Haitianos duermen a la intemperie por temor a remezones


EN PUERTO DE LA PAZ, Haití, 08 Octubre, 2018:  Miles de personas a lo largo de la costa norte de Haití sacaron colchones y sillas afuera el lunes por temor a nuevos temblores tras al terremoto de magnitud 5,9 que mató a por lo menos 12 personas y causó heridas a 188 durante el fin de semana.Muchos se preguntaban cómo harán para reconstruir sus comunidades luego del temblor del sábado por la noche y de los remezones de magnitud 5,2 del domingo. 

Numerosos residentes de Puerto de la Paz y otras localidades de los alrededores tenían miedo de volver a sus precarias viviendas de hormigón, temerosos de que se derrumbasen.Uno de ellos era Marc-Sena Docteur, un carpintero de 24 años cuya novia falleció en el terremoto.

“Me quedé solo con mi bebita de nueve meses, sin ningún ayuda”, expresó. “Lloro. No sé lo que voy a hacer sin ella”, agregó, aludiendo a su pareja.

Las paredes de la habitación que la pareja alquilaba desde hacía un año se derrumbaron y él y la beba duermen a la intemperie desde el temblor.

Los remezones del domingo causaron pánico en las calles donde equipos de emergencia asistían a las víctimas del terremoto. El Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que el epicentro de los remezones se ubicó a 15,8 kilómetros (9,8 millas) al nor-noroeste de Puerto de la Paz, la ciudad más afectada por el terremoto del sábado.

La agencia de protección civil de Haití dijo que al menos ocho personas fallecieron en la ciudad costera de Puerto de la Paz y tres en Gros-Morne, una comunidad cercana en la provincia de Artibonite. Otra persona murió en Saint-Louis du Nord, de acuerdo con un tuit del ministro de comunicaciones Eddy Jackson.

Entre los muertos figura un niño de cinco años que fue aplastado al desmoronarse su casa y un hombre que estaba en un auditorio que también se derrumbó.

Haití es un país muy pobre donde mucha gente vive en condiciones extremadamente precarias, vulnerables a terremotos y huracanes. Un terremoto mucho más fuerte, de magnitud 7,1, causó grandes destrozos en la capital y mató a unas 300.000 personas.

Etanvie Dimorne, un albañil de 50 años, dijo que la gente tiene que construir viviendas más resistentes a los terremotos. El hombre perdió su vivienda en el temblor del sábado y está durmiendo bajo una lona en el patio de un vecino.

“Anoche llovió. Estoy durmiendo en condiciones muy duras”, manifestó.

El presidente Jovenel Moise exhortó a la gente a que done sangre y pidió a los organismos internacionales de ayuda que coordinen con las entidades locales para evitar una duplicación de esfuerzos. El gobierno no dio estimados de los daños por ahora.

Pierre Jacques Baudre, campesino con siete hijos, dijo que teme volver a su casa porque una pared construida con piedras y cemento había cedido.

“La casa se puede derrumbar en cualquier momento”, expresó. 

POR AP

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