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mientras los  jefes del Consorcio Azucarero Central (CAC) de capital guatemalteca y   arrendatario del ingenio Barahona dicen que regalan y donan esto y lo otro, la mayoría de los residentes en la zona cañera vive en condiciones infrahumana, en cuchitriles aptos para el refugio de alimañas, rodeados de pestilencias, agobiados por el hambre, desempleo,  falta de oportunidades y enfermedades infectocontagiosas, entre otras calamidades.  No obstante, algunas autoridades de esa demarcación territorial y políticos, así como ciudadanos charlatanes y bandidos,  caminan de la mano con esos empresarios, a quienes resaltan con bombos y platillos cuando hacen  alguna donación de las migajas que les sobran  de los cientos   y  miles de millones de pesos que obtienen por concepto de la venta de la azúcar en el mercado local e internacional.

Barahona, 15 de Noviembre, 2017.-