En este pueblo de EEUU hay una alarmante cantidad de casos de cáncer, y la causa tiene a todos indignados
Chris Newland recuerda que de niño jugaba no lejos de su casa en Otsego en torno a estanques de “licor negro”, que en realidad eran residuos contaminantes de las plantas de papel de la región. (AP)
30 MARZOP, 2018: Los habitantes de Otsego, una pequeña localidad de Michigan, han enfrentado, y aún los sufren, inusualmente altos índices de cáncer y otros padecimientos, por añadidura registrados en muchos casos a edades muy tempranas. Eso ha causado por años que muchos residentes del lugar enfermen mientras la preocupación al respecto, que no sería nueva, no ha hecho sino aumentar.
Y el presunto responsable de sus penurias, como un fantasma, al parecer desapareció del lugar décadas atrás. Su cauda de males, con todo, persiste ominosamente.
De acuerdo a la televisora local WWMT, muchos en la comunidad de Otsego, una población de apenas 4,000 habitantes, han comenzado a expresar airadamente su preocupación por la gran cantidad de casos de cáncer que, de modo desproporcionado, se han registrado entre ellos, al grado de que las autoridades estatales y federales comenzarán ya a indagar lo que allí sucede.
Aún no es claro el por qué de los males que aquejan a Otsego, pero las miradas comienzan a dirigirse al sucio legado de las plantas de papel de RockTenn y Menasha, que operaron en el lugar por muchos años, pero que ya fueron cerradas. Por ejemplo, según testimonios recabados por el portal MLive, un vecino del lugar de 53 años recuerda que cuando era niño jugaba en torno a un estanque lleno de ‘licor negro’ ubicado a corta distancia de su casa. Ese ‘licor negro’ eran desechos industriales del proceso de disolver la celulosa de la madera.
Así, un grave temor es que esos y otros desechos, además de los residuos de un relleno sanitario que exisitó en esa zona, hayan sido factores en la alta incidencia de enfermedades.
Y la situación es alarmante pues, como se lee en otro de los testimonios recogidos por MLive, el de una mujer que fue diagnosticada con cáncer de ovario a los 17 años y que afortunadamente ha superado ese mal, tan solo entre sus compañeros de escuela secundaria se ha enterado de una docena de casos de cáncer y su propia hermana también fue diagnosticada de ese padecimiento a los 35 años.
Ella, Mary Zak, quien actualmente vive en Chicago, ha comenzado a trabajar con varias entidades para identificar qué ha desatado tantas enfermedades en Otsego. Le preocupa la presencia de dioxinas, sustancias químicas altamente tóxicas, pero también busca que se revise si existen otras explicaciones. Chris Newland, por ejemplo, el hombre que evocó haber jugado de niño cerca del estanque de “licor negro” también recuerda que en el entorno de su casa habían otros desechos: baterías de automóviles y tambores industriales.
Por ello, existe el temor de que las empresas que en el pasado operaron en esa localidad habrían contaminado de modo tan profundo que sus efectos serían de larga duración. Esa podría ser la causa de que por años, y también en la actualidad, se hayan registrando elevados índices de cáncer y otros males entre los pobladores de Otsego.
Las razones de esa crisis de salud aún no se han esclarecido pero la presión social, impulsada por el grupo de Facebook denominado Justice for Otsego, ha comenzado a surtir efecto y a lograr que diversas entidades oficiales le presten atención al problema.
Con todo, no puede decirse que se trate de algo especialmente desconocido para las autoridades pues desde la década de 1990 las autoridades de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) habían catalogado a una zona del río Kalamazoo, que pasa por Otsego, como una área de elevada contaminación por sedimentos cargados de bifenilos policlorados, subproductos de la actividad industrial de la región que acabaron en su caudal. Pero fue apenas a finales de 2017 que se determinó comenzar a darle atención sustantiva al problema de la contaminación en ese río.
Por el momento, no hay indicación de qué es lo que procede hacer en Otsego y allí deberán esperar a lo que les indiquen las autoridades ambientales del estado de Michigan. Pero la comunidad está inquieta. El recuerdo de Flint, una localidad no muy lejos del lugar que enfrentó también una crisis de salud, en ese caso por contaminación de plomo del agua potable, pende como una sombra sobre Otsego. Y la desesperación de que podrían haber vivido literalmente junto a un foco de contaminación de efectos lentos, silenciosos y letales genera enorme angustia.
Por ello la comunidad de esa población exige respuestas prontas y suficientes.
Jesús Del Toro,Yahoo Noticias
30 MARZOP, 2018: Los habitantes de Otsego, una pequeña localidad de Michigan, han enfrentado, y aún los sufren, inusualmente altos índices de cáncer y otros padecimientos, por añadidura registrados en muchos casos a edades muy tempranas. Eso ha causado por años que muchos residentes del lugar enfermen mientras la preocupación al respecto, que no sería nueva, no ha hecho sino aumentar.
Y el presunto responsable de sus penurias, como un fantasma, al parecer desapareció del lugar décadas atrás. Su cauda de males, con todo, persiste ominosamente.
De acuerdo a la televisora local WWMT, muchos en la comunidad de Otsego, una población de apenas 4,000 habitantes, han comenzado a expresar airadamente su preocupación por la gran cantidad de casos de cáncer que, de modo desproporcionado, se han registrado entre ellos, al grado de que las autoridades estatales y federales comenzarán ya a indagar lo que allí sucede.
Aún no es claro el por qué de los males que aquejan a Otsego, pero las miradas comienzan a dirigirse al sucio legado de las plantas de papel de RockTenn y Menasha, que operaron en el lugar por muchos años, pero que ya fueron cerradas. Por ejemplo, según testimonios recabados por el portal MLive, un vecino del lugar de 53 años recuerda que cuando era niño jugaba en torno a un estanque lleno de ‘licor negro’ ubicado a corta distancia de su casa. Ese ‘licor negro’ eran desechos industriales del proceso de disolver la celulosa de la madera.
Así, un grave temor es que esos y otros desechos, además de los residuos de un relleno sanitario que exisitó en esa zona, hayan sido factores en la alta incidencia de enfermedades.
Y la situación es alarmante pues, como se lee en otro de los testimonios recogidos por MLive, el de una mujer que fue diagnosticada con cáncer de ovario a los 17 años y que afortunadamente ha superado ese mal, tan solo entre sus compañeros de escuela secundaria se ha enterado de una docena de casos de cáncer y su propia hermana también fue diagnosticada de ese padecimiento a los 35 años.
Ella, Mary Zak, quien actualmente vive en Chicago, ha comenzado a trabajar con varias entidades para identificar qué ha desatado tantas enfermedades en Otsego. Le preocupa la presencia de dioxinas, sustancias químicas altamente tóxicas, pero también busca que se revise si existen otras explicaciones. Chris Newland, por ejemplo, el hombre que evocó haber jugado de niño cerca del estanque de “licor negro” también recuerda que en el entorno de su casa habían otros desechos: baterías de automóviles y tambores industriales.
Por ello, existe el temor de que las empresas que en el pasado operaron en esa localidad habrían contaminado de modo tan profundo que sus efectos serían de larga duración. Esa podría ser la causa de que por años, y también en la actualidad, se hayan registrando elevados índices de cáncer y otros males entre los pobladores de Otsego.
Las razones de esa crisis de salud aún no se han esclarecido pero la presión social, impulsada por el grupo de Facebook denominado Justice for Otsego, ha comenzado a surtir efecto y a lograr que diversas entidades oficiales le presten atención al problema.
Una de las antiguas y ya cerradas plantas de producción de papel en Otsego, Michigan. Se teme que sus desechos hayan contaminado profundamente la región y sean una posible causa del alto índice de cáncer en esa localidad. (Captura de video WWMT)
Con todo, no puede decirse que se trate de algo especialmente desconocido para las autoridades pues desde la década de 1990 las autoridades de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) habían catalogado a una zona del río Kalamazoo, que pasa por Otsego, como una área de elevada contaminación por sedimentos cargados de bifenilos policlorados, subproductos de la actividad industrial de la región que acabaron en su caudal. Pero fue apenas a finales de 2017 que se determinó comenzar a darle atención sustantiva al problema de la contaminación en ese río.
Por el momento, no hay indicación de qué es lo que procede hacer en Otsego y allí deberán esperar a lo que les indiquen las autoridades ambientales del estado de Michigan. Pero la comunidad está inquieta. El recuerdo de Flint, una localidad no muy lejos del lugar que enfrentó también una crisis de salud, en ese caso por contaminación de plomo del agua potable, pende como una sombra sobre Otsego. Y la desesperación de que podrían haber vivido literalmente junto a un foco de contaminación de efectos lentos, silenciosos y letales genera enorme angustia.
Por ello la comunidad de esa población exige respuestas prontas y suficientes.
Jesús Del Toro,Yahoo Noticias