Antonio Guzmàn en mis recuerdos.
Don Silvestre Antonio Guzmán Fernández fallecido un día como hoy, mientras transcurrían los días de su mandato constitucional producto indiscutiblemente de un suicidio, faltando apenas 43 días para que se completen 4 años; presidente altamente valorado por la población, tras haber cumplido al llegar al poder, con las principales promesas de su campaña, se trata de el verdadero cambio sin violencia, la remoción de los mandos militares que se creían inamovibles, la apertura de las cárceles para los presos políticos del régimen dictatorial que su triunfo removió y la apertura del país para los exiliados, eran el anhelo del pueblo para esos momentos.
Otras aristas de su buen mandato lo constituyó su corte agropecuario, con logros tangibles como el de la secretaría de estado de agricultura con el ingeniero Hipólito Mejia a la cabeza, quien le dio respuesta a los sinsabores dejados por el poderoso huracán David y la devastadora tormenta Federico, año 1979, con una respuesta en rubros como los plátanos y guineos en tres meses.
El Antonio Guzmán que conocí desde su estatus como alta figura perredeista, quien desde los años anteriores a su posición como candidato del PRD y el llamado “acuerdo de Santiago” para el periodo electoral del año 1974, elecciones de las que tuvo que abstenerse horas antes de que se materializaran, producto del alto nivel de represión desatado, (era mi primer voto) y lo evidente de su recrudecimiento, habidas cuentas de que con la división del PRD y nacimiento del PLD, se carecía de las suficientes relaciones internacionales para su denuncia mundial, entre otras razones.
A don Antonio Guzmán le conocí en visitas a nuestro hogar, sito calle Duarte numero 16 de Neiba, ya que mi padre Néstor Matos y él habían desarrollado una gran empatía como personas y conmilitones, a tal grado que para la novena convención que lo elegiría candidato presidencial del año 1978, Néstor fue responsable en gran parte del suroeste. Azua, Bahoruco, Independencia y más, si mal no recordamos. El ingeniero Hipólito Mejía me cuenta que don Antonio le decía que el hombre más serio que había conocido en el país era don Néstor, que era “Irracionalmente serio”
Recuerdo que en varios eventos en los que se agredió oficialmente las caravana de don Antonio estuvimos cerca de él, no se me olvida un tranque con la policía Balaguerista que se armó para las elecciones del 1978 en el puente de la Cementera, cuando íbamos para el sector de Villa mella, en la publicación del día siguiente, Listín Diario salí fotografiado junto a don Antonio, motivo hoy y ayer de gran orgullo para nosotros.
Para esos mismos tiempos, un poco antes al referido con anterioridad, estando nosotros estudiando para un examen final universitario, doce y tantos de la medianoche, al sentir un vehículo asomarse al frente de la casa número 25 de la calle Pedro Livio Cedeño, ensanche Luperòn , Santo Domingo, donde residíamos, llegó un Carro Volvo Azul, y dentro, al volante el Licenciado Jacobo Majluta, en el asiento contiguo el señor Antonio Guzmán y en el trasero Néstor Matos, venían de una reunión del comité ejecutivo nacional PRD.
Ya como presidente no lo vi tantas veces, aunque sí vino dos o tres veces a almorzar en casa, en Neiba, en la primera, persuadí a mi padre de que le solicitare sacarme de la Lotería Nacional, donde era inspector y ya mediante arqueos que realizábamos a cajeros de la institución habíamos descubierto fraudes, lo cual encontrábamos no familiar con la carrera universitaria en último semestre, ingeniería química, además del peligro; mi padre se negaba a hablarle al amigo de asuntos personales, pero logré animarlo; ya en la mesa, me acerqué y mi padre habló, diciendo, don Antonio, este es el hijo mío que ha descubierto los fraudes en la lotería, él encuentra ese cargo muy peligroso y quiere pasar a un ingenio donde aplicar lo que estudia!!; a lo que el presidente contestó; “Don Néstor, déjelo ahí para que aprenda a cargar pesado”; Silencio total y luego otros temas, en esa mesa recuerdo a Rodríguez Soldevilla, Salvador Marras, entre otros.
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA
NEIBA PROVINCIA BAHORUCO, REPUBLICA DOMINICANA.
4 DE JULIO AÑO 2018.