PADRE RONNY ESTEPHAN: UN MOMENTO CON DIOS
Muchas son las situaciones que nos impiden ver a Jesús: la vergüenza, el afán de tener, la pereza, el miedo a qué dirán... Nuestra pequeñez es un obstáculo para que por nuestras fuerzas alcancemos a Dios. Por eso, es Él mismo que sale a nuestro encuentro, porque conviene que se quede en nuestros corazones. Hoy es el día en que Jesús te invita a bajar del árbol del orgullo, la vanidad, la mundanidad, y te distingue, porque quiere quedarse en tu casa. ¿Aceptas?
Evangelio según San Lucas 19,1-10.
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad.
Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa". Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un pecador". Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más". Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham,
porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido".
Palabra del Señor
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SANTO DOMINGO, 21 NOVIEMBRE, 2017.