de la edificación, y aun así,   solo se le podrá dar un uso pírrico, sino se cuentan con las escaleras o torres contra incendio y las potentes bombas de presión que canalicen  el agua a esas alturas;  o más aún,   si no se dispone de una  cisterna especial para uso exclusivo de bombero ya que aquí los hidrantes  o bombonas como le llaman algunos no existen o no funcionan y las cisterna para uso cotidiano permanecen  más vacías que con agua .

No sé si existe aquí; pero el departamento de bombero de esta y otras ciudades deben estar pensando en la unidad de educación en prevención de incendios, en el adecuado manejo de las tuberías de gas común, tanques individuales o industriales, entre otros aspectos, así como una supervisión continua de esas torres o estructuras.

Hoy a los bomberos de la ciudad de New York, se le llama "The New York's Bravest" (Los más valientes de Nueva York), pero para ganarse ese sobre nombre hubo que intercambiarlo por la vida de cientos de bomberos que quedaron atrapados dentro de las torres gemelas cuando se desplomaron aquel 11 de septiembre.  

Se estableció que muchas de esas vidas no se salvaron por problemas de comunicación por radio con los comandantes. Esa pérdida de contacto causó que muchos de los bomberos que entraron en los edificios no pudieron escuchar las órdenes de evacuación. Y ya ustedes conocen el desenlace.

No basta con las mangueras, extintores o un en equipo de activación automática para lanzar agua. Hay que equipar a los bomberos para esa eventualidad y no solo para apagar el fuego sino para el rescate de emergencia.

 Ojala un legislador me esté leyendo  y presente un proyecto para que esas grandes construcciones y no solo las grandes sino las construcciones  que pasen de  un determinado  nivel , paguen un impuesto destinado única y exclusivamente para el equipamiento de los respectivos cuerpos  de bomberos y ojala los constructores no aleguen que eso encarecerá los costos, porque si se pierden vidas o el edificio, por falta de equipos,  cualquier costo o inversión ha de ser una insignificancia, si esto se pudiere prevenir o evitar.

Hasta la próxima. Dario Nin

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