Comprar-alquilar-vender, el gran negocio de los Bienes Raíces


En una entrevista que me hicieron en el periódico Listín Diario, que salió publicada el 4 de abril del 1988, hace ya 30 años, y cuando aún tenía cabellos y bigote, yo hablaba acerca del auge que en ese momento estaban teniendo los Bienes Raíces en la República Dominicana y señalaba que, comprar-alquilar-vender, era (y es) un gran negocio.

En ese tiempo, me desempeñaba como Vicepresidente de Negocios de Central de Créditos, la cual era la mayor empresa de Bienes Raíces del país y, por lo tanto, la que pautaba las líneas que regían el sector.

Como hoy, en abril del 2018, las condiciones para la inversión, siguen siendo las mismas, les voy a transcribir parte de mis declaraciones del ayer y voy a hablarles un poco del presente.

Citamos: “El Vicepresidente de Negocios de Central de Créditos, S.A, señaló que en momentos como los actuales, la inversión en Bienes Raíces (compra de casas, apartamentos, solares, etc), es la mejor forma de garantizar la permanencia del poder adquisitivo del dinero”.

“El Lic. César Manuel Fragoso dijo que por ese motivo ha experimentado una extraordinaria demanda de inmuebles, llegando en el 1987 a sobrepasar, en unidades y valores, las ventas de todos los años anteriores. El 1988 presenta características similares, ya que en enero de este año, se vendieron más propiedades, que en cualquier otro mes de los 31 años de la empresa, según dijo”.


“Expresó que la revaluación constante que a través del tiempo van adquiriendo los inmuebles hace que la inversión en casas y apartamentos, sea buena, tanto para ocuparla el propietario, como para alquilarla”.

En el primer caso, citó, con la tranquilidad familiar de tener un techo propio y, en el alquiler de la vivienda, se adquieren beneficios, ya que, aunque la renta mensual no sea lo mejor, el incremento de valor de la propiedad, permite que en unos dos o tres años, pueda ser vendida con un excelente margen de ganancia”.

“En ese sentido, consideró como un gran negocio, comprar-alquilar-vender”. Termina la cita.

Volviendo al presente, si comparamos lo sucedido en los años 1987-1988 con 2016-2017 y lo que va del 2018, no existe la menor duda de que se ha venido presentando una situación similar y, aunque no tengo las cifras tan exactas como en el pasado, me atrevo a asegurar, con pocas posibilidades de equivocarme, que en la actualidad se está presentando una situación similar.

Mi aseveración es tan simple de comprobar, que basta con  dar una vuelta por el Gran Santo Domingo para darnos cuenta de que, en cualquier rincón de ese vasto territorio, nos encontramos con una inmensidad de nuevos apartamentos en construcción, en proceso de terminación, terminados y ya habitados.

Las razones para este inmenso auge del sector construcción se debe, entre otras cosas, al crecimiento macro-económico del país, debido a la excelente dirección de la cosa pública por parte nuestras actuales autoridades, encabezadas por el Presidente Danilo Medina, cómo rector principal del país y, por el Lic. Héctor Valdéz Albizu, como Gobernador del Banco Central de la República Dominicana, institución que traza las pautas económicas de la nación.

Asimismo, por las extraordinarias facilidades crediticias que existen para que cualquier persona pueda adquirir una vivienda, por el establecimiento de la Ley 189-11 para el desarrollo del mercado hipotecario y el fideicomiso, por el matrimonio Gobierno-Sector Privado para abaratar en costo de las viviendas con la eliminación de los impuestos mediante los bonos tierra y vivienda que otorga el Estado a los adquirientes de las llamadas viviendas de bajo costo y, lógicamente, por el efecto de la inflación, la cual, aunque no tan galopante como en ocasiones anteriores, afecta el poder adquisitivo de nuestra moneda.

Es, justamente, el efecto de la disminución del poder de compra del peso dominicano, uno de los elementos principales que impulsan a las personas a comprar una propiedad inmobiliaria con el objetivo de, en primer lugar mantener lucrativos sus capitales, conservando sus valores en un bien raíz y, en segundo lugar, para obtener una ganancia superior a la que significa mantener sus ahorros en una institución financiera que les paga una baja tasa de interés.

Esa es la razón por la cual, aquellas personas que no utilizan sus dineros para desarrollar actividades mercantiles que les generen mejores beneficios que los que reciben de sus ahorros, están en la actualidad, como lo hacían los del pasado, invirtiendo en la compra de casas y apartamentos para alquilarlas

De igual manera, muchos prefieren comprar algunos de los pocos solares que quedan en ventas en los alrededores del Gran Santo Domingo o adquirir terrenos baldíos o fincas en sus pueblos o las ciudades circundantes al Distrito Nacional.

Cuando se adquiere un apartamento o casa para alquilarlo, se está haciendo una operación de negocio inteligente pues, en la mayoría de los casos, lo que se recibe mensualmente por la renta, es mayor a lo recibido por el interés que paga un banco o asociación, la propiedad se va revaluando y, con raras excepciones, generalmente se puede vender en el futuro, por un precio muy superior al de compra original.

De  manera que, si analizamos el pasado y lo comparamos con el presente, nos daremos cuenta de que, excepto que se utilice el dinero para otros tipos de negocios más productivos, siempre podremos considerar que, comprar-alquilar-vender, es,  el gran negocio de los Bienes Raíces.

Lic. César Fragoso.
12 Abril, 2018.
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