El país de los misterios

De cierto tiempo para acá, la República Dominicana se ha vuelto el país de los misterios.

Aquí ocurre de todo, pero nada se sabe a ciencia cierta.

Llega todo tipo de contrabando. Se descubre, se denuncia, pero nunca se sabe quién lo trajo. Por tanto, el culpable sólo pierde el valor de su cargamento (si no se lo devuelven por cualquier tecnicismo) y nunca le pasa nada.

El otro día llegó un cargamento de gasoil de contrabando. ¿A quién vino consignado? ¿Qué naviera lo trajo? Todo eso lo sabe Aduanas, pero no hay forma de conseguir el dato.

Nunca supimos a cuál empresa de zona franca iba el camión de Quirino, ni quiénes introducen bebidas y cigarrillos de contrabando que se venden libremente en colmados y pulperías. Esa gente tiene canales de distribución. No debe ser tan difícil rastrearlos...

La Policía, desde que llegaron unos asesores extranjeros, no da datos. Todos los crímenes son un misterio, a menos que la opinión pública se movilice. En la DGII todo está protegido por el “recato”, y donde quiera, las pesquisas que se realizan no se dan a conocer “para no entorpecer las investigaciones”. Hasta la Procuraduría reconoce que “no puede”...

En la Cancillería se llevaron hasta el talonario de cheques y no pasó nada; en la UASD los números son secretos y en Educación “incentivan” hasta a los maestros que se quemaron...

Un guasón me dijo que todo esto ha estado ocurriendo desde que los políticos se metieron en todos los negocios, porque si se investiga, siempre aparecerá uno de la cúpula, sin importar el partido... Reeecojaann.

ADRIANO MIGUEL TEJADA / atejada@diariolibre.com
Santo Domingo, 05 Febrero, 2018.-
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