El uso de la palabra «dios» con letra inicial minúscula es bíblico
Por considerarlo de interés, reproducimos este trabajo publicado por el portal benjaminoleac.blogspot.com, el sábado, 21 de febrero de 2015,
OCTUBRE, 15, 2017: Las personas muy amantes, preocupadas y defensoras de que las palabras, los nombres relacionados y distintivos de la deidad de la tradición judeocristiana se escriban siempre con letras iniciales mayúsculas, tales como «Dios», «Padre», «Hijo», «Espíritu Santo»; pero que a la vez se muestran muy preocupadas por la adecuación de la traducciones y versiones de la Biblia a los textos hebreos, arameos y griegos, la que podríamos llamar «Biblia madre», «Biblia fuente»; deben considerar seriamente lo siguiente.
Ver: El nombre “Jehová” ¿traducción o transliteración?
Ver: “¡No pronunciarás el nombre de YHVH tu Dios!” ¿Quién dijo eso?
Ver: Una aclaración necesaria a un hermano y amigo «Testigo de Jehová»
Ver: ¡Señor!, ¡Gracias porque la administración de «Facebook» no está en manos de algunos que dicen ser tus hijos y mejores representantes!
Resulta que tanto el hebreo como el arameo no hacen distinción entre letras mayúsculas y letras minúsculas, o sea, que tal distinción y clasificación no forma parte de las características y propiedades de estas dos lenguas, las lenguas originales del AT, o mejor dicho, la Biblia hebrea o Tanaj. Con relación a la lengua original del NT, el griego; si bien en esta sí existe la clasificación y distinción entre letras mayúsculas y letras minúsculas, a pesar de esto, resulta que en el NT griego (como en la Septuaginta) la palabra «dios» (theós), la palabra «padre» (patér), la palabra «hijo» (juiós) y la expresión «espíritu santo» (pnéuma háguion), no reciben ningún tratamiento especial, sino que se usan como palabras comunes y corrientes, sujetas a las normas comunes de la gramática. Me explico. Las palabras mencionadas sólo van con letra inicial mayúscula, cuando inician un párrafo, una oración, o van después de un punto, así de simple.
Entonces, ¿son más sagradas las versiones de la Biblia que la «Biblia madre», «la Biblia fuente»? ¿Quién debería ajustarse a quién? ¿Corregiremos los «textos fuentes» para que se ajusten a las traducciones y versiones de la Biblia, o asumiremos una postura crítica frente a las traducciones y versiones precisamente con base en la «Biblia madre», «la Biblia fuente»? En resumen, ¿ajustaremos la «Biblia madre» (“los originales”) a las versiones, o las versiones a la «Biblia madre», la Biblia fuente» (“los originales”)?
Pero, ¿y qué del ADN de los «textos fuentes» (“los originales”) que deberían tener y caracterizar a los «textos receptores» (los traducidos, las traducciones y versiones de la Biblia)?
En conclusión, el empleo de una letra inicial mayúscula siempre para los nombres de la deidad en la tradición judeocristiana, si bien es un recurso empleado por y en las versiones la Biblia; en realidad no es un asunto bíblico; no es una práctica demandada por la Biblia, ni establecida con base en ella misma, así de sencillo.
Héctor B. Olea C. / Estudios bíblicos y teológicos académicos Fuente: benjaminoleac.blogspot.com
Fuente: benjaminoleac.blogspot.com