Antagonismo económico en los siglos XX y XXI


De acuerdo con el artículo "Economía en el contexto trujillista" (Listín Diario, 15/2/18) del economista Daris Javier Cuevas, Trujillo reorientó la economía dominicana hacia un modelo de control de la economía por parte del Estado y también en una gestión de la intervención del Estado en la economía para cumplir con los compromisos financieros en el exterior; y que de manera indirecta y compulsiva obligó a la población a pagar esos compromisos con impuestos, lo cual se tradujo en una tragedia económica expresada en quiebra de negocios, carencias y hambre que azotaba al país convirtiéndolo en un almacén de sobrevivientes. Leyendo eso viene a mi mente la política roosveltiana del New Deal entre 1933 y 1938 donde la intervención del estado incidió de manera positiva en la economía de los Estados Unidos.

De las afirmaciones del señor Cuevas se podría interpretar que en nuestra historia hay dos tipos de impuestos: 1 - Los impuestos del Estado de la Era de Trujillo, y 2 - Los impuestos antes de Trujiillo y en la democracia post Trujillo. Viéndolo de esa manera los impuestos del Estado de la Era de Trujillo serían malos porque Trujillo fue un dictador, mientras que los impuestos del Estado de la Democracia post Trujillo son buenos porque al igual que el Estado de la Era de Trujillo cumplen con los compromisos financieros en el exterior. Sin embargo esta paradoja revela que en el Estado de la Democracia post Trujillo la carga es más pesada.

En caso de alguna duda en cuanto al pago de impuestos directos e indirectos para cumplir con los compromisos financieros en el exterior basta aplicar el Común Denominador como herramienta de investigación para la interpretación sectorial de la historia. Es la manera de diferenciar las ejecutorias de distintos gobiernos en un interregno sujeto de investigación. Otra paradoja (y que conste, no se puede tapar el sol con un dedo) es que la economía dominicana ha tenido casos de altos niveles de crecimiento entre 1966 y 2018, lo que es fácil de comprobar aplicando el Común Denominador.

Cuando el señor Cuevas dice que Trujillo obligó de manera indirecta y compulsiva a la población a pagar los compromisos financieros en el exterior (con impuestos directos e indirectos, supongo) me pregunto con que otra cosa o moneda se ha pagado el endeudamiento externo en nuestro país sino es con impuestos (antes, durante y después de Trujillo) quien a la hora de su muerte dejó al país con cero endeudamiento. Supongo que el señor Cuevas sabe que hoy día el 95% de los ingresos del Presupuesto General del Estado provienen de impuestos directos e indirectos de los sectores productivos de valor agregado y de la ciudadanía en general a falta de creación de riqueza de parte del Estado de la Democracia post Trujillo desde finales del siglo XX.

De acuerdo con el señor Cuevas el pago de impuestos en el Estado de la Era de Trujillo es una "tragedia económica expresada en quiebras de negocios, carencias y hambre que azotaba al país convirtiéndolo en un almacén de sobrevivientes". En este caso basta preguntar a cualquier persona en la calle si estamos viviendo en la República Dominicana o en Suiza. Puede que si, que estemos viviendo en Suiza, gracias a nuestro crecimiento económico que en nada se diferencia del crecimiento económico del Estado de la Era de Trujillo, si lo vemos desde el punto de vista de la semántica y de la naturaleza del PIB, al menos que exista otro PIB distinto al de la economía de mercado o de cualquier economía mundial sin importar su sello o ideología, que para el caso es lo mismo.

Partiendo de los criterios del señor Cuevas podría decirse que el crecimiento económico en el Estado de la Era de Trujillo nunca se pudo ver por estar debajo de la tierra, contrario al Estado de la Democracia post Trujillo donde el crecimiento económico es tan grande que se confunde con el Universo. En el primer caso se trata de algo maligno, diabólico, espantoso; mientras que en el segundo ya no se trata de vivir en Suiza sino en un país encantado, mucho mejor que el país de las maravillas de Alicia, en este caso en una democracia ideal o mundo ideal donde solo lo cojan de pendejo si usted quiere.

Lo triste del caso es que para vivir en una democracia ideal o mundo ideal el señor Cuevas no tomó en cuenta el "antes y durante" del Estado de la Era de Trujillo (1930-1961) según su artículo, a saber: 1 - Los 16 gobiernos sucedidos entre 1900 y 1916 ("genuina expresión de la más virulenta en un proceso de inestabilidad política"), como también la "vulnerabilidad política, financiera y económica en que había caído la nación antes de 1930, castigada por las diatribas políticas predominantes". 2 - La dictadura de Ramón Cáceres (1905-1911). 3 - Intervención norteamericana del 1916. 4 - La depresión de 1929, y 5 - Estocada de la Constitución de parte del Presidente Horacio Vásquez.- Se le olvidó al señor Cuevas el No.6, las repercusiones de la Primera Guerra Mundial (1914-1918); y el No.7, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en pleno gobierno de Trujillo.

En artículos anteriores siempre he llamado "Empresarios de la política" aquellos grupos sociales que desde la fundación de la República en 1844 promueven la compra y venta de un servicio llamado política para alcanzan el poder de manera pacífica o violenta, con raras excepciones. Digo esto para poder interpretar un párrafo del artículo del señor Cuevas cuando dice: "En el plano financiero, el gobierno dominicano fue usado por Trujillo como instrumento de sus operaciones económicas, sobre la base de doblegar el poder político a su voluntad".

En este caso el señor Cuevas saca de la tumba (aunque lo ignora) el "Patrimonio Empresarial del Estado de la Era de Trujillo" del cual dependió la República Dominicana durante muchos años hasta su degradación al final del siglo XX (Ref./ "Memorias de la Era de Trujillo 1916-1961". Ramón Emilio Savillón). Como es así y así es, el "plano financiero" de Trujillo se convirtió en el "plano económico" de la República Dominicana hasta finales del siglo XX, cosa que no pudo aprovechar el Estado de la Democracia post Trujillo para reducir la desigualdad social (desempleo y pobreza) que siempre ha existido en la República Dominicana. Esto lo explico en mi artículo Teoría de la Desigualdad sin tener en cuenta ningún gobierno.

Entre otras cosas, Trujillo pagó la deuda externa aún cuando el señor Cuevas no lo quiera admitir cuando dice: "El tirano también realizó negocios con el pago de la deuda externa, la cual ascendía a $9,271,855.55 dólares, suma que fue pagada al decretar que el Banco de Reservas comprara una emisión de bonos del Estado". O sea que no es lo mismo saldar la deuda externa en el Estado de la Era de Trujillo que saldarla o ampliarla en el Estado de la Democracia post Trujillo en los siglos XX y XXI. En el siglo XX el Estado de la Democracia post Trujillo pudo generar riqueza partiendo de sus propias entrañas gracias al Patrimonio Empresarial del Estado de la Era de Trujillo, contrario al siglo XXI, cosa que se puede demostrar aplicando el Común Denominador.

Vemos pues que el señor Cuevas es un voraz defensor de la economía dominicana triturando el Estado de la Era de Trujillo o echando al zafacón 31 años de historia, buena o mala pero historia. En República Dominicana hay escritores, historiadores y economistas que cuando se menciona el nombre de Trujillo salen huyendo como el diablo a la cruz. Y cuando tocan el tema toman en cuenta lo personal y los hechos de la Era de Trujillo para estar bien con Dios y con el diablo. Yo analizo ese tipo de estado partiendo del Común Denominador o del Pragmatismo como categoría de investigación para la interpretación de acontecimientos históricos que pudieran revelar contradicciones. Lo hago para derribar los mitos del antagonismo histórico y económico de la República Dominicana en los siglos XX y XXI (Ref./Google: 1 - Libertad y libertinaje en los siglos XVII y XX, 2 - Antagonismo histórico en los siglos XX y XX, y 3 - Historia paralela de la República Dominicana, para solo mencionar tres casos.

Luis Eduardo Díaz Franjul eduardofranjul@yahoo.com

POR LUIS EDUARDO DÍAZ FRANJUL.
20 FEBRERO, 2018.

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