En vez de celebrar, los periodistas debimos meditar
Siendo yo adolescente, en momentos en que ni siquiera soñaba con ser periodista, me encontraba
junto a otros mozalbetes en una esquina de la parte alta de mi natal ciudad de San Cristóbal, en el sur de la República Dominicana.
Conversábamos agradablemente sobre distintos tópicos. De repente apareció un vendedor ambulante que empujaba una carretilla cargada de frutas; nos preguntó respecto a la ubicación de un establecimiento comercial de nuestro barrio.
Debido a lo “interesante y profundo” de nuestra conversación, ninguno puso atención al vendutero, quien de manera insistente repetía su pregunta. Esto hizo que uno del grupo, visiblemente molesto, exclamara en voz alta:
-“Oye pero este viejo si pregunta..¿será periodista?!!”.
Nunca he olvidado la forma airada en que el vendedor respondió, pues -a su juicio- se le /estaba faltando el respeto. En forma amenazante y agitando el dedo índice de su mano derecha, manifestó:
-“Mire, carajo… más periodista es Usted, más periodista es Usted!!”.
Esta respuesta nos provocó una risa unánime y el peculiar personaje siguió su camino, con cara de pocos amigos.
Ahora que han pasado los años y yo, por una coincidencia de la vida conozco los “vericuetos” del periodismo, es que comprendo el por qué de la irritación de ese humilde personaje de pueblo. Si en esa oportunidad él se molestó porque le “acusaron” de ser “periodista”, imagínense que pasará ahora cuando hay un creciente cuestionamiento a quienes ejercemos esta tortuosa profesión. (No son una, ni dos, sino múltiples las veces en que he escuchado la expresión: “Casi todos los periodistas dominicanos están comprados”).
En cada caso me he limitado a oir… y callar.
Es por eso que considero que recientemente, en el “Día Nacional del Periodista”, en vez de celebrar, debimos sentarnos a analizar: ¿qué está provocando esa desconfianza (por no decir repulsa) generalizada de una buena parte de la población hacia nuestro sector profesional?. ¿Son justificados o no estos cuestionamientos?. ¿Se puede hacer algo para enmendar esta situación?.
Entiendo que aún hay tiempo para hacerlo.
/Por Saúl Pimentel/Almomento.net/