Tensión en la llegada de Lula a la sede de la Policía Federal en Sao Paulo
EN SAO PAULO, (EFE), 07 Abril, 2018: El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue recibido por grupos de detractores y simpatizantes en la sede de la Policía Federal en Sao Paulo, a donde fue conducido tras entregarse a las autoridades para cumplir la pena de 12 años de prisión a que fue condenado por corrupción.
El convoy policial que recogió a Lula en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, donde el exmandatario estaba acuartelado desde el jueves, tuvo que reducir su marcha al llegar a la sede de la Policía Federal por la aproximación de centenas de manifestantes, entre partidarios y opositores.
Los vehículos prácticamente tuvieron que parar en el portón de la instalación policial por la aproximación de manifestantes, algunos gritando su apoyo al considerado líder más carismático de Brasil y otros festejando su detención.
Tras la entrada de los vehículos, la Policía tuvo que separar ambos grupos para impedir los enfrentamientos.
En su mayoría, los manifestantes eran detractores del líder socialista y festejaron su encarcelamiento sacudiendo una enorme bandera de Brasil y arrojando fuegos de artificio.
Lula será sometido a un examen físico en la sede de la Policía Federal en Sao Paulo antes de ser trasladado este mismo sábado a Curitiba, ciudad en el sur de Brasil en donde tendrá que cumplir su condena en una celda especial de 15 metros cuadrados que fue adaptada en la sede de esa misma institución.
Tras casi 48 horas acuartelado en el sindicato en el que inició su carrera política y 26 horas después de vencido el plazo dado por la Justicia para entregarse, Lula tuvo dificultades para eludir a los militantes que querían impedir su entrega.
El exmandatario finalmente salió a pie y recorrió cerca de 100 metros, rodeado por policías y miembros de su propio equipo de seguridad, hasta un vehículo de la Policía Federal que le esperaba en las inmediaciones.
El juez federal Sergio Moro, responsable por la investigación del gigantesco escándalo de corrupción en Petrobras y que condenó al exgobernante, emitió la orden de detención el pasado jueves, un día después de que la Corte Suprema negara el “habeas corpus” solicitado por Lula para atrasar su encarcelamiento.
Esta es la primera vez en la historia de Brasil en que un presidente es encarcelado por un delito común, pues otros han sido apresados pero por motivos políticos.
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/El Caribe/.